En servicio desde 1971, la nave de transporte anfibia, dotada de una pista para helicópteros, fue transformada en base flotante destinada a suministrar apoyo logístico a todo tipo de operaciones (de desminado, patrullajes costeros, fuerzas especiales, helicópteros). Su tripulación está compuesta por 205 marinos, de los cuales la mayoría son civiles.
"El papel del Ponce como base flotante interina avanzada (AFSB-I) fortalece nuestra capacidad de realizar operaciones de seguridad marítima y nos da una mayor flexibilidad para apoyar una amplia gama de operaciones con nuestros socios en la región", explica en un comunicado el vicealmirante John Miller, jefe de la Marina en Medio Oriente (Navcent).
Además de los dos portaaviones --"USS Abraham Lincoln" y el "USS Enterprise"-- que se encuentran en el Golfo o en el Mar de Omán, Estados Unidos reforzó de manera significativa sus medios militares en la región.
Cuatro barreminas llegaron el 23 de junio a la zona, llevando a ocho el número de naves de ese tipo en el Golfo o en sus cercanías. Por su parte, la Fuerza Aérea estadounidense envió a fines de abril dos cazas furtivos F-22 a la base aérea de Al Dhafra, en Emiratos Arabes Unidos.
Estados Unidos y sus aliados están preocupados por un eventual bloqueo del estrecho de Ormuz por parte de Teherán, que dispone de numerosas minas navales, en caso de aumento de las tensiones por su controvertido programa nuclear.
El estrecho, que cierra el Golfo, es un paso estratégico para el transporte marítimo de crudo.