"Doug Stamper pasa por los pasillos del Congreso y la gente escucha. Es chistoso, es real", dice a periodistas Kelly, de 48 años, mientras bebe una cerveza.
Los sobornos, asesinatos y adulaciones con los que Stamper llegó al cargo de jefe de Gabinete de la Casa Blanca en el drama político de Netflix distan mucho de Kelly, que lucha por los derechos de los ancianos -jugó un papel clave en la reactivación el año pasado de una ley federal para asistirlos- y también contra la epidemia del abuso de opioides.
"Soy un hombre feliz, no me parezco en nada a ese tipo. Normalmente entro a una sala sonriendo y saludando y la gente baja la guardia", explicó Kelly, que creció en el sureño estado de Georgia y tiene dos hijos.
Kelly se sentó con periodistas en un hotel de Pasadena (California, oeste) para hablar de su nueva serie, el drama "Taboo", de ocho capítulos y producida por FX y la BBC.
La producción se sitúa en Londres a comienzos del siglo XIX. Kelly lo considera el trabajo más meritorio de su carrera y a su protagonista, Tom Hardy, el mejor.
"Cuando tienes cierto éxito adquieres suficiente confianza para ser un poco más libre de lo que eras cinco años antes", explicó a la AFP.
Antes de la llamada de Netflix, el actor tenía un carrera estable, por lo general interpretando policías en dramas criminales, y dos películas en su haber: "El protegido" (2000), de M. Night Shyamalan, y "The Changeling" (2008), de Clint Eastwood.
En cuatro temporadas, Kelly desarrolló lo que se convirtió en uno de los personajes más despiadados y con más sangre fría de "House of Cards", con una nominación al Emmy en el camino.
Y con el éxito de Stamper, Kelly ha conseguido papeles de mayor perfil en el cine, como el de la más reciente versión de Superman, "El hombre de Acero" (2013), y el de "Everest" (2015), en la que trabajó con Jason Clark, Jake Gyllenhaal y Josh Brolin.
Para hacer ese papel, Kelly tuvo que superar el mal de altura en dos semanas de caminata por el Himalaya nepalí. "Fue muy duro y lo curioso es cómo afecta diferente a cada uno. Yo estoy en forma pero tuve dolores de cabeza", recordó.
Un apasionado de la política, un aliado de los Clinton y un nombre en Hollywood, a nadie debería sorprender que Kelly desprecie al presidente Donald Trump.
Pero se hizo eco de las polémicas declaraciones de Nicole Kidman, que dijo que los estadounidenses debían respetar a Trump ahora que estaba en la Casa Blanca.
"Seré crítico pero no le voy a caer encima, no voy a usar ninguna mala palabra", señaló Kelly.
Netflix anunció que la quinta temporada de "House of Cards" estará disponible el 30 de mayo con una historia más oscura aún.
Y Kelly está detrás de un papel para la próxima "Deadpool"... Aunque como sea, este actor no ha parado de trabajar desde 2008.
"Me encanta trabajar, me siento agradecido", expresó.
Y se ríe cuando se le insinúa que con su ambición inconmensurable y su inquebrantable ética de trabajo, podría ser más parecido a Doug Stamper de lo que admite.
"Supongo que sí", responde tímidamente. "¡Qué locura, me encanta!".
Los sobornos, asesinatos y adulaciones con los que Stamper llegó al cargo de jefe de Gabinete de la Casa Blanca en el drama político de Netflix distan mucho de Kelly, que lucha por los derechos de los ancianos -jugó un papel clave en la reactivación el año pasado de una ley federal para asistirlos- y también contra la epidemia del abuso de opioides.
"Soy un hombre feliz, no me parezco en nada a ese tipo. Normalmente entro a una sala sonriendo y saludando y la gente baja la guardia", explicó Kelly, que creció en el sureño estado de Georgia y tiene dos hijos.
- Sangre fría -
Kelly se sentó con periodistas en un hotel de Pasadena (California, oeste) para hablar de su nueva serie, el drama "Taboo", de ocho capítulos y producida por FX y la BBC.
La producción se sitúa en Londres a comienzos del siglo XIX. Kelly lo considera el trabajo más meritorio de su carrera y a su protagonista, Tom Hardy, el mejor.
"Cuando tienes cierto éxito adquieres suficiente confianza para ser un poco más libre de lo que eras cinco años antes", explicó a la AFP.
Antes de la llamada de Netflix, el actor tenía un carrera estable, por lo general interpretando policías en dramas criminales, y dos películas en su haber: "El protegido" (2000), de M. Night Shyamalan, y "The Changeling" (2008), de Clint Eastwood.
En cuatro temporadas, Kelly desarrolló lo que se convirtió en uno de los personajes más despiadados y con más sangre fría de "House of Cards", con una nominación al Emmy en el camino.
Y con el éxito de Stamper, Kelly ha conseguido papeles de mayor perfil en el cine, como el de la más reciente versión de Superman, "El hombre de Acero" (2013), y el de "Everest" (2015), en la que trabajó con Jason Clark, Jake Gyllenhaal y Josh Brolin.
Para hacer ese papel, Kelly tuvo que superar el mal de altura en dos semanas de caminata por el Himalaya nepalí. "Fue muy duro y lo curioso es cómo afecta diferente a cada uno. Yo estoy en forma pero tuve dolores de cabeza", recordó.
- Agradecido -
Un apasionado de la política, un aliado de los Clinton y un nombre en Hollywood, a nadie debería sorprender que Kelly desprecie al presidente Donald Trump.
Pero se hizo eco de las polémicas declaraciones de Nicole Kidman, que dijo que los estadounidenses debían respetar a Trump ahora que estaba en la Casa Blanca.
"Seré crítico pero no le voy a caer encima, no voy a usar ninguna mala palabra", señaló Kelly.
Netflix anunció que la quinta temporada de "House of Cards" estará disponible el 30 de mayo con una historia más oscura aún.
Y Kelly está detrás de un papel para la próxima "Deadpool"... Aunque como sea, este actor no ha parado de trabajar desde 2008.
"Me encanta trabajar, me siento agradecido", expresó.
Y se ríe cuando se le insinúa que con su ambición inconmensurable y su inquebrantable ética de trabajo, podría ser más parecido a Doug Stamper de lo que admite.
"Supongo que sí", responde tímidamente. "¡Qué locura, me encanta!".