
Soldados yemeníes
Los combates estallaron durante una operación del ejército contra hombres armados de las tribus de la región, acusadas por las autoridades de estar detrás de los frecuentes sabotajes contra un oleoducto.
Inicialmente las fuentes indicaron que habían perecido siete combatientes tribales y cuatro soldados.
La operación se desarrolla en Wadi Habab, una zona situada a 140 km al este de Saná, precisó una fuente tribal, afirmando que el ejército "emplea todo tipo de armas y está recurriendo a la aviación".
"La campaña apunta a Saleh ben Husein Damaj, cuyos hombres sabotearon en varias ocasiones el oleoducto que pasa por su territorio", declaró otra fuente tribal.
Saleh ben Husein Damaj ordena esos sabotajes para que las autoridades atiendan su demanda de compensación de 100 millones de riyales (480.000 dólares) por un terreno que le habría sido confiscado en Saná, explicó la fuente.
Las autoridades yemeníes estiman que a causa de los sabotajes contra el oleoducto dejaron de percibir 1.000 millones de dólares sólo en 2012.
Además, estos actos hicieron caer un 4,5% las exportaciones petroleras del país, indicaron las autoridades sin precisar el volumen de las mismas.
El oleoducto objeto de tales sabotajes une en 320 kilómetros los pozos de Safer, al este de Marib, con el terminal de Ras Issa en el mar Rojo. Tiene una capacidad de 180.000 barriles diarios.
Inicialmente las fuentes indicaron que habían perecido siete combatientes tribales y cuatro soldados.
La operación se desarrolla en Wadi Habab, una zona situada a 140 km al este de Saná, precisó una fuente tribal, afirmando que el ejército "emplea todo tipo de armas y está recurriendo a la aviación".
"La campaña apunta a Saleh ben Husein Damaj, cuyos hombres sabotearon en varias ocasiones el oleoducto que pasa por su territorio", declaró otra fuente tribal.
Saleh ben Husein Damaj ordena esos sabotajes para que las autoridades atiendan su demanda de compensación de 100 millones de riyales (480.000 dólares) por un terreno que le habría sido confiscado en Saná, explicó la fuente.
Las autoridades yemeníes estiman que a causa de los sabotajes contra el oleoducto dejaron de percibir 1.000 millones de dólares sólo en 2012.
Además, estos actos hicieron caer un 4,5% las exportaciones petroleras del país, indicaron las autoridades sin precisar el volumen de las mismas.
El oleoducto objeto de tales sabotajes une en 320 kilómetros los pozos de Safer, al este de Marib, con el terminal de Ras Issa en el mar Rojo. Tiene una capacidad de 180.000 barriles diarios.