Pero hay algo claro: no hay nada igual en el mundo. Y si uno de los atractivos de viajar es conocer lugares diferentes no hay duda de que Dubai cumplirá con todas las expectativas. Mucha gente lo piensa: este emirato recibe al año más visitantes que la India. Parece que en Dubai sólo vale "lo más". Por ejemplo, el edificio más alto del mundo, el Burj Dubai, que probablemente se inaugure en enero de 2010 y alcance los 818 metros de altura (todos los datos sobre esta torre han estado siempre ocultos). En la torre se abrirá el primer hotel Armani , y en el mismo complejo se encuentra The Dubai Mall, el centro comercial más grande del mundo. Y si la crisis no lo impide, en algún momento se inaugurará Dubailand, que aspira a ser la atracción turística más grande y espectacular del planeta. Si alguien se pregunta qué puede ofrecer para pretender ese calificativo le responderán que tendrá, entre otras cosas, una copia de Venecia, de la torre Eiffel y de las pirámides de Egipto. A tamaño más grande que los originales.
Dubai es un conglomerado urbano que se extiende a lo largo de 25 kilómetros junto a la costa del golfo Pérsico. Y luego están las islas artificiales que tienen la forma de palmeras, el mundo y los planetas (con las obras detenidas). Por un lado están Bur Dubai y Deira, los dos barrios que mantienen algo de historia. Se encuentran a ambos lados del Creek, la desembocadura de un antiguo río y donde se levantó la ciudad original. Bur Dubai es el lugar para conocer la arquitectura tradicional. Un detalle peculiar de la misma son las llamadas torres de viento, una estructura que capta la brisa y genera una cierta corriente de aire que refresca las casas. El mejor lugar para verlas es Bastakia, un barrio muy restaurado pero que permite hacerse una idea del Dubai antiguo. Después hay que cruzar el Creek y llegar a Deira donde se encuentran los zocos tradicionales: el de las Especias, el de los Perfumes y el Cubierto (que está al aire libre). Y el del Oro, que es realmente el del oro.
Otras zona en la que brilla el Dubai del futuro es el tramo de costa en el que se encuentra el hotel Burj al Arab, con su característica forma de vela inflada por el viento, probablemente el más caro del planeta- y Madinat Jumeirah, un centro comercial con forma de pueblo tradicional con todo tipo de tiendas que incluye dos hoteles de lujo. Un par de kilómetros hacia el interior está el Mall of Emirates, con una de las atracciones más extravagantes del emirato: el Ski Dubai, la mayor pista de esquí interior del mundo. Afuera puede hacer 50º, pero dentro se esquía sin problemas.
El desierto empieza justo donde acaba el último rascacielos, y es un lugar para hacer un cambio de aires. El contraste más extremo se puede encontrar en la Reserva de Conservación del Desierto de Dubai, a unos 45 km. de la ciudad. Más allá de excursiones a pie, a caballo, a camello o en todo terreno por las dunas de color albaricoque, lo más interesante son las demostraciones de caza con halcón y la observación de fauna salvaje, entre los que destacan los orix. En esta reserva uno se siente muy muy lejos de los rascacielos de Dubai.
Dubai es un conglomerado urbano que se extiende a lo largo de 25 kilómetros junto a la costa del golfo Pérsico. Y luego están las islas artificiales que tienen la forma de palmeras, el mundo y los planetas (con las obras detenidas). Por un lado están Bur Dubai y Deira, los dos barrios que mantienen algo de historia. Se encuentran a ambos lados del Creek, la desembocadura de un antiguo río y donde se levantó la ciudad original. Bur Dubai es el lugar para conocer la arquitectura tradicional. Un detalle peculiar de la misma son las llamadas torres de viento, una estructura que capta la brisa y genera una cierta corriente de aire que refresca las casas. El mejor lugar para verlas es Bastakia, un barrio muy restaurado pero que permite hacerse una idea del Dubai antiguo. Después hay que cruzar el Creek y llegar a Deira donde se encuentran los zocos tradicionales: el de las Especias, el de los Perfumes y el Cubierto (que está al aire libre). Y el del Oro, que es realmente el del oro.
El Ski Dubai, la mayor pista interior del mundo, permite practicar este deporte sea cual sea la temperatura imperante fuera.
A unos pocos kilómetros de distancia sorprende la avenida Sheikh Zayed Road. El tramo que se inicia en el Dubai World Trade Center y llega hasta Burj Dubai es una sucesión interminable de rascacielos y, aunque muchos de ellos no son imponentes en sí mismo, el conjunto forma una imagen extraordinaria. Aquí está el centro financiero de Dubai y muchos de los hoteles de lujo, y entre todos los edificios destacan las Emirate Towers , dos torres de planta triangular. Otras zona en la que brilla el Dubai del futuro es el tramo de costa en el que se encuentra el hotel Burj al Arab, con su característica forma de vela inflada por el viento, probablemente el más caro del planeta- y Madinat Jumeirah, un centro comercial con forma de pueblo tradicional con todo tipo de tiendas que incluye dos hoteles de lujo. Un par de kilómetros hacia el interior está el Mall of Emirates, con una de las atracciones más extravagantes del emirato: el Ski Dubai, la mayor pista de esquí interior del mundo. Afuera puede hacer 50º, pero dentro se esquía sin problemas.
El desierto empieza justo donde acaba el último rascacielos, y es un lugar para hacer un cambio de aires. El contraste más extremo se puede encontrar en la Reserva de Conservación del Desierto de Dubai, a unos 45 km. de la ciudad. Más allá de excursiones a pie, a caballo, a camello o en todo terreno por las dunas de color albaricoque, lo más interesante son las demostraciones de caza con halcón y la observación de fauna salvaje, entre los que destacan los orix. En esta reserva uno se siente muy muy lejos de los rascacielos de Dubai.