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"El ejército tomó el control esta mañana de las aldeas de Ras al Maara y Flita después de haber bombardeado los últimos grupos de terroristas armados que se encontraban allí", precisó esta fuente. El régimen de Damasco utiliza la palabra "terrorista" para designar a los rebeldes.
El ejército sirio y los combatientes del Hezbolá lanzaron en noviembre una ofensiva para reconquistar Qalamun con el objetivo de cerrar herméticamente este sector estratégico fronterizo con Líbano, que servía de retaguardia a los rebeldes.
El ejército obtuvo una victoria importante a mediados de mayo retomando Yabrud, un antiguo bastión de la rebelión, antes de concentrar sus fuerzas en varias aldeas fronterizas, como Flita y Ras al Maara.
La conquista de estas dos localidades es "una nueva etapa para sellar la frontera", estimó el militar.
"Cada victoria (en el sector) contribuye a cerrar un poco más (la frontera), al menos a la altura de los principales pasos (utilizados por los rebeldes) para transportar vehículos", añadió.
Damasco acusa a los rebeldes de transportar armas y combatientes desde Líbano, a través de este sector fronterizo. El Hezbolá estima que los coches utilizados en los últimos meses para cometer atentados sangrientos contra sus feudos en Líbano proceden de Yabrud.
El director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman, estima que, pese a la toma de las dos aldeas, "será difícil para el régimen controlar toda la frontera", que en la región de Qalamun se extiende sobre decenas de kilómetros.
Para conseguirlo, "el ejército y el Hezbolá deberían desplegar combatientes a lo largo de toda la frontera, algo imposible", añadió.
