
Julian Assange
Ecuador "ha decidido conceder asilo diplomático" a Julian Assange, dijo Patiño en la sede de la cancillería en Quito, minutos después de que el presidente Rafael Correa escribiera en Twitter "nadie nos va a atemorizar".
"Lo que tendríamos que lograr para que el señor Assange pueda venir a nuestro país es que el gobierno británico ofrezca el salvoconducto", precisó el canciller ecuatoriano.
En una conferencia de prensa en Londres, el ministro británico de Relaciones Exteriores William Hague indicó que su país está "decepcionado" por la decisión de Ecuador y confirmó que no se permitirá que Assange salga libre del país.
"Nosotros no autorizaremos a Assange a salir libremente del Reino Unido, y no hay ninguna base legal para que lo hagamos", dijo Hague, quien precisó que Londres no amenazó a la embajada ecuatoriana.
"No hay amenaza alguna aquí de tomar por asalto una embajada. Estamos hablando de una ley del Parlamento de este país, que hace hincapié en que deben utilizarse (las embajadas) en plena conformidad con el derecho internacional", puntualizó el ministro.
Añadió que "los británicos tienen la obligación de extraditarlo hacia Suecia (...) nuestro socio cercano en tantas áreas, y una democracia amiga en Europa".
Assange, de 41 años, es requerido por la justicia sueca por supuestos delitos de agresión sexual que él niega haber cometido.
El propio Assange reaccionó calificando a la decisión ecuatoriana como una "victoria importante para mí y mi gente".
Patiño aclaró que en caso de que Londres no le otorgue un salvoconducto para viajar a Quito, Assange "seguirá estando protegido por nuestra embajada" y descartó que esta decisión sobre el asilo implique una ruptura en las relaciones con Gran Bretaña.
El abogado defensor de Assange, el ex juez Baltasar Garzón, declaró que si el Reino Unido no le extiende un salvoconducto a Assange recurrirá a la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
"Lo que tiene que hacer Reino Unido es aplicar las obligaciones diplomáticas de la Convención del Refugiado y dejarle marchar dándole un salvoconducto. De lo contrario, acudiremos a la Corte Internacional de Justicia" (CIJ), dijo Garzón en declaraciones publicadas por la edición digital del diario El País.
Suecia, en tanto, convocó al embajador ecuatoriano por considerar "inaceptable que Ecuador quiera detener el proceso judicial sueco y la cooperación judicial europea", declaró a la AFP el portavoz del ministerio sueco de Exteriores, Anders Jörle.
Patiño dijo por su parte que "Ecuador auscultó la posibilidad de que el Gobierno sueco estableciera garantías para que no se extraditara en secuencia a Assange a los Estados Unidos", pero que "el Gobierno sueco rechazó cualquier compromiso en este sentido"
El gobierno de Ecuador convalidó los argumentos de Assange, que denuncia una persecución política de varios países, especialmente Estados Unidos, debido a la publicación de cientos de miles de cables diplomáticos y de documentos de Washington sobre las guerras de Irak y Afganistán.
"De darse una extradición a Estados Unidos, el señor Assange no tendría un juicio justo, podría ser juzgado por tribunales especiales o militares y no es inverosímil que se le aplique un trato cruel y degradante y se le condene a cadena perpetua o a la pena capital, con lo cual no serían respetados sus derechos humanos", dijo Patiño.
Estados Unidos negó este jueves haber presionado a Gran Bretaña para que detuviera a Assange.
La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland se limitó a decir sobre el tema que "no hay información para indicar que sea verdad" que Washington haya presionado a Gran Bretaña en este caso.
Assange se refugió en la embajada ecuatoriana el 19 de junio, tras haber agotado todos los recursos legales para evitar su extradición a Suecia.
El canciller ecuatoriano señaló que tras casi dos meses de "diálogo al más alto nivel" con los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido y Suecia, su país tiene "serios indicios" de la posibilidad de "represalias" contra Assange, "que pueden poner en riesgo su integridad, seguridad e incluso su vida".
En su argumentación, Ecuador consideró que si Assange "es reducido a prisión preventiva en Suecia se iniciará una cadena de sucesos que impedirían evitar una extradición" a un tercer país como Estados Unidos.
Además, señaló que su país de origen, Australia, ha fallado en brindarle "la debida protección".
Patiño reiteró este jueves su denuncia de que el Reino Unido había amenazado por escrito con ingresar a su embajada en Londres para detener a Assange, desestimada después por su homólogo británico.
Ecuador convocó para el próximo domingo una reunión de cancilleres de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) en Guayaquil, un puerto a 400 km al suroeste de Quito, para analizar la situación generada por el asilo de Assange.
Sus aliados del ALBA, integrado por Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Ecuador, San Vicente y las Granadinas, y Antigua y Barbuda, rechazaron las "amenazas proferidas por el Reino Unido" contra la embajada ecuatoriana en Londres, y se reunirán el sábado también en Guayaquil.
La Organización de Estados Americanos (OEA) celebraba este jueves una reunión de urgencia en Washington al respecto.
