El ministro de Justicia, Mustafá Ramid, ha invitado a todos los marroquíes a pronunciarse sobre el texto en la página web del ministerio.
El código penal marroquí fue adoptado en 1962. La reforma abroga 40 artículos, añade otros 187 y modifica 576, ha declarado Ramid, una figura del partido islamista Justicia y Desarrollo (PJD).
Es una expresión de "la evolución significativa en términos de libertad y de respeto de los derechos humanos que ha experimentado Marruecos" y responde a la Constitución adoptada en 2011, en el contexto de la Primavera Árabe, señala el ministro.
Algunos artículos, como las "penas alternativas" para reducir la sobrepoblación carcelaria, la penalización de la tortura, el genocidio o el tráfico de seres humanos ha suscitado consenso. Pero el texto genera polémica en los temas morales.
Las relaciones sexuales fuera del matrimonio continúan prohibidas, aunque las penas de prisión se han reducido a un máximo de tres meses, en comparación con un año. Se aumenta sin embargo la multa, que puede ascender a casi 2.000 euros (2.147 dólares).
También se sigue castigando la inobservancia del ayuno durante el mes del Ramadán con seis meses de cárcel, que pueden suplirse con una multa máxima de 10.000 dirhams (950 euros, 1.020 dólares).
El ministro rechaza "poner en entredicho el islamismo del Estado", pero dice estar abierto al diálogo.
- 'Detractores' -
El texto introduce también la noción de "desprecio de las religiones", castigado con entre seis meses y dos años de prisión. El adulterio, el proselitismo o la homosexualidad siguen prohibidos. La pena de muerte continúa en vigor (desde 1993 se aplica de facto una moratoria).
Unas sanciones que han provocado protestas en las redes sociales con la palabra clave "el código penal no pasará".
Varios políticos se han sumado a las críticas. La incriminación de las relaciones sexuales fuera del matrimonio "no es realista", supondría "¡meter en la cárcel a todos los jóvenes!", ha estimado la diputada del Partido del Progreso y el Socialismo (PPS), Nuzha Skalli, una exministra de Familia.
"El código penal es el texto más importante después de la Constitución y debemos reflejar una visión para los 50 próximos años", afirma Abderrahim Jamai, que estima que el texto supone "un retroceso" en el ámbito de las libertades.
La prensa se ha sumado al debate.
En un editorial, el diario Aujourd'hui le Maroc estima que la posición del ministerio refleja "probablemente la opinión de buena parte o de la mayoría" de los marroquíes, pero recuerda que la sociedad ha cambiado muchos en los últimos 50 años.
At Tajdid, el diario próximo al partido islamista PJD, ha fustigado sin embargo a los "extremistas" que quieren liberalizar la legislación e "imponer a los marroquíes, amparándose en el universalismo, opciones rechazadas en el pasado", leyes "contrarias a los valores religiosos"