Pese a que la embajada ya operaba con un personal reducido, los funcionarios que permanecían en la representación diplomática salieron hacia Túnez, horas después que el gobierno interino libio alertara de que el Estado podía "hundirse" a causa de los enfrentamientos entre milicias rivales por el control del aeropuerto de Trípoli.
El secretario de Estado, John Kerry, dijo desde París, donde participa en la reunión de ministros de Exteriores sobre Gaza, que hubo un "riesgo real" para el personal e insistió en que Estados Unidos "suspendió" las operaciones pero que no cerrará la embajada en la capital libia.
"Debido a la violencia actual a raíz de los enfrentamientos entre milicias libias en las inmediaciones de la embajada de Estados Unidos en Trípoli, hemos relocalizado todo nuestro personal fuera de Libia", dijo la portavoz adjunta de Estado, Marie Harf en un comunicado.
"Estamos comprometidos en apoyar al pueblo libio durante este período de desafíos, y estamos analizando todas las opciones para un regreso permanente a Trípoli en cuanto la seguridad en el terreno mejore", añadió.
El portavoz del Pentágono, almirante John Kirby, informó que "el personal de la embajada fue llevado en vehículos a Túnez" en un operativo de cinco horas que se desarrolló sin inconvenientes y fue vigilado desde el aire mediante aviones caza y helicópteros entre otros.
Los agentes de seguridad de la Marina estadounidense apostados en la embajada también fueron evacuados y vigilaron el convoy, pero las autoridades del país no aclararon de cuántas personas en total se trataba.
Harf añadió que mientras tanto "el personal operará desde Washington y otros puestos de la región".
El Departamento de Estado recomendó asimismo que los ciudadanos no viajen a Libia y urgió a todos aquéllos que estén en el país a salir "de inmediato".
El comunicado añade que "la situación en Libia, en términos de seguridad, se mantiene impredecible e inestable".
- Demasiado cerca -
Nuevos enfrentamientos estallaron el viernes entre milicias libias que luchan por tomar el control del aeropuerto internacional de Trípoli, blanco de choques desde el 13 de julio que provocaron el cierre inmediato de las conexiones aéreas del país con el resto del mundo.
"Lamentablemente tuvimos que tomar esta decisión porque nuestra embajada está ubicada muy cerca de los intensos enfrentamientos y de la violencia entre facciones armadas libias", dijo Harf.
La portavoz confirmó que el personal de la embajada "salió del país" y que llegó a Túnez temprano este sábado.
Estados Unidos sufrió en 2012 el ataque de militantes a su legación diplomática en la ciudad de Bengasi (este) en el que el embajador Chris Stevens y tres miembros del personal estadounidense murieron.
En los recientes enfrentamientos fallecieron al menos 47 personas y otras 120 resultaron heridas, según el ministerio de Salud libio.
Estos enfrentamientos --los más violentos en la capital libia desde la caída del régimen de Muamar Gadafi, en 2011--, estallaron después de un ataque dirigido por un grupo armado integrado por combatientes islamistas y exrebeldes de la ciudad de Misrata (200 km al este de Trípoli) que trata de expulsar a los exinsurgentes de Zenten, que fueran camaradas de armas.
Varios países, incluidos Arabia Saudita y Argelia, ya habían cerrado su embajada en Libia este año.