
Barak Obama.
Un grupo de seis senadores demócratas y republicanos, apodado la "banda de los seis", presentó este martes a puertas cerradas una nueva propuesta para aumentar el límite legal de la deuda federal, fijado en 14,9 billones de dólares y ya alcanzado a mediados de mayo. .
Según una fuente cercana, el plan prevé una reducción del gasto público de entre 3,6 y 3,7 billones de dólares en 10 años y propone modificaciones a los grandes programas sociales.
La iniciativa incluiría también un incremento de los ingresos del Estado federal sin aumentar los impuestos -medida a la que los republicanos se oponen radicalmente- sino reformando el sistema fiscal.
"Esta iniciativa es globalmente conforme a la propuesta que he defendido (...), pienso que es una etapa muy importante", dijo el presidente.
El campo republicano había desafiado al presidente este martes en la batalla sobre el límite de la deuda estadounidense al imponer una votación en el Congreso de un plan radical para reducir gastos y enmendar la constitución, a fin de equilibrar el presupuesto federal.
La Cámara de Representantes se pronunciará hacia las 18H00 locales (22H00 GMT) sobre la más reciente proposición de los republicanos: "reducir, limitar, equilibrar", mientras que la fecha límite del 2 de agosto se aproxima. Pasada esta fecha, Estados Unidos podría caer en una situación de cesación de pagos lo que conllevaría graves consecuencias económicas, según el Tesoro.
Pero la votación del martes se asemeja más a una maniobra política que a una solución real que resolvería el conflicto sobre el límite de la deuda federal, que llegó a la cifra máxima de 14,3 billones de dólares.
En efecto, este texto, decididamente conservador, no tiene oportunidad alguna de ser adoptado en el Senado en donde los demócratas detentan la mayoría. Igualmente, el presidente estadounidense, Barack Obama, anunció oficialmente el lunes que en el caso de que este texto sea aprobado opondría su veto.
Obama dijo este martes que hubo "algunos avances" en las negociaciones pero observó que no queda demasiado tiempo para concluirlas.
"Hubo algunos avances, en algunas de las discusiones. Cierta clarificación de los problemas", dijo el presidente a los periodistas, advirtiendo además sobre una eventual "reacción negativa de los mercados" en ausencia de un acuerdo.
La Bolsa de Nueva York terminó en fuerte alza luego de que Obama anunciara "avances" en las negociaciones: el Dow Jones ganó 1,63% y el Nasdaq 2,22%.
El presidente "apoya el acuerdo propuesto por un grupo de seis senadores", subrayó Peter Cardillo, de Avalon Partners.
El presidente republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner, afirmó el martes no querer "abandonar todas las esperanzas" sobre la votación de la noche. "Pero pienso que es responsable considerar un plan B", dijo durante una conferencia de prensa.
Boehner hacía alusión al plan de repliegue propuesto por el jefe de la minoría republicana Mitch McConnell.
Ese "plan B" otorgaría al presidente el poder de aumentar en tres etapas el techo de la deuda en 2,5 billones de dólares antes de fines 2012. Pero le dejaría a él sólo la responsabilidad -- y el riesgo político -- de un aumento del límite de la deuda.
El plan podría incluir también reducciones de gastos de hasta 1,5 billones de dólares en 10 años, medidas sobre las cuales los dos campos están de acuerdo. Sin embargo, el movimiento ultraconservador "Tea party", muy influyente en la Cámara, condenó ese plan de repliegue.
Mientras se procesan las negociaciones, la agencia de calificación financiera Moody's indicó este martes que examina la opción de degradar la nota "Aaa" de un tercio de los estados de la Unión que gozan de esta calificación, si el estado federal llega a perder esta nota.
"Si la nota del Estado federal estadounidense es degradada a Aa1 o menos, las notas de esos cinco Estados serán probablemente degradadas también", indicó Moody's en un comunicado, indicando que cada caso será examinado de forma separada.
