De miércoles a domingo, estos países presentan en la feria turística más importante del mercado latinoamericano sus principales apuestas, entre ellas la ruta jesuítica y un programa de colaboración chileno-argentino destinado a promover Tierra del Fuego.
Chile y Argentina quieren superar cada uno los 6 millones de turistas internacionales este año, y para lograrlo, han apostado por cooperar en el extremo sur del continente.
El objetivo es que "el turista recorra más la región, se quede más días y gaste más" que los actuales 150 dólares diarios, explica a la AFP Lorena Araya, directora del organismo público chileno Sernatur para la región de Magallanes y Antártica.
Araya lleva un año trabajando de cerca con las autoridades de Ushuaia, del lado argentino, y el primer resultado tangible será la "Travel Adventure Week", una semana de turismo de aventura en Tierra del Fuego, del 22 al 30 de mayo. Participarán unos 30 touroperadores internacionales, con el objetivo de lanzar una ruta binacional en esta zona famosa por sus glaciares.
Pero el proyecto estrella de la región, promocionado por primera vez en Europa con motivo de la feria, es la ruta de las misiones jesuíticas entre Argentina, Paraguay, Brasil, Bolivia y Uruguay.
Incluye 30 pueblos, que según las estimaciones atraen cada año a unos 250.000 turistas curiosos de ver las ruinas de las misiones católicas establecidas por la Compañía de Jesús en los siglos XVII y XVIII.
Uno de los objetivos de la ruta será el desarrollo rural, de forma que "el turismo no se centre sólo en las grandes capitales, sino que el efecto permee a esos más de treinta pueblos, tan distantes de las grandes capitales", explicó a la AFP la ministra paraguaya Marcela Bacigalupo, incidiendo en el apoyo necesario a pequeños emprendedores, en particular mujeres y jóvenes.
El objetivo de Brasil es no menos ambicioso, ya que en su tramo de la ruta, que incluye siete localidades, quiere pasar de los actuales 50.000 turistas anuales a 300.000 en un par de años, afirma José Roberto de Oliveira, coordinador del lado brasileño.
Para ello hay un proyecto de construcción de un puente argentino-brasileño en un punto clave, entre San Javier (Misiones) y Porto Xavier (Rio Grande do Sul), se mejorará la señalización de las carreteras y se hará una promoción exterior común en tanto que único proyecto turístico integrado del Mercosur.
Igualmente se está tratando de armonizar la política de visados de Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil para facilitar la circulación de turistas de otras regiones.
El ministro brasileño de Turismo, Marx Beltrão, indicó que la idea es tener dicho acuerdo listo "en el primer semestre" del año, antes de que se ponga en marcha, a fines de septiembre, una ruta de 700 km que podrá recorrerse a pie o en bicicleta y concluirá en las cataratas del Iguazú.
La ruta jesuítica contará además con una financiación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que su homólogo argentino Gustavo Santos estima en unos 100 millones de dólares.
Pero más allá de la financiación y la logística, y dado el componente religioso del proyecto, los países participantes esperan una ayuda muy simbólica: un gesto del papa Francisco, argentino y jesuita, que sirva de "bendición" a esta ruta.
La conectividad, dentro de esta vastísima región, será uno de los esfuerzos fundamentales en este proyecto y en general, destacó Gustavo Santos en declaraciones a AFP.
Su país incorporará este año conexiones con Noruega (Norwegian) y África (Ethiopian Airlines), después de que en diciembre la española Air Europa inaugurara una conexión directa Madrid-Córdoba.
"Vamos a estar creciendo a un dígito en el 2017, pero Argentina va a crecer a dos dígitos en el 2018 y 2019, fundamentalmente por la nueva conectividad que estamos negociando", prometió el ministro Santos.
Su país es el invitado estrella de esta edición de FITUR, del miércoles al domingo 22 de enero, y espera aprovechar la consiguiente promoción para lograr su objetivo de 9 millones de turistas internacionales en 2019, tras los 5,7 millones de 2015.
Según datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT) publicados el martes, en Sudamérica se aceleró el crecimiento del sector en 2016, con 32,7 millones de visitantes internacionales, un 6,3% más que en 2015, pero aun menos de la mitad de los visitantes a España por ejemplo. Ese año, el incremento interanual fue del 5,9%.
