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"Después de tres meses de lucha, pese a todo lo lograron: han matado L'Unità", lamentaba el miércoles en la página internet del diario, el Comité de redacción de l'Unità.
El mismo día, en portada de una edición que proponía excepcionalmente 16 páginas en blanco en señal de protesta, l'Unità retomaba la misma formulación en portada: "Han matado L'Unità".
Los diferentes accionistas de la empresa editora, a su vez en liquidación, no lograron cerrar un acuerdo sobre un nuevo plan de rescate, que habría podido salvar el diario creado el 12 de febrero de 1924 por Antonio Gramsci, una de las figuras emblemáticas y fundadoras del comunismo italiano.
Unos 80 periodistas y empleados del diario, que ya han tenido que reducir en los tres últimos meses su salario, se encuentran ahora sin trabajo.
Como señal de la situación económica precaria del diario, su difusión se limitó en abril, última cifra conocida, en unos 21.000 ejemplares, según el organismo oficial encargado de supervisar la difusión de los medios italianos.
Los periodistas de L'Unità mantienen pese a todo la esperanza y el jueves el diario titulaba esta vez: "L'Unità está viva".
"Tenemos ya tres ofertas en la mesa de varios millones procedentes de diferentes empresarios", revelaba así el comité de redacción durante su última reunión.
"Queremos un acuerdo político que garantice un respeto de la historia de nuestro diario y la autonomía de nuestra redacción", advirtió sin embargo el comité.
El Partido Demócrata, en el poder en Italia desde febrero, forma parte de los principales accionistas de l'Unità, sin por ello que el diario sea oficialmente el del partido.
"No deja de ser sorprendente que el PD no haya logrado encontrar una solución" lamentaba Luca Lando, director del ahora exdiario.
