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Política
Soldados sirios saliendo de Dera.
Por otra parte, un veterano de la lucha por los derechos humanos en Siria, Riad Seif, de 64 años, que sufre de cáncer, fue inculpado el domingo por violar la prohibición de manifestar, según el abogado Jalil Maatuk.
Los militares, que a partir del viernes habían entrado con sus tanques al centro de Homs, a 160 km al norte de Damasco, penetraron el sábado en la noche y el domingo en la madrugada en varios barrios de los opositores como Bab Sebaa y Baba Amr, según un militante de los derechos humanos.
En dichos barrios pudieron escucharse ráfagas de ametralladoras pesadas. La electricidad y las comunicaciones telefónicas fueron cortadas, según la fuente.
Según la organización de derechos humanos Insan, las fuerzas de seguridad dispararon el viernes en Homs contra una manifestación que llegaba al centro de la ciudad, dando muerte a 16 personas.
En Banias, ciudad de 50.000 habitantes en la costa del Mediterráneo, las comunicaciones telefónicas, la electricidad y el agua potable fueron cortadas, según Rami Abdel Rahman, presidente del Observatorio sirio de derechos humanos.
El sábado, hubo allanamientos y arrestos de heridos en los barrios del sur, donde viven 20.000 personas, según Rahman que dijo temer una catástrofe humanitaria".
Su organización precisó que más de 200 personas, entre la cuales un niño de 10 años, habían sido detenidas entre el sábado en la noche y el domingo en la mañana en Banias.
Según Al Watan, un periódico privado allegado al poder, desde el viernes, el ejército sirio libra una "batalla feroz contra grupos que utilizan armas pesadas, cohetes antitanques y ametralladoras" en Banias y en sus alrededores.
El sábado, al menos seis personas murieron en Banias: cuatro mujeres que manifestaban por la liberación de detenidos fueron muertas a balazos por las fuerzas de seguridad, según un militante.
Otras dos personas fueron muertas al fin de la jornada, según un balance del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que no pudo precisar el origen de los disparos.
El ejército interviene en Homs y Banias después de sitiar durante diez días la ciudad de Deraa (sur), principal foco de la contestación. En la ciudad, el ejército detuvo a varios miles de personas, según militantes de los derechos humanos.
En Damasco, Riad Seif, gran figura de la oposición "fue presentado a la justicia que lo inculpó por el delito de manifestar", declaró el presidente del Centro sirio de defensa de los prisioneros de conciencia, Jalil Maatuk.
Riad Seif afirmó al juez haber sido "golpeado en la cabeza por los agentes de seguridad antes de ser detenido el viernes cerca de una mezquita en el centro de Damasco. Una manifestación contra el régimen reunió a varios cientos de personas el viernes a la salida de esta mezquita.
Seif, de 64 años pagó una condena de dos años y medio (enero de 2008 a julio de 2010) por haberse pronunciado en favor de la democracia en su país. En 2001, había sido condenado a cinco años de cárcel por haber querido "cambiar la Constitución de manera ilegal".
El sábado, cientos de manifestantes se congregaron delante de la embajada de Siria en Londres, desgarrando fotos del presidente Asad en signo de protesta contra la represión que ya ha dejado más de 600 muertos en todo el país, según organizaciones de defensa de los derechos humanos.
Los militares, que a partir del viernes habían entrado con sus tanques al centro de Homs, a 160 km al norte de Damasco, penetraron el sábado en la noche y el domingo en la madrugada en varios barrios de los opositores como Bab Sebaa y Baba Amr, según un militante de los derechos humanos.
En dichos barrios pudieron escucharse ráfagas de ametralladoras pesadas. La electricidad y las comunicaciones telefónicas fueron cortadas, según la fuente.
Según la organización de derechos humanos Insan, las fuerzas de seguridad dispararon el viernes en Homs contra una manifestación que llegaba al centro de la ciudad, dando muerte a 16 personas.
En Banias, ciudad de 50.000 habitantes en la costa del Mediterráneo, las comunicaciones telefónicas, la electricidad y el agua potable fueron cortadas, según Rami Abdel Rahman, presidente del Observatorio sirio de derechos humanos.
El sábado, hubo allanamientos y arrestos de heridos en los barrios del sur, donde viven 20.000 personas, según Rahman que dijo temer una catástrofe humanitaria".
Su organización precisó que más de 200 personas, entre la cuales un niño de 10 años, habían sido detenidas entre el sábado en la noche y el domingo en la mañana en Banias.
Según Al Watan, un periódico privado allegado al poder, desde el viernes, el ejército sirio libra una "batalla feroz contra grupos que utilizan armas pesadas, cohetes antitanques y ametralladoras" en Banias y en sus alrededores.
El sábado, al menos seis personas murieron en Banias: cuatro mujeres que manifestaban por la liberación de detenidos fueron muertas a balazos por las fuerzas de seguridad, según un militante.
Otras dos personas fueron muertas al fin de la jornada, según un balance del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que no pudo precisar el origen de los disparos.
El ejército interviene en Homs y Banias después de sitiar durante diez días la ciudad de Deraa (sur), principal foco de la contestación. En la ciudad, el ejército detuvo a varios miles de personas, según militantes de los derechos humanos.
En Damasco, Riad Seif, gran figura de la oposición "fue presentado a la justicia que lo inculpó por el delito de manifestar", declaró el presidente del Centro sirio de defensa de los prisioneros de conciencia, Jalil Maatuk.
Riad Seif afirmó al juez haber sido "golpeado en la cabeza por los agentes de seguridad antes de ser detenido el viernes cerca de una mezquita en el centro de Damasco. Una manifestación contra el régimen reunió a varios cientos de personas el viernes a la salida de esta mezquita.
Seif, de 64 años pagó una condena de dos años y medio (enero de 2008 a julio de 2010) por haberse pronunciado en favor de la democracia en su país. En 2001, había sido condenado a cinco años de cárcel por haber querido "cambiar la Constitución de manera ilegal".
El sábado, cientos de manifestantes se congregaron delante de la embajada de Siria en Londres, desgarrando fotos del presidente Asad en signo de protesta contra la represión que ya ha dejado más de 600 muertos en todo el país, según organizaciones de defensa de los derechos humanos.
