En el primer día del juicio de apelación, Karadzic calificó de injusto el proceso al que fue sometido ante el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY) y en el que fue condenado a 40 años de prisión. Su abogado, Peter Robinson, explicó que su defendido no había tenido un proceso justo y que por ello los jueces debían absolverlo u ordenar un nuevo juicio.
Karadzic, de 72 años, fue condenado en primera instancia por diez cargos de crímenes de guerra y contra la humanidad, incluyendo el genocidio perpetrado en julio de 1995 en el enclave musulmán de Srebrenica y el sitio de Sarajevo durante la guerra de Bosnia (1992-95), durante el cual fueran asesinadas 10.000 personas.
La fiscalía también presentó un recurso de apelación contra la absolución de Karadzic en otro cargo de genocidio y pidió que la condena se eleve a cadena perpetua. Asimismo, quiere conseguir que la campaña de terror sistemática a la que fueron sometidos distintos municipios se califique como genocidio.
En la última ronda del macro proceso también participaron como observadores los representantes de las víctimas. Las "madres de Srebrenica" exigieron un endurecimiento de la pena: "Sólo la cadena perpetua es una verdadera condena", dijo una portavoz.
Karadzic, que desde 2008 prácticamente ejerce su autodefensa, se presentó en la sala de audiencia como "pacificador" de los Balcanes. "Avisé de la guerra pero no la fomenté", les dijo a los cinco magistrados, añadiendo que los serbios sólo hicieron uso de su derecho a la autodefensa. "Nunca expulsamos a nadie", dijo. "Esto es un mito".
Entonces, los musulmanes bosnios y los croatas habían fraguado una alianza para eliminar a los serbios, dijo Karadzic, estableciendo un paralelismo con la Segunda Guerra Mundial y las masacres de serbios a manos de la organización croata fascista Ustasha.
Después de 13 años huyendo, Karadzic fue descubierto en Serbia, donde ejercía como curandero alternativo, y entregado al TPIY. Se le considera el principal culpable político del genocidio de Srebrenica.
En 1995, unidades serbias al mando del general Ratko Mladic invadieron la zona de seguridad establecida por la ONU y asesinaron a unos 8.000 bosnio-musulmanes. La masacre está considerada como el peor crimen de guerra cometido en Europa desde el Holocausto.
Mladic fue condenado el año pasado a cadena perpetua, entre otros crímenes, por el genocidio de Srebrenica. También él apeló la sentencia.
El Tribunal Penal de la ONU fijó dos días para las comparecencias. El fallo no se espera hasta dentro de unos meses. El procedimiento de apelación lo maneja el demoninado mecanismo para tribunales de la ONU, la organización heredera de los tribunales de crímenes de guerra para la Antigua Yugoslavia y Ruanda.
Karadzic, de 72 años, fue condenado en primera instancia por diez cargos de crímenes de guerra y contra la humanidad, incluyendo el genocidio perpetrado en julio de 1995 en el enclave musulmán de Srebrenica y el sitio de Sarajevo durante la guerra de Bosnia (1992-95), durante el cual fueran asesinadas 10.000 personas.
La fiscalía también presentó un recurso de apelación contra la absolución de Karadzic en otro cargo de genocidio y pidió que la condena se eleve a cadena perpetua. Asimismo, quiere conseguir que la campaña de terror sistemática a la que fueron sometidos distintos municipios se califique como genocidio.
En la última ronda del macro proceso también participaron como observadores los representantes de las víctimas. Las "madres de Srebrenica" exigieron un endurecimiento de la pena: "Sólo la cadena perpetua es una verdadera condena", dijo una portavoz.
Karadzic, que desde 2008 prácticamente ejerce su autodefensa, se presentó en la sala de audiencia como "pacificador" de los Balcanes. "Avisé de la guerra pero no la fomenté", les dijo a los cinco magistrados, añadiendo que los serbios sólo hicieron uso de su derecho a la autodefensa. "Nunca expulsamos a nadie", dijo. "Esto es un mito".
Entonces, los musulmanes bosnios y los croatas habían fraguado una alianza para eliminar a los serbios, dijo Karadzic, estableciendo un paralelismo con la Segunda Guerra Mundial y las masacres de serbios a manos de la organización croata fascista Ustasha.
Después de 13 años huyendo, Karadzic fue descubierto en Serbia, donde ejercía como curandero alternativo, y entregado al TPIY. Se le considera el principal culpable político del genocidio de Srebrenica.
En 1995, unidades serbias al mando del general Ratko Mladic invadieron la zona de seguridad establecida por la ONU y asesinaron a unos 8.000 bosnio-musulmanes. La masacre está considerada como el peor crimen de guerra cometido en Europa desde el Holocausto.
Mladic fue condenado el año pasado a cadena perpetua, entre otros crímenes, por el genocidio de Srebrenica. También él apeló la sentencia.
El Tribunal Penal de la ONU fijó dos días para las comparecencias. El fallo no se espera hasta dentro de unos meses. El procedimiento de apelación lo maneja el demoninado mecanismo para tribunales de la ONU, la organización heredera de los tribunales de crímenes de guerra para la Antigua Yugoslavia y Ruanda.