Los hombres de Ouattara entraron el jueves en la localidad de Aboisso, a 110 km al este de Abiyán, cerca de la frontera con Ghana, indicaron a la AFP varios habitantes.
Un día después de la toma de Yamusukro, la capital política, y de Gagnoa (centro-oeste), en pleno corazón de la región natal de Gbagbo, las Fuerzas Republicanas de Ouattara continuaban su ofensiva relámpago lanzada el lunes, sin encontrar gran resistencia, y a veces incluso sin combates.
Fueron vistas el jueves de mañana en Nzianuan, a unos 130 km al noroeste de Abiyán, en la gran ruta que une a Yamusukro y la capital económica del país.
"Vi columnas de rebeldes (combatientes partidarios de Ouattara), con sus vehículos todo terreno, atravesar Nzianuan hacia las 09H00 (locales y GMT). En los vehículos militares había ametralladoras", dijo un testigo.
"También registraron la gendarmería de Nzianuan", probablemente para llevarse las armas, "y partieron hacia Abiyán", agregó.
En la capital económica, los presos de la mayor cárcel de Costa de Marfil (MACA), fueron liberados este jueves, según indicaron testigos a la AFP.
"Estábamos en nuestras celdas cuando escuchamos disparos a eso de las 06H30 (...) después escuchamos gritos de alegría. Bajamos y vimos que las puertas de la prisión estaban abiertas", agregó Charly Gnahoré, periodista en TV Notre Patrie, cadena con sede en Bouaké (centro) y partidario de Ouattara.
En Abiyán, muchas calles estaban desiertas el jueves de mañana. En varios barrios se escucharon disparos esporádicos de armas livianas, constataron periodistas de la AFP.
El miércoles en la noche, el jefe de Estado Mayor del ejército marfileño, Philippe Mangou, se refugió en la residencia oficial del embajador sudafricano en Costa de Marfil, indicó este jueves el ministerio de Relaciones Exteriores de Sudáfrica.
Guillaume Soro, primer ministro de Ouattara, en posición de fuerza después de cuatro meses de una crisis postelectoral que dejó más de 460 muertos según la ONU, advirtió el miércoles que Gbagbo todavía "tenía algunas horas para partir, en caso contrario será la marcha hacia Abiyán y todo será más complicado para él".
Sin embargo, el presidente saliente no indicó si se inclinaría por la batalla de Abiyán o la retirada.
Después de un largo silencio, Gbagbo, que tenía intenciones de dirigirse a la nación el miércoles al anochecer, terminó por renunciar a dar ese discurso sin dar explicaciones. El jueves a mediodía debía presidir un Consejo de Ministros, según una fuente gubernamental.
En el frente occidental, las Fuerzas Republicanas se apoderaron el miércoles por la noche de San Pedro, el mayor puerto de cacao del mundo. Costa de Marfil es el primer productor mundial de cacao.
Según varios testimonios, milicianos partidarios de Gbagbo saquearon el miércoles numerosos comercios e incendiaron la comisaría donde habían robado armas.
Los precios del cacao, la primera riqueza nacional, se derrumbaron desde el comienzo de la semana, cayendo a las cotizaciones más bajas en casi tres meses.
La presión exterior sobre el régimen era enorme. Gbagbo debe "escuchar el mensaje" del Consejo de Seguridad de la ONU, que exigió el miércoles su partida inmediata. Por su parte, Francia, la ex potencia colonial, pidió que "deje de derramar la sangre" de los marfileños.
Sudáfrica, que durante largo tiempo fuera un sólido aliado del presidente saliente, antes de reconocer la victoria de su rival en los comicios de noviembre pasado, hizo un llamado pidiendo el cese de la violencia y lamentando que el país estuviera "cayendo nuevamente en la guerra civil".
Un día después de la toma de Yamusukro, la capital política, y de Gagnoa (centro-oeste), en pleno corazón de la región natal de Gbagbo, las Fuerzas Republicanas de Ouattara continuaban su ofensiva relámpago lanzada el lunes, sin encontrar gran resistencia, y a veces incluso sin combates.
Fueron vistas el jueves de mañana en Nzianuan, a unos 130 km al noroeste de Abiyán, en la gran ruta que une a Yamusukro y la capital económica del país.
"Vi columnas de rebeldes (combatientes partidarios de Ouattara), con sus vehículos todo terreno, atravesar Nzianuan hacia las 09H00 (locales y GMT). En los vehículos militares había ametralladoras", dijo un testigo.
"También registraron la gendarmería de Nzianuan", probablemente para llevarse las armas, "y partieron hacia Abiyán", agregó.
En la capital económica, los presos de la mayor cárcel de Costa de Marfil (MACA), fueron liberados este jueves, según indicaron testigos a la AFP.
"Estábamos en nuestras celdas cuando escuchamos disparos a eso de las 06H30 (...) después escuchamos gritos de alegría. Bajamos y vimos que las puertas de la prisión estaban abiertas", agregó Charly Gnahoré, periodista en TV Notre Patrie, cadena con sede en Bouaké (centro) y partidario de Ouattara.
En Abiyán, muchas calles estaban desiertas el jueves de mañana. En varios barrios se escucharon disparos esporádicos de armas livianas, constataron periodistas de la AFP.
El miércoles en la noche, el jefe de Estado Mayor del ejército marfileño, Philippe Mangou, se refugió en la residencia oficial del embajador sudafricano en Costa de Marfil, indicó este jueves el ministerio de Relaciones Exteriores de Sudáfrica.
Guillaume Soro, primer ministro de Ouattara, en posición de fuerza después de cuatro meses de una crisis postelectoral que dejó más de 460 muertos según la ONU, advirtió el miércoles que Gbagbo todavía "tenía algunas horas para partir, en caso contrario será la marcha hacia Abiyán y todo será más complicado para él".
Sin embargo, el presidente saliente no indicó si se inclinaría por la batalla de Abiyán o la retirada.
Después de un largo silencio, Gbagbo, que tenía intenciones de dirigirse a la nación el miércoles al anochecer, terminó por renunciar a dar ese discurso sin dar explicaciones. El jueves a mediodía debía presidir un Consejo de Ministros, según una fuente gubernamental.
En el frente occidental, las Fuerzas Republicanas se apoderaron el miércoles por la noche de San Pedro, el mayor puerto de cacao del mundo. Costa de Marfil es el primer productor mundial de cacao.
Según varios testimonios, milicianos partidarios de Gbagbo saquearon el miércoles numerosos comercios e incendiaron la comisaría donde habían robado armas.
Los precios del cacao, la primera riqueza nacional, se derrumbaron desde el comienzo de la semana, cayendo a las cotizaciones más bajas en casi tres meses.
La presión exterior sobre el régimen era enorme. Gbagbo debe "escuchar el mensaje" del Consejo de Seguridad de la ONU, que exigió el miércoles su partida inmediata. Por su parte, Francia, la ex potencia colonial, pidió que "deje de derramar la sangre" de los marfileños.
Sudáfrica, que durante largo tiempo fuera un sólido aliado del presidente saliente, antes de reconocer la victoria de su rival en los comicios de noviembre pasado, hizo un llamado pidiendo el cese de la violencia y lamentando que el país estuviera "cayendo nuevamente en la guerra civil".