En la foto, el candidato Mahdi Karubi.
TEHERAN, 20 mayo 2009 (AFP) -
Según el anuncio del ministerio del Interior, los otros dos candidatos son el ex primer ministro Mir Hossein Mussavi, un conservador apoyado por los reformistas, y Mohsen Rezai, un conservador, ex jefe de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico del régimen de los ayatolás.
El Consejo realizó su elección tras estudiar las 475 candidaturas depositadas antes del 9 de mayo; entre ellas había 42 candidaturas femeninas pero ninguna fue considerada válida, señaló a la prensa el ministro Sadegh Mahsuli.
Aunque la campaña electoral debe empezar oficialmente el próximo viernes, el ultraconservador Ahmadinejad se lanzó ya a la carrera para lograr su segundo mandato con un mitin el miércoles ante varios miles de personas en Semnan, a unos 240 km al este de Teherán.
"Estudiaremos sus cartas y les responderemos", dijo a la muchedumbre, en referencia a los cientos de cartas que sus ayudantes recogen durante sus mítines y en las que la gente le pide préstamos a bajo interés o simplemente dinero.
Considerado la "bestia negra" de los países occidentales e Israel por sus ambiciones nucleares y su total animadversión al Estado hebreo, Ahmadinejad es criticado por sus adversarios internos por su política de "justicia social" que ha causado un fuerte aumento de la inflación.
Sin embargo, el presidente cuenta con el apoyo del guía supremo del país, el ayatolá Ali Jamenei, que aunque se comprometió a no apoyar públicamente a ningún candidato, no oculta su preferencia por Ahmadinejad.
En teoría todo iraní puede presentarse candidato a una elección presidencial. Sin embargo, según las normas del Consejo, sólo se consideran los candidatos que forman parte de las "personalidades religiosas y políticas", "fieles a los principios de la República Islámica y adeptos a la religión oficial del país", o sea, el islam chiita.
De esta forma, los miembros de las minorías sunita, cristiana, hebrea y del zoroastrismo, si bien están oficialmente reconocidas por el Estado, no pueden ser candidatos.
Mussavi está considerado el adversario más serio de Ahmadinejad. Se define un "reformista que defiende los principios de la revolución" y cuenta con el apoyo el ex presidente reformista Mohammad Jatami. También puede contar con el apoyo de una parte del electorado conservador, que guarda buen recuerdo de su mandato como primer ministro durante la guerra con Irak (1980-1988).
Karubi, por su parte, ha declarado su deseo de poner en marcha una política "moderada" de reforma para no atraer en su contra a los conservadores.
"Seré moderado", dijo el miércoles este religioso de 72 años en una entrevista en su despacho de Teherán con la AFP en la que se mostró discreto sobre el tipo de reformas que piensa introducir en el sistema económico iraní, controlado en un 80% por el Estado.
Sin embargo, y pese a prometer una política "de distensión" a nivel internacional para atraer las inversiones, subrayó que, en caso de que sea elegido, el programa nuclear "no será paralizado".
En este tema parece compartir opinión con Ahmadinejad, que el miércoles subrayó en su mitin de Semnan que Irán no frenará su polémico programa nuclear, aun ante el riesgo de nuevas sanciones internacionales.
En cuanto a Rezai, éste acusa a Ahmadinejad de conducir al país "al borde del precipicio".
fpn-pcl/hj/cll/lmm.
© 1994-2009 Agence France-Presse
TEHERAN, 20 mayo 2009 (AFP) -
Según el anuncio del ministerio del Interior, los otros dos candidatos son el ex primer ministro Mir Hossein Mussavi, un conservador apoyado por los reformistas, y Mohsen Rezai, un conservador, ex jefe de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico del régimen de los ayatolás.
El Consejo realizó su elección tras estudiar las 475 candidaturas depositadas antes del 9 de mayo; entre ellas había 42 candidaturas femeninas pero ninguna fue considerada válida, señaló a la prensa el ministro Sadegh Mahsuli.
Aunque la campaña electoral debe empezar oficialmente el próximo viernes, el ultraconservador Ahmadinejad se lanzó ya a la carrera para lograr su segundo mandato con un mitin el miércoles ante varios miles de personas en Semnan, a unos 240 km al este de Teherán.
"Estudiaremos sus cartas y les responderemos", dijo a la muchedumbre, en referencia a los cientos de cartas que sus ayudantes recogen durante sus mítines y en las que la gente le pide préstamos a bajo interés o simplemente dinero.
Considerado la "bestia negra" de los países occidentales e Israel por sus ambiciones nucleares y su total animadversión al Estado hebreo, Ahmadinejad es criticado por sus adversarios internos por su política de "justicia social" que ha causado un fuerte aumento de la inflación.
Sin embargo, el presidente cuenta con el apoyo del guía supremo del país, el ayatolá Ali Jamenei, que aunque se comprometió a no apoyar públicamente a ningún candidato, no oculta su preferencia por Ahmadinejad.
En teoría todo iraní puede presentarse candidato a una elección presidencial. Sin embargo, según las normas del Consejo, sólo se consideran los candidatos que forman parte de las "personalidades religiosas y políticas", "fieles a los principios de la República Islámica y adeptos a la religión oficial del país", o sea, el islam chiita.
De esta forma, los miembros de las minorías sunita, cristiana, hebrea y del zoroastrismo, si bien están oficialmente reconocidas por el Estado, no pueden ser candidatos.
Mussavi está considerado el adversario más serio de Ahmadinejad. Se define un "reformista que defiende los principios de la revolución" y cuenta con el apoyo el ex presidente reformista Mohammad Jatami. También puede contar con el apoyo de una parte del electorado conservador, que guarda buen recuerdo de su mandato como primer ministro durante la guerra con Irak (1980-1988).
Karubi, por su parte, ha declarado su deseo de poner en marcha una política "moderada" de reforma para no atraer en su contra a los conservadores.
"Seré moderado", dijo el miércoles este religioso de 72 años en una entrevista en su despacho de Teherán con la AFP en la que se mostró discreto sobre el tipo de reformas que piensa introducir en el sistema económico iraní, controlado en un 80% por el Estado.
Sin embargo, y pese a prometer una política "de distensión" a nivel internacional para atraer las inversiones, subrayó que, en caso de que sea elegido, el programa nuclear "no será paralizado".
En este tema parece compartir opinión con Ahmadinejad, que el miércoles subrayó en su mitin de Semnan que Irán no frenará su polémico programa nuclear, aun ante el riesgo de nuevas sanciones internacionales.
En cuanto a Rezai, éste acusa a Ahmadinejad de conducir al país "al borde del precipicio".
fpn-pcl/hj/cll/lmm.
© 1994-2009 Agence France-Presse