El Pentágono dijo que "tras un análisis minucioso" de sus antecedentes, los cuatro presos --Shawali Khan, Khi Ali Gul, Abdul Ghani y Mohammed Zahir--, todos afganos, fueron trasladados de la prisión para ser enviados a su país.
"Como resultado de ese análisis, que examinó una serie de factores, incluidos asuntos de seguridad, los seis departamentos y organismos de la fuerza especial de tareas aprobaron por unanimidad el traslado de estos hombres", agregó el Pentágono en un comunicado.
La repatriación de los cuatro afganos tiene lugar tras el envío a principios de mes de otros seis presos sirios de Guantánamo a Uruguay, donde llegaron junto a sus familias en condición de refugiados e iniciaron un proceso de inclusión social.
Tras estos traslados, quedan 132 detenidos en la base estadounidense, lo que acerca al presidente Barack Obama a cumplir su promesa de cerrar la prisión -creada para alojar presos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001- antes de concluir su mandato.
Los cuatro afganos, de entre 40 y 50 años, fueron capturados en su país entre 2002 y 2003 bajo sospecha de tener nexos con los talibanes y la agrupación Al Qaida.
Sin embargo, sus abogados argumentaban desde hace mucho tiempo que la evidencia contra ellos era insuficiente.
El abogado de Abdul Ghani, detenido en Kandahar en diciembre de 2002, aseguró que su defendido era un simple agricultor arrestado por estar en el lugar y momento equivocados.
En tanto la defensa de Shawali Khan, quien fue entregado al Ejército estadounidense por sus pares afganos en noviembre de 2002, denunció que el afgano fue enviado a Guantánamo con base en evidencia no corroborada y procedente de un solo informante.
En Kabul, el Alto Consejo de Paz de Afganistán, creado por el gobierno para fortalecer las relaciones con los insurgentes, celebró la liberación de los cuatro detenidos, quienes se reunirán con sus familias "en un futuro cercano", según informó este órgano.
Pero a su vez, el Consejo "demanda insistentemente que todos los prisioneros restantes sean transferidos lo antes posible", indicó en un comunicado.
Obama llegó al poder hace seis años prometiendo cerrar Guatánamo, pero sus esfuerzos han sido frustrados ante una combinación de la oposición en el Congreso y la dificultad de encontrar países receptores de los prisioneros, quienes a menudo son rechazados en sus naciones bajo sospecha de estar vinculados al terrorismo.
De los 132 detenidos restantes en Guantánamo, 63 han sido declarados como "liberables" por la administración de Obama, pero 54 de ellos son yemenís y no pueden volver a sus hogares debido a la crisis que atraviesa su país.
Al menos 15 son clasificados como detenidos de "alto valor", entre ellos el autor intelectual de los ataques de 2001, Jalid Sheij Mohamed, y el indonesio Riduan bin Isomuddi, descrito como el "Osama Bin Laden del Sureste de Asia".
La legislación estadounidense actual prohíbe el traslado a Estados Unidos de un detenido de Guantánamo para enjuiciarlo o liberarlo.
Para que este centro de detención sea cerrado, Obama deberá persuadir al Congreso de que acepte transferir a los presos a instalaciones en Estados Unidos, lo cual es poco probable según los analistas.