El boom de los gimnasios y la afición a los productos con menos grasas penetraron con fuerza en la vida de los estadounidenses, pero los últimos estudios revelan que dos de cada tres de ellos son obesos o tienen sobrepeso.
El problema es que "el 80% de los 600.000 productos que hay en los supermercados son hipercalóricos", aseguran en el film la directora Stephanie Soechtig y las producturas Katie Couric y Laurie David, esta última ganadora de un Óscar por el documental "Una verdad incómoda".
"Fed Up" (Hartos) -que se estrena el viernes en Estados Unidos y a lo largo del año en Latinoamérica con la narración del actor mexicano Kuno Becker- revela cómo el sector de la industria alimentaria logró que Washington recomendara que el 25% de las calorías que se ingieren en el día vengan del azúcar. La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja 2,5 veces menos.
"Hoy el gobierno está más interesado en hacer dinero que en cuidar la salud de sus ciudadanos", cuenta Soechtig a la AFP. "Hay mucho dinero en la industria alimentaria y, desgraciadamente, ésta influye en la política".
Este problema no es exclusivo de Estados Unidos. La OMS también ha dado la voz de alarma en México, Sudáfrica, Arabia Saudí, Venezuela y Jordania, entre otros, donde más del 30% de la población es obesa o tiene sobrepeso.
- Resistir a la tentación -
Los testimonios de tres niños -uno de ellos de origen mexicano- desmitifican que dieta y ejercicio sean la combinación ideal para adelgazar. A pesar del esfuerzo, relatan que siguen ganando peso y tienen dificultades para comer sano cuando en su entorno ("familia, amigos, televisión y supermercados") pululan alimentos procesados que "están buenísimos".
La cosa se pone más difícil a la hora de almorzar en la escuela, donde los comedores ofrecen pizzas, nachos y perros calientes.
El documental critica que en 2012 la mitad de las escuelas servía comida rápida y que en 2006 el 80% de los centros secundarios tenía contratos con empresas de refrescos.
Cuando la primera dama Michelle Obama lanzó su movimiento "Let's move" (Movámonos), el sector tembló y los analistas intuyeron un cambio positivo. En un principio debía impulsar políticas que obligaran a las empresas a vender comida con menos azúcar agregado, pero ha terminado por promocionar el ejercicio y una vida más sana.
Y los productos de marcas como Coca-Cola, Pizza Hut o Pepsi no desaparecieron de los pasillos de las escuelas.
- Votos por calorías -
Endocrinólogos y nutricionistas llevan décadas alertando del problema de la obesidad. "Pero no creo que la gente sea realmente consciente de lo que está pasando", reconoce Soechtig.
La OMS advierte que la obesidad infantil es causada tanto por una alimentación hipercalórica y una rutina sedentaria, como por las malas políticas en agricultura, medio ambiente, educación y procesamiento.
Los datos son contundentes: en 1980 no había casos de diabetes tipo 2 en niños de entre 8 y 19 años en Estados Unidos. Dos décadas después se registraron 57.638, según el film, que ya fue proyectado durante el festival de Sundance en enero.
"Fed Up" sostiene que los padres pueden revertir esta situación. "Podemos cambiar la industria alimentaria no comprando sus productos y presionando a nuestros políticos, votando a los que sí apoyan convertirnos en una sociedad mejor", estima.
"Los padres son increíblemente poderosos. Deben empezar a cocinar en casa y dejar de usar comida procesada. También tienen que crear un entorno más sano en casa y asegurarse de que la comida que dan a sus hijos es buena", defiende la directora.
De lo contrario, los casos de reducción de estómago ("bypass gástrico") en menores aumentarán, al igual que los niveles de colesterol, la diabetes y los ataques al corazón. Por ahora, los estudios ya afirman que el 95% de los estadounidenses será obeso o tendrá sobrepeso en 2034.