Por el momento hay 35 estados donde son legales las bodas gay, pero no necesariamente todas son reconocidas a nivel federal. Esto quiere decir, por ejemplo, que una persona homosexual casada en un estado puede no heredar los bienes de su pareja en otro estado.
Ahora, luego de que la Corte Suprema de Justicia decidió la semana pasada no pronunciarse sobre el debate y validó de facto las bodas gay en siete estados más, el gobierno estadounidense anunció que reconocerá estas nuevas adiciones a nivel federal.
En consecuencia, 26 de los 50 estados estadounidenses, más la capital Washington, reconocen las bodas gays con los mismos derechos y beneficios de las parejas tradicionales a lo ancho y largo de todo el país.
"No demoraremos en el cumplimiento de nuestra responsabilidad de permitir que todas las parejas, sean del mismo sexo o de sexos opuestos, tengan todos los derechos y responsabilidades que les corresponden", dijo el fiscal general estadounidense, Eric Holder, en un mensaje de video.
"Con sus muy esperadas uniones, estamos cada vez más cerca de garantizar la plena igualdad de derechos a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales estadounidenses en todo el país".
Los siete estados que subieron a la ola de las bodas gays gracias a la reciente decisión de la Corte Suprema fueron Colorado, Indiana, Nevada, Oklahoma, Utah, Virginia y Wisconsin.
Se espera que la cantidad de estados que reconozcan las uniones homosexuales siga creciendo, a medida que el tema concita la aprobación de los estadounidenses y que los conservadores comienzan a tirar la toalla.
El 56% de los estadounidenses está a favor del matrimonio homosexual, según un sondeo de CBS News/New York Times de septiembre. Pero más llamativo aún es que el 41% de los republicanos (derecha conservadora) también simpatiza con este derecho, de acuerdo al mismo estudio.