Chile y Argentina quieren superar cada uno los 6 millones de turistas internacionales este año, y para lograrlo, han apostado por cooperar en el extremo sur del continente.
El objetivo es que "el turista recorra más la región, se quede más días y gaste más" que los actuales 150 dólares diarios, explica a la AFP Lorena Araya, directora del organismo público chileno Sernatur para la región de Magallanes y Antártica.
Araya lleva un año trabajando de cerca con las autoridades de Ushuaia, del lado argentino, y el primer resultado tangible será la "Travel Adventure Week", una semana de turismo de aventura en Tierra del Fuego, del 22 al 30 de mayo. Participarán unos 30 touroperadores internacionales, con el objetivo de lanzar una ruta binacional en esta zona famosa por sus glaciares.
- Un proyecto simbólico para Mercosur -
Pero el proyecto estrella de la región, promocionado por primera vez en Europa con motivo de la feria, es la ruta de las misiones jesuíticas entre Argentina, Paraguay, Brasil, Bolivia y Uruguay.
Incluye 30 pueblos, que según las estimaciones atraen cada año a unos 250.000 turistas curiosos de ver las ruinas de las misiones católicas establecidas por la Compañía de Jesús en los siglos XVII y XVIII.
Uno de los objetivos de la ruta será el desarrollo rural, de forma que "el turismo no se centre sólo en las grandes capitales, sino que el efecto permee a esos más de treinta pueblos, tan distantes de las grandes capitales", explicó a la AFP la ministra paraguaya Marcela Bacigalupo, incidiendo en el apoyo necesario a pequeños emprendedores, en particular mujeres y jóvenes.
El objetivo de Brasil es no menos ambicioso, ya que en su tramo de la ruta, que incluye siete localidades, quiere pasar de los actuales 50.000 turistas anuales a 300.000 en un par de años, afirma José Roberto de Oliveira, coordinador del lado brasileño.
Para ello hay un proyecto de construcción de un puente argentino-brasileño en un punto clave, entre San Javier (Misiones) y Porto Xavier (Rio Grande do Sul), se mejorará la señalización de las carreteras y se hará una promoción exterior común en tanto que único proyecto turístico integrado del Mercosur.
Igualmente se está tratando de armonizar la política de visados de Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil para facilitar la circulación de turistas de otras regiones.
El ministro brasileño de Turismo, Marx Beltrão, indicó que la idea es tener dicho acuerdo listo "en el primer semestre" del año, antes de que se ponga en marcha, a fines de septiembre, una ruta de 700 km que podrá recorrerse a pie o en bicicleta y concluirá en las cataratas del Iguazú.
La ruta jesuítica contará además con una financiación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que su homólogo argentino Gustavo Santos estima en unos 100 millones de dólares.
Pero más allá de la financiación y la logística, y dado el componente religioso del proyecto, los países participantes esperan una ayuda muy simbólica: un gesto del papa Francisco, argentino y jesuita, que sirva de "bendición" a esta ruta.
- La conectividad, clave -
La conectividad, dentro de esta vastísima región, será uno de los esfuerzos fundamentales en este proyecto y en general, destacó Gustavo Santos en declaraciones a AFP.
Su país incorporará este año conexiones con Noruega (Norwegian) y África (Ethiopian Airlines), después de que en diciembre la española Air Europa inaugurara una conexión directa Madrid-Córdoba.
"Vamos a estar creciendo a un dígito en el 2017, pero Argentina va a crecer a dos dígitos en el 2018 y 2019, fundamentalmente por la nueva conectividad que estamos negociando", prometió el ministro Santos.
Su país es el invitado estrella de esta edición de FITUR, del miércoles al domingo 22 de enero, y espera aprovechar la consiguiente promoción para lograr su objetivo de 9 millones de turistas internacionales en 2019, tras los 5,7 millones de 2015.
Según datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT) publicados el martes, en Sudamérica se aceleró el crecimiento del sector en 2016, con 32,7 millones de visitantes internacionales, un 6,3% más que en 2015, pero aun menos de la mitad de los visitantes a España por ejemplo. Ese año, el incremento interanual fue del 5,9%.