El crecimiento demográfico en África, una bomba de relojería


Niamey. – Hadjo Haruna tiene 13 hijos y más de 100 nietos. Tantos que en algún momento dejó de contarlos, dice la mujer de 71 años, que se siente muy orgullosa de su familia. Asegura que ella es la mujer más rica de su pueblo, Koygorou, situado a poco más de 130 kilómetros de Niamey, la capital de Níger. No rica en términos de dinero sino por el número de hijos que tiene.



Niñas jugando en Níger.
Niñas jugando en Níger.
Haruna es pobre pero feliz. No quiere saber nada de planificación familiar. "La anticoncepción no forma parte de nuestra tradición", afirma con firmeza en la lengua local, zarma. "Cada mujer debería tener tantos hijos como ella pueda parir".
En toda África, la población sigue creciendo rápidamente. Aunque la tasa de natalidad está bajando, expertos de Naciones Unidas prevén que el número de personas en África se duplique de aquí a 2050, para alcanzar los 2.500 millones. Según los mismos expertos, en el año 2100 el 40 por ciento de la población mundial, o sea, 4.500 millones de personas, vivirá en África.
Por esta razón, el crecimiento demográfico será uno de los temas centrales de la cumbre entre la Unión Euroopea (UE) y África que se realizará el miércoles y jueves en Costa de Marfil sobre las perspectivas de la juventud africana.
"En las próximas décadas, África desempeñará un papel clave en la magnitud y la distribución de la población mundial", subraya la ONU. Una reducción sostenida de la tasa de natalidad solo podrá lograrse con una mayor planificación familiar, una mejor educación y un descenso de la pobreza.
Cuanto más crece la población, más jóvenes necesitan encontrar un trabajo, más personas tienen que ser alimentadas y más africanos pensarán en huir a Europa. Ocuparse hoy de los problemas de la población de pasado mañana podría ser para Europa una de las vías más efectivas para combatir las causas de la emigración.
Níger es un país de los superlativos, pero no siempre de los positivos: en este país, las mujeres dan a luz a una media de 7,5 hijos, la tasa de natalidad más alta del mundo. Se prevé que la población de Níger, actualmente de unos 20 millones de habitantes, se triplique de aquí a 2050.
Según una estadística de la ONU, Níger es el segundo país más pobre del mundo. A la vista del explosivo crecimiento demográfico, los expertos advierten de que se trata de una bomba de relojería, que también podría desatar un mayor flujo migratorio a través del Sahara con dirección a Europa.
Níger también es un ejemplo de cuán difícil es reducir la tasa de natalidad. Naciones Unidas y el Gobierno nigerino ofrecen programas encaminados a alentar la panificación familiar, pero los resultados son escasos. Según el director del proyecto de la ONU en Niamey, Amadou Manzo, solo alrededor de un 12 por ciento de las mujeres de Níger usan anticonceptivos.
En el conjunto de África, la tasa de natalidad ha bajado desde comienzos del nuevo milenio de 5,1 a 4,7 nacimientos por cada mujer. En Europa, esta cifra se sitúa en 1,6, según datos de la ONU.
Entre los países africanos con mayor crecimiento demográfico figuran también Nigeria, Mali y el Congo. Para Nigeria se prevé que la población se multiplique más de cuatro veces de aquí a 2100, para pasar de 185 a 914 millones de personas. Y en ese país desde ya están colapsados la infraestructura y los sistemas de salud y enseñanza.
Incluso en el caso de que la tasa de natalidad en África de repente cayese a un nivel de en torno a dos, por ejemplo, la población continuaría creciendo debido a que ya hay tantos niños y jóvenes. Alrededor de un 60 por ciento de los africanos son menores de 25 años.
Además de la planificación familiar, uno de los medios más efectivos y más sencillos para reducir la tasa de natalidad consiste en ofrecer a las niñas una formación más prolongada y de mayor calidad. Cuanto más tiempo van a la escuela las niñas, menos hijos van a tener.
Si todas las niñas en África y Asia pudiesen asistir a escuelas de enseñanza secundaria, el número de nacimientos antes del 18 cumpleaños caería aproximadamente un 60 por ciento y la tasa de natalidad bajaría un 42 por ciento, de 6,7 a 3,9 hijos por cada mujer, de acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU).
El caso de Níger demuestra lo difícil que es lograr ese objetivo: las tres cuartas partes de todas las niñas se casan antes de cumplir 18 años. En la sociedad nigerina están profundamente arraigados tanto el matrimonio infantil como la poligamia, explica Fatouma Ibrahima, de la organización humanitaria estadounidense Pathfinder International.
Además, el número de hijos determina el estatus de la mujer en el seno de la familia. La mujer con el mayor número de hijos lleva la voz cantante, maneja el mayor presupuesto y viste la ropa más bonita.
Lunes, 27 de Noviembre 2017
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
           


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