"Hemos acordado las bases (de un acuerdo) que será sometido a una Loya Jirga", explicó el jefe de la diplomacia estadounidense al referirse a una asamblea tradicional afgana que votará esta semana el acuerdo de seguridad bilateral (BSA, por sus siglas en inglés) entre Washington y Kabul.
De aprobarse, el BSA, que entraría en vigor el 1 de enero de 2015 "hasta finales de 2024 y más allá" -a menos de que una de las partes decidieran terminarlo-, garantizará la presencia de 75.000 soldados de la OTAN más allá de 2014 para evitar que la salida de la organización desencadene una ola de atentados y disturbios.
La Loya Jirga se reunirá de jueves a domingo en Kabul y reunirá a unos 2.500 representantes de la sociedad afgana, que deben manifestar su apoyo o rechazo al acuerdo.
El gobierno afgano publicó por su parte un proyecto de acuerdo según el cual los soldados estadounidenses que se queden en el país tras la retirada definitiva de las tropas de la OTAN a finales de 2014 gozarán de inmunidad jurisdiccional, principal desavenencia entre Estados Unidos y Afganistán.
Washington tenía previsto mantener un contingente en Irak tras repatriar a sus tropas en 2011, pero abandonó la idea cuando Bagdad se negó a dar esta inmunidad a sus militares.
Kerry también señaló que en la conversación no se ha abordado la posibilidad de que Estados Unidos ofrezca sus "excusas" a Afganistán por los acontecimientos de los últimos 12 años, después de que Washington invadiera el país para derrocar al régimen talibán.
La consejera de Seguridad Nacional del presidente Barack Obama, Susan Rice, dijo el martes que su gobierno no debe pedir perdón a Afganistán por los "errores" cometidos o el sufrimiento causado a los civiles afganos.
Según una versión del texto del acuerdo desvelado por el Ministerio de Relaciones Públicas afgano, Kabul ha aceptado que "Estados Unidos detenga el derecho exclusivo de juzgar" a los soldados estadounidenses que comentan crímenes en suelo afgano.
El segundo artículo del texto señala que las autoridades estadounidenses mantendrán su cooperación con las afganas ofreciendo "consejo", "entrenamiento" y "apoyo", además de "reforzar las fuerzas aéreas afganas".
Ambos países acordaron también seguir la lucha conjunta contra Al Qaida.
Por otra parte, el documento ofrece una lista de nueve emplazamientos militares que podría utilizar Estados Unidos, entre ellos la gigantesca base de Bagram, al norte de Kabul, que ya está bajo control estadounidense.
Si la Loya Jirga no aprueba el acuerdo, el BSA será enviado al Parlamento antes de que Karzai lo promulgue.