Esta decisión es tomada tras la puesta bajo vigilancia de la nota "Aaa" de Estados Unidos, anunciada el 13 de julio.
Según una fuente cercana, el plan prevé una reducción del gasto público de entre 3,6 y 3,7 billones de dólares en 10 años y propone modificaciones a los grandes programas sociales.
La iniciativa incluiría también un incremento de los ingresos del Estado federal sin aumentar los impuestos -medida a la que los republicanos se oponen radicalmente- sino reformando el sistema fiscal.
"Esta iniciativa es globalmente conforme a la propuesta que he defendido (...), pienso que es una etapa muy importante", dijo el presidente.
El campo republicano había desafiado al presidente este martes en la batalla sobre el límite de la deuda estadounidense al imponer una votación en el Congreso de un plan radical para reducir gastos y enmendar la constitución, a fin de equilibrar el presupuesto federal.
La Cámara de Representantes se pronunciará hacia las 18H00 locales (22H00 GMT) sobre la más reciente proposición de los republicanos: "reducir, limitar, equilibrar", mientras que la fecha límite del 2 de agosto se aproxima. Pasada esta fecha, Estados Unidos podría caer en una situación de cesación de pagos lo que conllevaría graves consecuencias económicas, según el Tesoro.
Pero la votación del martes se asemeja más a una maniobra política que a una solución real que resolvería el conflicto sobre el límite de la deuda federal, que llegó a la cifra máxima de 14,3 billones de dólares.
En efecto, este texto, decididamente conservador, no tiene oportunidad alguna de ser adoptado en el Senado en donde los demócratas detentan la mayoría. Igualmente, el presidente estadounidense, Barack Obama, anunció oficialmente el lunes que en el caso de que este texto sea aprobado opondría su veto.
Obama dijo este martes que hubo "algunos avances" en las negociaciones pero observó que no queda demasiado tiempo para concluirlas.
"Hubo algunos avances, en algunas de las discusiones. Cierta clarificación de los problemas", dijo el presidente a los periodistas, advirtiendo además sobre una eventual "reacción negativa de los mercados" en ausencia de un acuerdo.
La Bolsa de Nueva York terminó en fuerte alza luego de que Obama anunciara "avances" en las negociaciones: el Dow Jones ganó 1,63% y el Nasdaq 2,22%.
El presidente "apoya el acuerdo propuesto por un grupo de seis senadores", subrayó Peter Cardillo, de Avalon Partners.
El presidente republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner, afirmó el martes no querer "abandonar todas las esperanzas" sobre la votación de la noche. "Pero pienso que es responsable considerar un plan B", dijo durante una conferencia de prensa.
Boehner hacía alusión al plan de repliegue propuesto por el jefe de la minoría republicana Mitch McConnell.
Ese "plan B" otorgaría al presidente el poder de aumentar en tres etapas el techo de la deuda en 2,5 billones de dólares antes de fines 2012. Pero le dejaría a él sólo la responsabilidad -- y el riesgo político -- de un aumento del límite de la deuda.
El plan podría incluir también reducciones de gastos de hasta 1,5 billones de dólares en 10 años, medidas sobre las cuales los dos campos están de acuerdo. Sin embargo, el movimiento ultraconservador "Tea party", muy influyente en la Cámara, condenó ese plan de repliegue.
Mientras se procesan las negociaciones, la agencia de calificación financiera Moody's indicó este martes que examina la opción de degradar la nota "Aaa" de un tercio de los estados de la Unión que gozan de esta calificación, si el estado federal llega a perder esta nota.
"Si la nota del Estado federal estadounidense es degradada a Aa1 o menos, las notas de esos cinco Estados serán probablemente degradadas también", indicó Moody's en un comunicado, indicando que cada caso será examinado de forma separada.
Esta decisión es tomada tras la puesta bajo vigilancia de la nota "Aaa" de Estados Unidos, anunciada el 13 de julio.