"Son las elecciones más importantes desde la independencia" del país en 1991, cuando se desintegró la Unión Soviética, estimó el politólogo Volodimir Fesenko, director del centro de análisis político Penta, en Kiev.
"La supervivencia del Estado ucraniano depende de estos comicios", agregó, recalcando que un gobierno y un presidente interinos dirigen el país desde fines de febrero, dando lugar a acusaciones de "ilegitimidad" por parte de Rusia y los separatistas prorrusos que controlan de facto desde abril las regiones de Lugansk y Donetsk, en el este del país.
Donetsk es el centro económico y político de la cuenca minera del Donbass, donde viven 7,3 millones de habitantes de los 45,5 millones de Ucrania.
Para la Unión Europea y Estados Unidos, que apoyaron el movimiento de protesta que desembocó en febrero en la caída del entonces presidente prorruso Viktor Yanukovich, electo en 2010, las elecciones del sábado próximo son "cruciales" para salir de la crisis y de la mayor pugna entre potencias occidentales y Rusia desde el fin de la Unión Soviética.
- Faltan "rostros nuevos" -
Por otra parte, los expertos consideran que a los comicios previstos el sábado les faltan "rostros nuevos". La mayoría de los candidatos ya fueron ministros o primeros ministros durante los últimos 10 años. Los candidatos ultranacionalistas, provenientes de movimientos muy activos en las barricadas de la plaza de la Independencia de Kiev durante la movilización contra Yanukovich, han perdido progresivamente la popularidad que inicialmente tenían.
Las encuestas dan ganador al multimillonario proocidental Petro Poroshenko con más de 30% de la intención de voto, muy por delante de Yulia Timoshenko, figura emblemática de la Revolución Naranja de 2004, y del prorruso Serguei Tiguipko.
Poroshenko ha prometido "poner fin a la crisis con Rusia en tres meses".
Timoshenko promete lograr que Ucrania sea totalmente independiente de Rusia en materia de energía en 2020, explotando el gas ucraniano, y es partidaria del ingreso de Kiev en la UE.
El vencedor podría disponer de 27.000 millones de dólares de préstamos prometidos por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Unión Europea (UE) y el Banco Mundial, a cambio de reformas difíciles de llevar a cabo y en varios casos impopulares.
Los candidatos han recorrido el país, excepto las regiones orientales en las que hay enfrentamientos regulares entre el ejército ucraniano y separatistas prorrusos.
El sábado, la Comisión Electoral ucraniana había instado al gobierno a actuar con rapidez para retomar el control del este prorruso, a una semana de unas presidenciales en las que dos millones de electores podrían verse privados de voto.
Tras lanzar una operación militar el 13 de abril para retomar el control de las regiones de Donetsk y Lugansk, en manos de los separatistas prorrusos, el gobierno prooccidental de Kiev intenta desde hace poco retomar el diálogo con los ciudadanos del este de Ucrania.
La Comisión Electoral advirtió en un comunicado que era incapaz de organizar la votación en numerosas partes de las regiones de Donetsk y Lugansk, que el pasado 13 de mayo declararon su "soberanía" después de la celebración de referendos de independencia.