El ejército egipcio y los activistas discuten juntos sobre las reformas


EL CAIRO, Jailan Zayan, (AFP) - Los ciberactivistas que impulsaron la revolución de Egipto que provocó la caída del presidente Hosni Mubarak y el ejército, ahora con plenos poderes, discuten juntos las reformas democráticas tras la disolución del parlamento y la suspensión de la Constitución.



El ejército egipcio y los activistas discuten juntos sobre las reformas
Según estos cibermilitantes, los militares tienen previsto proponer enmiendas a la Constitución en los próximos diez días y someter estos cambios a un referéndum dentro de dos meses, siguiendo las reivindicaciones de los manifestantes.
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas indició el domingo que asumía "la administración de los asuntos del país provisionalmente durante seis meses o hasta el final de las elecciones legislativas y a la presidencia de la República".
El ejército mantendrá el gobierno formado por Mubarak el 31 de enero para la gestión de los asuntos corrientes.
"Nos hemos reunido con el ejército (...) para comprender su punto de vista y explicarles el nuestro", dijeron Wael Ghonim, el joven informático convertido en icono de la revuelta, y el bloguero Amr Salama, en una nota con el título "Cita con el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas" en una página prodemocrática.
Ghonim, ejecutivo de Google, pasó 12 días detenido durante las manifestaciones y dijo haber estado todo el tiempo con los ojos vendados.
Este encuentro entre activistas y fuerzas armadas marca una ruptura con el régimen de Mubarak, que tardó mucho tiempo en darse cuenta de que los movimientos nacidos en internet podían ser una importante fuerza de oposición.
"El ejército dijo que no aspiraba a gobernar Egipto y que el futuro de Egipto reside en el poder civil", según Ghonim y Salama.
El ejército egipcio empezó el domingo a desmantelar las instituciones del régimen del ex presidente Hosni Moubarak, que cedió el poder el viernes tras 30 años a la cabeza del país, como consecuencia de 18 días de una revuelta popular sin precedentes.
La disolución del parlamento, tras las elecciones celebradas a finales de 2010 y donde hubo, según la oposición, fraudes masivos, así como la revisión de la Constitución, que limita el número de candidaturas a la presidencia, formaban parte de las reivindicaciones políticas de los manifestantes.
El gobierno de Ahmad Chafic, que se reunió el domingo por primera vez desde la salida de Mubarak, aseguró que la seguridad sería su principal prioridad.
Según los jóvenes activistas, el ejército también prometió "demandar ante la justicia a todas las personas acusadas de corrupción, sea cual sea su cargo actual o en el pasado".
Los militares, acusados por grupos de defensa de derechos humanos de haber metido en la cárcel y torturado a los manifestantes durante la revuelta, también se comprometieron a "encontrar a todos los manifestantes desaparecidos", según Ghonim y Salama.
Los manifestantes y la población reconocieron sin embargo la moderación del ejército durante los enfrentamientos, al contrario de la policía, implicada en los principales actos violentos durante la revuelta.
Por otra parte, los gobiernos de Reino Unido, Alemania y Francia reconocieron este lunes haber recibido de las autoridades egipcias una solicitud para congelar los haberes de varios ex dirigentes egipcios, aunque sólo el gobierno francés precisó que esta medida no concernía al ex presidente Hosni Mubarak ni a su familia.
Los tres países declararon que cooperarán con las autoridades egípcias. El tema podría ser tratado en la reunión que celebran este lunes por la noche y el martes en Bruselas los ministros de Finanzas de los miembros de la UE.
Este mismo lunes, el jefe de los 17 ministros de Finanzas de la Eurozona, Jean-Claude Juncker, se mostró favorable a congelar los haberes en la Unión Europea de Mubarak, como ya hizo Suiza el pasado viernes.
Lunes, 14 de Febrero 2011
AFP (Agencia France-Presse)
           


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