Rick Perry, al anunciar su candidatura.
"Yo declaro mi candidatura a la presidencia", dijo Perry en un evento en Charleston, Carolina del Sur, donde ante unas 500 personas enfatizó: "Es el momento de poner a trabajar de nuevo a Estados Unidos".
"Estados Unidos no está quebrado, Washington está quebrado", agregó en un discurso donde evocó a Dios varias veces, hizo un llamado al silencio para agradecer a los militares y abundó en las cifras positivas de empleo y recaudación fiscal de Texas, como ejemplo de lo que sería capaz de hacer si llega a la Casa Blanca.
Después de meses de flirtear con lanzar una campaña, Perry estrenó este sábado una página web que anunciaba desde la portada "Rick Perry Presidente".
"Con fe en Dios, con el apoyo de mi familia y una firme creencia en la bondad de América, soy un candidato a la presidencia de Estados Unidos", anunció Perry en un comunicado en su página web casi una hora antes de su declaración oficial en Carolina del Sur.
El político de 61 años reemplazó al republicano George W. Bush como gobernador de Texas cuando éste se lanzó a la presidencia en el 2000. Dos años después ganó por voto popular y desde entonces se ha mantenido en el poder con un discurso agresivo, patriota, duro frente a temas sociales y de profunda fe cristiana.
"Un verdadero conservador, Rick Perry es el único gobernador de Texas desde la Segunda Guerra Mundial que redujo el gasto de los ingresos generales", decía su comunicado, lo cual fue repetido en su declaración oficial como candidato a las primarias de los republicanos.
"Firmó recortes fiscales históricos como una de las reformas más fuertes ejecutadas en el país. Desde junio de '09, más del 40 por ciento de todos los nuevos puestos de trabajo creados en Estados Unidos, han sido en Texas", agregó el anuncio en el sitio web.
Pero los críticos dicen que los nuevos empleos en Texas han sido mayormente de salarios bajos, y que se dieron como resultado de una desregulación y de dolorosos recortes en gastos sociales.
"Las familias de clase media saben que su gestión económica no es un milagro", dijo el portavoz de la campaña de Obama, Ben LaBolt.
"El gobernador Perry dejó que los intereses especiales escribieran sus propias reglas, contrató a lobistas corporativos para supervisar a las corporaciones y recortó la financiación de programas que hubieran creado oportunidades para las familias de clase media", añadió el portavoz.
Al criticar al presidente Barack Obama por su manejo de la economía, en la reforma del seguro de salud universal y en la política exterior, Perry dijo que su objetivo era que el gobierno fuera lo más intrascendente posible en la vida de los estadounidenses.
"No podemos permitirnos cuatro años más de este liderazgo sin rumbo", aseveró en el acto adonde asistió su esposa Anita Thigpen y sus dos hijos, entre otros miembros de su familia y figuras políticas del partido Republicano en el sureste de Estados Unidos.
"Él tiene que ser considerado un candidato de primer nivel", ya que "viene de un estado que ha creado puestos de trabajo en la recesión", afirmó Matt Dickinson, profesor de ciencias políticas en Middlebury College en Vermont, a la AFP.
El talón de Aquiles más obvio de Obama en miras a las elecciones del 6 de noviembre del próximo año es la economía. Aún está luchando con un desempleo por encima de 9% mientras intenta recuperar parte del escenario de bonanza que había antes del colapso mundial de 2008.
El ingreso a esta contienda de Perry, conocido como un político agresivo, de estilo "vaquero", amenaza a otros ocho precandidatos republicanos para las presidenciales que el viernes juraron en Iowa (centro) anular toda la obra del demócrata Barack Obama, candidato a la reelección en 2012.
Pese a que su nombre no constaba en las papeletas de una votación de tanteo llevada a cabo este sábado en la localidad de Ames, en Iowa, considerada un indicador clave para las primarias republicanas del próximo año, el nombre de Rick Perry fue escrito a mano en 718 de los 16.892 votos emitidos.
Este test fue ganado por la también ultraconservadora Michele Bachmann, una congresista miembro del Tea Party, que logró 4.825 apoyos, equivalente al 28,5 por ciento.
Fue seguida muy de cerca por el también legislador Ron Paul, con 4.671 apoyos, y en tercer lugar acabó el ex gobernador de Minnesota Tim Pawlenty, con 2.293 sufragios, lo que dejó sus aspiraciones presidenciales muy malparadas.
