Según las últimas revelaciones del diario británico The Guardian, la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA) habría puesto bajo escucha las conversaciones de 35 dirigentes mundiales.
Estados Unidos "espió las conversaciones telefónicas de 35 dirigentes del planeta después de que un alto funcionario estadounidense le entregara los números de teléfono", escribe el rotativo.
La canciller alemana Angela Merkel, cuyo teléfono habría sido pinchado, y el presidente francés François Hollande, en cuyo país la NSA habría realizado un espionaje masivo de las comunicaciones, calificaron estas prácticas de "inaceptables", dijo una fuente francesa al término de un encuentro bilateral previo a la cumbre.
"A los amigos no se los espía", dijo Merkel al llegar a Bruselas. "La confianza debe restablecerse", agregó.
"Queremos la verdad", dijo por su parte en Bruselas el presidente del Consejo italiano, Enrico Letta, cuyo país habría sido espiado tanto por los servicios secretos estadounidenses como los británicos.
"El espionaje no es aceptable. No podemos tolerar que existan zonas de sombra o dudas", afirmó Letta.
Desde Brasilia, la presidenta Dilma Rousseff, también víctima de escuchas, volvió a criticar las prácticas de Estados Unidos.
"Nadie, ninguna nación democrática, admitirá esa violación de la soberanía y de los derechos humanos y civiles" de la NSA, dijo Rousseff, y advirtió que "habrá una reacción creciente de los países", tras denunciar las escuchas a Merkel.
Actualmente refugiado en Rusia, el estadounidense Edward Snowden, exconsultor de la NSA, es el responsable de esta catarata de revelaciones que deja en posición delicada al presidente Barack Obama.
En un documento interno fechado el 27 de octubre de 2006, la NSA pide a los responsables de varios organismos del Ejecutivo --la Casa Blanca, el departamento de Estado y el Pentágono, entre ellos-- "que compartan sus libretas de teléfonos y direcciones con la agencia".
Uno solo de esos altos funcionarios, cuya identidad y funciones no han sido reveladas, entregó "200 números, entre ellos los de 35 dirigentes planetarios", sin que se sepa de quiénes se trata, se ufanan los responsables de la NSA en el documento aunque la intervención no habría tenido grandes resultados.
Piden respuesta contundente a EEUU
El malestar europeo quedó patente con el voto en la Eurocámara el miércoles, que reclama la suspensión de un acuerdo sobre la transferencia de datos bancarios con Estados Unidos en el marco de la lucha contra el terrorismo.
Y se repiten los llamados para enviar un mensaje contundente a Washington, como por ejemplo congelando las negociaciones de un tratado de libre comercio entre la UE y Estados Unidos.
Sin embargo la unidad no parece garantizada. Los líderes europeos evocaban durante la cena de trabajo la posibilidad de alcanzar una declaración común para condenar el espionaje, según una fuente diplomática escéptica no obstante sobre el resultado dada la presencia de Gran Bretaña en la mesa.
"Los hechos son los hechos. No podemos aceptar, venga de quien venga, un espionaje sistemático. Se necesitan medidas, y no se pueden imaginar al nivel de un solo país, se necesitan medidas europeas (...) para que cese esta actitud", dijo el primer ministro belga, Elio Di Rupo, en cuyo país también se registraron casos de espionaje.
Uno de los puntos en la agenda de esta cumbre es la protección de datos personales. La Comisión Europea promueve una reforma de la legislación que rige desde 1995, elaborada cuando Internet daba sus primeros pasos.
"Ahora ya no se trata sólo de hacer declaraciones, hay que actuar en las más altas esferas" europeas, dijo este jueves la comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, pidiendo que los europeos aprueben la reforma sobre la protección de datos para la "primavera 2014".
De momento, Europa no ha logrado una posición común sobre esta reforma, algunos consideran "difíciles" los cambios propuestos por la Comisión.