En Bruselas, un portavoz de la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, consideró que el caso es un "asunto diplomático bilateral" entre Gran Bretaña y Ecuador, y expresó su deseo de que se resuelva "mediante el diálogo".
"Lo que tendríamos que lograr para que el señor Assange pueda venir a nuestro país es que el gobierno británico ofrezca el salvoconducto", precisó el canciller ecuatoriano.
En una conferencia de prensa en Londres, el ministro británico de Relaciones Exteriores William Hague indicó que su país está "decepcionado" por la decisión de Ecuador y confirmó que no se permitirá que Assange salga libre del país.
"Nosotros no autorizaremos a Assange a salir libremente del Reino Unido, y no hay ninguna base legal para que lo hagamos", dijo Hague, quien precisó que Londres no amenazó a la embajada ecuatoriana.
"No hay amenaza alguna aquí de tomar por asalto una embajada. Estamos hablando de una ley del Parlamento de este país, que hace hincapié en que deben utilizarse (las embajadas) en plena conformidad con el derecho internacional", puntualizó el ministro.
Añadió que "los británicos tienen la obligación de extraditarlo hacia Suecia (...) nuestro socio cercano en tantas áreas, y una democracia amiga en Europa".
Assange, de 41 años, es requerido por la justicia sueca por supuestos delitos de agresión sexual que él niega haber cometido.
El propio Assange reaccionó calificando a la decisión ecuatoriana como una "victoria importante para mí y mi gente".
Patiño aclaró que en caso de que Londres no le otorgue un salvoconducto para viajar a Quito, Assange "seguirá estando protegido por nuestra embajada" y descartó que esta decisión sobre el asilo implique una ruptura en las relaciones con Gran Bretaña.
El abogado defensor de Assange, el ex juez Baltasar Garzón, declaró que si el Reino Unido no le extiende un salvoconducto a Assange recurrirá a la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
"Lo que tiene que hacer Reino Unido es aplicar las obligaciones diplomáticas de la Convención del Refugiado y dejarle marchar dándole un salvoconducto. De lo contrario, acudiremos a la Corte Internacional de Justicia" (CIJ), dijo Garzón en declaraciones publicadas por la edición digital del diario El País.
Suecia, en tanto, convocó al embajador ecuatoriano por considerar "inaceptable que Ecuador quiera detener el proceso judicial sueco y la cooperación judicial europea", declaró a la AFP el portavoz del ministerio sueco de Exteriores, Anders Jörle.
Patiño dijo por su parte que "Ecuador auscultó la posibilidad de que el Gobierno sueco estableciera garantías para que no se extraditara en secuencia a Assange a los Estados Unidos", pero que "el Gobierno sueco rechazó cualquier compromiso en este sentido"
El gobierno de Ecuador convalidó los argumentos de Assange, que denuncia una persecución política de varios países, especialmente Estados Unidos, debido a la publicación de cientos de miles de cables diplomáticos y de documentos de Washington sobre las guerras de Irak y Afganistán.
"De darse una extradición a Estados Unidos, el señor Assange no tendría un juicio justo, podría ser juzgado por tribunales especiales o militares y no es inverosímil que se le aplique un trato cruel y degradante y se le condene a cadena perpetua o a la pena capital, con lo cual no serían respetados sus derechos humanos", dijo Patiño.
Estados Unidos negó este jueves haber presionado a Gran Bretaña para que detuviera a Assange.
La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland se limitó a decir sobre el tema que "no hay información para indicar que sea verdad" que Washington haya presionado a Gran Bretaña en este caso.
Assange se refugió en la embajada ecuatoriana el 19 de junio, tras haber agotado todos los recursos legales para evitar su extradición a Suecia.
El canciller ecuatoriano señaló que tras casi dos meses de "diálogo al más alto nivel" con los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido y Suecia, su país tiene "serios indicios" de la posibilidad de "represalias" contra Assange, "que pueden poner en riesgo su integridad, seguridad e incluso su vida".
En su argumentación, Ecuador consideró que si Assange "es reducido a prisión preventiva en Suecia se iniciará una cadena de sucesos que impedirían evitar una extradición" a un tercer país como Estados Unidos.
Además, señaló que su país de origen, Australia, ha fallado en brindarle "la debida protección".
Patiño reiteró este jueves su denuncia de que el Reino Unido había amenazado por escrito con ingresar a su embajada en Londres para detener a Assange, desestimada después por su homólogo británico.
Ecuador convocó para el próximo domingo una reunión de cancilleres de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) en Guayaquil, un puerto a 400 km al suroeste de Quito, para analizar la situación generada por el asilo de Assange.
Sus aliados del ALBA, integrado por Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Ecuador, San Vicente y las Granadinas, y Antigua y Barbuda, rechazaron las "amenazas proferidas por el Reino Unido" contra la embajada ecuatoriana en Londres, y se reunirán el sábado también en Guayaquil.
La Organización de Estados Americanos (OEA) celebraba este jueves una reunión de urgencia en Washington al respecto.
En Bruselas, un portavoz de la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, consideró que el caso es un "asunto diplomático bilateral" entre Gran Bretaña y Ecuador, y expresó su deseo de que se resuelva "mediante el diálogo".