TEL AVIV, 2 agosto 2009 (AFP) - "Todo indica que fue un incidente criminal y no un ataque terrorista, ya que fue dirigido deliberadamente contra la comunidad gay y lesbiana", dijo a la AFP el portavoz de la policía, Micky Rosenfeld.
El ataque dejó dos muertos, Nir Katz (26 años) y Liz Tarbishi (17 años), así como unos quince heridos, tres de ellos de gravedad, según los médicos.
Un desconocido enmascarado y vestido de negro disparó con un arma automática contra un grupo de jóvenes gays y lesbianas a la entrada del centro gay, situado en el corazón de Tel Aviv, en la esquina de las calles Ahad Haam y Nachmani, y se dio a la fuga, según testigos.
Miles de personas se congregaron por la noche en el centro de Tel Aviv para denunciar este ataque.
"Lo que pasó sólo puede ser calificado como un ataque terrorista", afirmó, por su parte, el viceprimer ministro, Sylvan Shalom.
El jefe del Gobierno, Benjamin Netanyahu, ordenó a la policía hacer todo lo posible "para encontrar al asesino y llevarlo ante la justicia".
Al igual que el resto de la clase política israelí, el primer ministro repudió el ataque: "Somos un Estado de derecho, democrático, somos un país de tolerancia", afirmó.
"La comunidad (homosexual) no se dejará amedrentar, afrontará con cabeza alta y orgullo a todos aquellos que la amenacen, a la guerra replicaremos con la guerra", afirmó un diputado opositor de izquierdas, Nitzan Horowitz, del partido Meretz.
"Sólo estamos en la fase preliminar de la investigación. Las búsquedas continúan y no estamos seguros de los motivos del ataque porque este centro no recibió amenazas recientemente", declaró el comandante Shahar Ayalon, jefe de la policía de Tel Aviv.
Sin embargo, ordenó el cierre de uno de los bares homosexuales cercanos como medida de precaución e instó a todos los establecimientos a mostrarse "particularmente cautelosos".
El ministro de Seguridad Interior, Yitzhak Aharonovich, consideró que el atentado tenía motivaciones homófobas, según la radio militar.
Representantes de la comunidad homosexual recordaron que en el pasado, desconocidos habían pintado cruces esvásticas en la entrada del centro.
"No es sorprendente que un crimen así pueda haberse cometido dada la incitación al odio contra la comunidad homosexual", declaró el presidente de la comunidad de gays y lesbianas de Tel Aviv, Mai Pelem, refiriéndose a los virulentos ataques verbales de la comunidad religiosa contra la homosexualidad.
"Ni en nuestras peores pesadillas hubiéramos imaginado que el odio contra nuestra comunidad, que no hace daño a nadie, llegara tan lejos", comentó el presidente de la asociación nacional de gays y lesbianas de Israel, Mike Hamel.
Si la investigación confirma la motivación homófoba, se trataría de la agresión más grave cometida en Israel contra gays y lesbianas.
En 2005, un judío ortodoxo había apuñalado a tres participantes en la Gay Pride. Luego fue condenado a 12 años de reclusión.
Tel Aviv tiene fama de ser una ciudad más liberal que Jerusalén.
A pesar de la hostilidad que los homosexuales, sobre todo los masculinos, suscitan en los círculos religiosos de Israel, que la consideran una "abominación", la homosexualidad no está castigada con sanciones penales desde 1988 y ciertos derechos de las parejas gays o lesbianas son reconocidos por los tribunales.
bur-jlr/chw/feb/am/js
© 1994-2009 Agence France-Presse
El ataque dejó dos muertos, Nir Katz (26 años) y Liz Tarbishi (17 años), así como unos quince heridos, tres de ellos de gravedad, según los médicos.
Un desconocido enmascarado y vestido de negro disparó con un arma automática contra un grupo de jóvenes gays y lesbianas a la entrada del centro gay, situado en el corazón de Tel Aviv, en la esquina de las calles Ahad Haam y Nachmani, y se dio a la fuga, según testigos.
Miles de personas se congregaron por la noche en el centro de Tel Aviv para denunciar este ataque.
"Lo que pasó sólo puede ser calificado como un ataque terrorista", afirmó, por su parte, el viceprimer ministro, Sylvan Shalom.
El jefe del Gobierno, Benjamin Netanyahu, ordenó a la policía hacer todo lo posible "para encontrar al asesino y llevarlo ante la justicia".
Al igual que el resto de la clase política israelí, el primer ministro repudió el ataque: "Somos un Estado de derecho, democrático, somos un país de tolerancia", afirmó.
"La comunidad (homosexual) no se dejará amedrentar, afrontará con cabeza alta y orgullo a todos aquellos que la amenacen, a la guerra replicaremos con la guerra", afirmó un diputado opositor de izquierdas, Nitzan Horowitz, del partido Meretz.
"Sólo estamos en la fase preliminar de la investigación. Las búsquedas continúan y no estamos seguros de los motivos del ataque porque este centro no recibió amenazas recientemente", declaró el comandante Shahar Ayalon, jefe de la policía de Tel Aviv.
Sin embargo, ordenó el cierre de uno de los bares homosexuales cercanos como medida de precaución e instó a todos los establecimientos a mostrarse "particularmente cautelosos".
El ministro de Seguridad Interior, Yitzhak Aharonovich, consideró que el atentado tenía motivaciones homófobas, según la radio militar.
Representantes de la comunidad homosexual recordaron que en el pasado, desconocidos habían pintado cruces esvásticas en la entrada del centro.
"No es sorprendente que un crimen así pueda haberse cometido dada la incitación al odio contra la comunidad homosexual", declaró el presidente de la comunidad de gays y lesbianas de Tel Aviv, Mai Pelem, refiriéndose a los virulentos ataques verbales de la comunidad religiosa contra la homosexualidad.
"Ni en nuestras peores pesadillas hubiéramos imaginado que el odio contra nuestra comunidad, que no hace daño a nadie, llegara tan lejos", comentó el presidente de la asociación nacional de gays y lesbianas de Israel, Mike Hamel.
Si la investigación confirma la motivación homófoba, se trataría de la agresión más grave cometida en Israel contra gays y lesbianas.
En 2005, un judío ortodoxo había apuñalado a tres participantes en la Gay Pride. Luego fue condenado a 12 años de reclusión.
Tel Aviv tiene fama de ser una ciudad más liberal que Jerusalén.
A pesar de la hostilidad que los homosexuales, sobre todo los masculinos, suscitan en los círculos religiosos de Israel, que la consideran una "abominación", la homosexualidad no está castigada con sanciones penales desde 1988 y ciertos derechos de las parejas gays o lesbianas son reconocidos por los tribunales.
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