Rafael Correa, presidente de Ecuador, y Barak Obama, presidente de Estados Unidos.
Correa dijo que el cable de la embajada estadounidense publicado el lunes por el diario español El País, según la cual él nombró a un jefe policial a sabiendas de que era corrupto, "tiene una serie de informaciones de dentro de la Policía, lo cual demuestra que esta gente tiene infiltradas a las Fuerzas Armadas y a la Policía, lo cual es un secreto a voces".
"Pero que ya se la utilice en forma institucionalizada por parte de la embajadora de los Estados Unidos en Ecuador es realmente una audacia, así que a esta señora se la está declarando persona no grata y tendrá unos pocos días para dejar el país", agregó el mandatario socialista en una entrevista radial.
El gobernante indicó que siempre sospechó que Hodges era "enemiga del gobierno" por sus posturas de "extrema derecha", y tildó de "arrogante" su negativa a dar explicaciones aduciendo que la política de Washington es no ofrecerlas "sobre informacion robada".
Correa señaló que las relaciones con Estados Unidos "estaban de lo mejor", pero lamentó que "entre bastidores se hagan estas cosas, espiando a nuestra Policía, tratando de involucrar al presidente en casos de corrupción por parte de una mala funcionaria".
"Ojalá que esto no dañe las relaciones entre Estados Unidos y Ecuador, pero si las daña, qué pena, aquí vamos a hacer respetar la soberanía del país", sostuvo.
El jefe de Estado también previó represalias de la Casa Blanca, pero confió en el apoyo de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
"Y como van a venir represalias de los Estados Unidos, porque así es la política imperial, prepotente, pese a que es totalmente culpa de ellos lo que está pasando por malos embajadores que mandan a entrometerse en asuntos internos de otros países, responderemos tambien a nivel regional", dijo.
"Pero que ya se la utilice en forma institucionalizada por parte de la embajadora de los Estados Unidos en Ecuador es realmente una audacia, así que a esta señora se la está declarando persona no grata y tendrá unos pocos días para dejar el país", agregó el mandatario socialista en una entrevista radial.
El gobernante indicó que siempre sospechó que Hodges era "enemiga del gobierno" por sus posturas de "extrema derecha", y tildó de "arrogante" su negativa a dar explicaciones aduciendo que la política de Washington es no ofrecerlas "sobre informacion robada".
Correa señaló que las relaciones con Estados Unidos "estaban de lo mejor", pero lamentó que "entre bastidores se hagan estas cosas, espiando a nuestra Policía, tratando de involucrar al presidente en casos de corrupción por parte de una mala funcionaria".
"Ojalá que esto no dañe las relaciones entre Estados Unidos y Ecuador, pero si las daña, qué pena, aquí vamos a hacer respetar la soberanía del país", sostuvo.
El jefe de Estado también previó represalias de la Casa Blanca, pero confió en el apoyo de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
"Y como van a venir represalias de los Estados Unidos, porque así es la política imperial, prepotente, pese a que es totalmente culpa de ellos lo que está pasando por malos embajadores que mandan a entrometerse en asuntos internos de otros países, responderemos tambien a nivel regional", dijo.