"Violentos combates se prolongan desde anoche en los alrededores del aeropuerto militar de Tabqa", la única posición todavía en manos del régimen de Bashar al Asad en la provincia de Raqa, según esta ONG con sede en Gran Bretaña.
Al menos cinco yihadistas murieron en estos enfrentamientos iniciados hace diez días, pero que se intensificaron el martes por la noche.
En los combates se utilizan armas pesadas y medianas y el régimen recurre también a la aviación para bombardear a los insurgentes.
El EI, un grupo extremista que siembra también el terror en Irak, controla extensas zonas del norte y este de Siria, sobre todo en la provincia de Raqa.
En las últimas semanas, echó al ejército de dos bases importantes tras haber matado a más de un centenar de soldados.
Su avance obligó al ejército a lanzar una inédita campaña de bombardeos contra sus posiciones.
Hasta entonces, en Siria había dos frentes: entre las tropas del régimen y los rebeldes que tratan de echar del poder a Asad, y entre el EI y los rebeldes, que acusan a los primeros de haber robado su "revolución" debido a las atrocidades que comete.
El grupo reivindica actos de crucifixión, lapidación, flagelación y decapitaciones como la difundida en un video el martes del supuesto periodista estadounidense James Foley.
El EI anunció en junio un "califato" en los territorios que controla en Siria e Irak, donde las fuerzas iraquíes y kurdas apoyadas por la aviación estadounidense tratan de ganarles el pulso.