"El ejército libio apoya la operación 'Dignidad'" lanzada por Jalifa Haftar en mayo, indicó el portavoz de las fuerzas armadas, coronel Ahmed Al Mesmari.
"A partir de ahora es una operación más del ejército" regular, añadió.
Las autoridades de transición habían condenado inicialmente la operación de Haftar, que había sido acusado de perpetrar un golpe de Estado. Pero la elección a finales de junio de un nuevo parlamento, dominado por los anti-islamistas, ha cambiado la situación.
Ese parlamento nombró a finales de agosto un nuevo jefe del Estado Mayor, Abdel Razzak Nadhuri, que ya era uno de los comandantes de la operación 'Dignidad'.
Las autoridades de transición fueron acusadas por milicias y diputados de ser excesivamente complacientes con el general Haftar, sobre todo tras haber perdido el control de Trípoli.
Una coalición de grupos armados, en particular islamistas e insurgentes de la ciudad de Misrata (este de Trípoli) controla la capital desde el mes de agosto, tras varias semanas de combate contra milicias progubernamentales esencialmente de la ciudad de Zenten (oeste).
Las milicias de la coalición "Fajr Lybia" (Alba de Libia) formaron un gobierno paralelo en Trípoli.
El gobierno de Abdalá Al Theni y el parlamento reconocidos por la comunidad internacional han tenido que exiliarse al extremo este del país, una región controlada por las fuerzas de Haftar, para escapar del acoso de las milicias.
Las fuerzas del ejército leal al general "rebelde" lanzaron el miércoles una nueva ofensiva contra Bengasi para intentar retomar esa ciudad del este libio que cayó en julio en manos de los islamistas.
Al menos doce personas murieron en esos combates, según un balance provisional.
"A partir de ahora es una operación más del ejército" regular, añadió.
Las autoridades de transición habían condenado inicialmente la operación de Haftar, que había sido acusado de perpetrar un golpe de Estado. Pero la elección a finales de junio de un nuevo parlamento, dominado por los anti-islamistas, ha cambiado la situación.
Ese parlamento nombró a finales de agosto un nuevo jefe del Estado Mayor, Abdel Razzak Nadhuri, que ya era uno de los comandantes de la operación 'Dignidad'.
Las autoridades de transición fueron acusadas por milicias y diputados de ser excesivamente complacientes con el general Haftar, sobre todo tras haber perdido el control de Trípoli.
Una coalición de grupos armados, en particular islamistas e insurgentes de la ciudad de Misrata (este de Trípoli) controla la capital desde el mes de agosto, tras varias semanas de combate contra milicias progubernamentales esencialmente de la ciudad de Zenten (oeste).
Las milicias de la coalición "Fajr Lybia" (Alba de Libia) formaron un gobierno paralelo en Trípoli.
El gobierno de Abdalá Al Theni y el parlamento reconocidos por la comunidad internacional han tenido que exiliarse al extremo este del país, una región controlada por las fuerzas de Haftar, para escapar del acoso de las milicias.
Las fuerzas del ejército leal al general "rebelde" lanzaron el miércoles una nueva ofensiva contra Bengasi para intentar retomar esa ciudad del este libio que cayó en julio en manos de los islamistas.
Al menos doce personas murieron en esos combates, según un balance provisional.