EEUU no se convertirá en una prisión en nombre de la seguridad (ministro)


Washington, Estados Unidos. - El gobierno de Estados Unidos tiene la capacidad de convertir al país en un espacio "perfectamente seguro" e impedir la inmigración ilegal, pero no lo hará porque ello equivaldría a una "prisión", alertó el jueves el secretario de Seguridad Interna, Jeh Johnson.



Jeh Johnson
Jeh Johnson

Durante un discurso sobre las medidas adoptadas por el país para controlar la oleada de inmigrantes ilegales en la frontera sur del país, Johnson aseguró que tornar el país impenetrable en nombre de la seguridad no está en los planes de Washington.

"Seguridad interna significa alcanzar un equilibrio. En nombre de la seguridad interna, puedo construirles una ciudad perfectamente segura, pero sería una prisión", expresó Johnson durante un discurso ante el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), en Washington.

De acuerdo con el Secretario, se pueden "construir más vallas, instalar más dispositivos invasivos, hacer más preguntas, pedir más respuestas, y alarmar a la gente al punto que todos seamos sospechosos de todos y optemos por quedarnos en casa".

No obstante, añadió, "eso nos costará lo que somos como nación de personas que respetan la ley, aprecian la privacidad, disfrutan de las libertades y celebran la diversidad. Y de personas que no tienen miedo".

Por esa razón, añadió en referencia a la situación en la frontera con México, "simplemente construir más vallas no es la respuesta".

Estados Unidos, afirmó Johnson, posee "la capacidad de inteligencia, equipos de vigilancia y tecnología para hacer más. Tenemos que ir en esa dirección, de forma de concentrar recursos en la inteligencia y vigilancia para saber dónde están las amenazas" en la frontera Sur.

Para las personas que ingresen clandestinamente al país, dijo, el mensaje es muy claro: "Nuestra frontera no está abierta a la inmigración ilegal, y si usted viene ilegalmente será enviado de retorno de acuerdo con nuestras leyes y nuestros valores", puntualizó.

El Senado de Estados Unidos aprobó en 2013 una ambiciosa reforma de toda la legislación migratoria en el país, pero el proyecto de ley quedó sepultado sin esperanzas en la Cámara de Representantes (diputados), controlada por la oposición al presidente Barack Obama.

Ante la incapacidad de hacer aprobar la reforma migratoria, Obama se dijo dispuesto de hacer uso de instrumentos propios del poder ejecutivo para hacer avanzar aspectos específicos del programa, pero decidió postergar esas medidas hasta después de las elecciones legislativas que se disputarán en noviembre.

La inmigración se convirtió en un asunto candente este año por la ola de miles de niños, en su mayoría centroamericanos, que cruzaron ilegalmente la frontera sur sin compañía de sus padres.

Jueves, 9 de Octubre 2014
AFP (Agencia France-Presse)
           


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