La propuesta prevé que la provincia británica en la isla irlandesa siga formando parte del Reino Unido al tiempo que mantenga su pertenencia a la UE. Ello permitiría a Irlanda del Norte comerciar libremente con las dos partes.
Además, Davis propone crear una zona tapón de 16 kilómetros de ancho en la frontera entre Irlanda del Norte e Irlanda, de unos 500 kilómetros, para evitar la necesidad de establecer allí puestos de control. El Ministerio del "Brexit" en Londres de momento ha declinado comentar la información del periódico "The Sun".
Sin embargo, es dudoso que el partido protestante norirlandés DUP respalde semejante propuesta. El DUP (Partido Unionista Democrático) apoya al Gobierno de minoría de la primera ministra británica Theresa May.
Actualmente, la frontera entre Irlanda del Norte e Irlanda apenas es visible. En la región hay un intenso intercambio de mercancías sin controles. Muchos obsevadores temen que el establecimiento de una frontera física pueda reavivar el conflicto entre protestantes probritánicos y católicos proirlandeses. Encuestas han revelado que muchas de las personas afectadas en la región estarían dispuestas a destruir los puestos de control fronterizo.
El problema podría desactivarse si el Reino Unido permanece en la unión arancelaria europea, algo que May rechaza hasta el momento. Las negociaciones sobre la salida del Reino Unido de la UE, prevista para marzo de 2019, apenas han avanzado en los dos últimos meses.
La UE considera insuficientes las alternativas propuestas por Londres, que consisten en una asociación arancelaria o medidas técnicas para evitar una frontera física.
Además, Davis propone crear una zona tapón de 16 kilómetros de ancho en la frontera entre Irlanda del Norte e Irlanda, de unos 500 kilómetros, para evitar la necesidad de establecer allí puestos de control. El Ministerio del "Brexit" en Londres de momento ha declinado comentar la información del periódico "The Sun".
Sin embargo, es dudoso que el partido protestante norirlandés DUP respalde semejante propuesta. El DUP (Partido Unionista Democrático) apoya al Gobierno de minoría de la primera ministra británica Theresa May.
Actualmente, la frontera entre Irlanda del Norte e Irlanda apenas es visible. En la región hay un intenso intercambio de mercancías sin controles. Muchos obsevadores temen que el establecimiento de una frontera física pueda reavivar el conflicto entre protestantes probritánicos y católicos proirlandeses. Encuestas han revelado que muchas de las personas afectadas en la región estarían dispuestas a destruir los puestos de control fronterizo.
El problema podría desactivarse si el Reino Unido permanece en la unión arancelaria europea, algo que May rechaza hasta el momento. Las negociaciones sobre la salida del Reino Unido de la UE, prevista para marzo de 2019, apenas han avanzado en los dos últimos meses.
La UE considera insuficientes las alternativas propuestas por Londres, que consisten en una asociación arancelaria o medidas técnicas para evitar una frontera física.