También obtuvo un mal resultado el antiguo gobernador de Massachusetts Mitt Romney, quien apenas había hecho campaña en Iowa para concentrarse en otros estados, quedó por debajo incluso de Perry, con solamente 567 votos.
"Estados Unidos no está quebrado, Washington está quebrado", agregó en un discurso donde evocó a Dios varias veces, hizo un llamado al silencio para agradecer a los militares y abundó en las cifras positivas de empleo y recaudación fiscal de Texas, como ejemplo de lo que sería capaz de hacer si llega a la Casa Blanca.
Después de meses de flirtear con lanzar una campaña, Perry estrenó este sábado una página web que anunciaba desde la portada "Rick Perry Presidente".
"Con fe en Dios, con el apoyo de mi familia y una firme creencia en la bondad de América, soy un candidato a la presidencia de Estados Unidos", anunció Perry en un comunicado en su página web casi una hora antes de su declaración oficial en Carolina del Sur.
El político de 61 años reemplazó al republicano George W. Bush como gobernador de Texas cuando éste se lanzó a la presidencia en el 2000. Dos años después ganó por voto popular y desde entonces se ha mantenido en el poder con un discurso agresivo, patriota, duro frente a temas sociales y de profunda fe cristiana.
"Un verdadero conservador, Rick Perry es el único gobernador de Texas desde la Segunda Guerra Mundial que redujo el gasto de los ingresos generales", decía su comunicado, lo cual fue repetido en su declaración oficial como candidato a las primarias de los republicanos.
"Firmó recortes fiscales históricos como una de las reformas más fuertes ejecutadas en el país. Desde junio de '09, más del 40 por ciento de todos los nuevos puestos de trabajo creados en Estados Unidos, han sido en Texas", agregó el anuncio en el sitio web.
Pero los críticos dicen que los nuevos empleos en Texas han sido mayormente de salarios bajos, y que se dieron como resultado de una desregulación y de dolorosos recortes en gastos sociales.
"Las familias de clase media saben que su gestión económica no es un milagro", dijo el portavoz de la campaña de Obama, Ben LaBolt.
"El gobernador Perry dejó que los intereses especiales escribieran sus propias reglas, contrató a lobistas corporativos para supervisar a las corporaciones y recortó la financiación de programas que hubieran creado oportunidades para las familias de clase media", añadió el portavoz.
Al criticar al presidente Barack Obama por su manejo de la economía, en la reforma del seguro de salud universal y en la política exterior, Perry dijo que su objetivo era que el gobierno fuera lo más intrascendente posible en la vida de los estadounidenses.
"No podemos permitirnos cuatro años más de este liderazgo sin rumbo", aseveró en el acto adonde asistió su esposa Anita Thigpen y sus dos hijos, entre otros miembros de su familia y figuras políticas del partido Republicano en el sureste de Estados Unidos.
"Él tiene que ser considerado un candidato de primer nivel", ya que "viene de un estado que ha creado puestos de trabajo en la recesión", afirmó Matt Dickinson, profesor de ciencias políticas en Middlebury College en Vermont, a la AFP.
El talón de Aquiles más obvio de Obama en miras a las elecciones del 6 de noviembre del próximo año es la economía. Aún está luchando con un desempleo por encima de 9% mientras intenta recuperar parte del escenario de bonanza que había antes del colapso mundial de 2008.
El ingreso a esta contienda de Perry, conocido como un político agresivo, de estilo "vaquero", amenaza a otros ocho precandidatos republicanos para las presidenciales que el viernes juraron en Iowa (centro) anular toda la obra del demócrata Barack Obama, candidato a la reelección en 2012.
Pese a que su nombre no constaba en las papeletas de una votación de tanteo llevada a cabo este sábado en la localidad de Ames, en Iowa, considerada un indicador clave para las primarias republicanas del próximo año, el nombre de Rick Perry fue escrito a mano en 718 de los 16.892 votos emitidos.
Este test fue ganado por la también ultraconservadora Michele Bachmann, una congresista miembro del Tea Party, que logró 4.825 apoyos, equivalente al 28,5 por ciento.
Fue seguida muy de cerca por el también legislador Ron Paul, con 4.671 apoyos, y en tercer lugar acabó el ex gobernador de Minnesota Tim Pawlenty, con 2.293 sufragios, lo que dejó sus aspiraciones presidenciales muy malparadas.
También obtuvo un mal resultado el antiguo gobernador de Massachusetts Mitt Romney, quien apenas había hecho campaña en Iowa para concentrarse en otros estados, quedó por debajo incluso de Perry, con solamente 567 votos.