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Una fuente de seguridad confirmó a la AFP que hubo "mártires" y heridos en filas del ejército, sin brindar más detalles, tras choques entre militares y hombres armados después de la detención de un presunto miembro del Frente Al Nosra, la rama siria de Al Qaida.
Según la fuente, algunos soldados fueron retenidos brevemente por hombres armados que después los liberaron.
Además, dos civiles murieron el sábado cuando fue atacada una comisaría en Arsal tras la detención del presunto miembro de Al Nosra. Las dos víctimas intentaban evitar que hombres armados atacaran la comisaría, precisaron fuentes concordantes.
En reacción a la muerte de los dos soldados, el ejército libanés prometió actuar de manera "resuelta y firme" para impedir que el conflicto de la vecina Siria se traslade al territorio de Líbano, según un comunicado.
Por su parte, el primer ministro, Tammam Salam, condenó este "ataque flagrante contra el Estado libanés y sus fuerzas armadas".
"El gobierno libanés maneja estos incidentes con firmeza", declaró en un comunicado difundido por ANI, llamando a "todas las fuerzas políticas a actuar con prudencia y responsabilidad, y hacer todos los esfuerzos (posibles) para proteger al Líbano y alejar los peligros que lo rodean".
Por su parte, Estados Unidos condenó estos ataques y llamó a los diferentes actores en Líbano a mantener la neutralidad del país ante los conflictos regionales, según un comunicado de la portavoz del Departamento de Estado, 'Jen' Psaki.
- Región bajo fuertes tensiones -
Todos esos incidentes ocurrieron en la región fronteriza de Arsal, donde se concentran activistas sirios que luchan contra el régimen del presidente Bashar al Asad.
Las autoridades libanesas habían informado de la detención de un sirio sospechoso de pertenecer al Frente Al Nosra, Imad Ahmed Jomaa.
En los choques dos soldados fueron detenidos brevemente por esos grupos armados no identificados.
Medios de comunicación locales aseguraron que también había policías secuestrados, lo que no pudo ser confirmado oficialmente.
La región, poblada por sunitas, ha sido escenario de frecuentes tensiones con las fuerzas de seguridad libanesas, así como de ataques aéreos y bombardeos desde el lado sirio, por parte de las fuerzas gubernamentales que combaten la rebelión.
La ciudad es vecina de la siria Qalamun, donde los rebeldes han sufrido varios reveses en los últimos meses ante las fuerzas leales al régimen apoyadas por combatientes del Hezbolá chiíta libanés.
Desde hace meses, se producen sangrientos combates entre los yihadistas del Frente Al Nosra y los del Estado Islámico (EI) en el norte y este de Siria. Sin embargo, en Qalamun luchan juntos para intentar preservar sus posiciones y facilitar el pasaje de refuerzos.
En esta región, al menos medio centenar de yihadistas resultaron muertos en las últimas 24 horas en combates contra las tropas sirias y Hezbolá, según informó el sábado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), organización cuya sede se encuentra en Londres.
