El presidente de Brasil,Lula da Silva y el de China,Hu JinTao
BRASILIA, Aldo Gamboa, (AFP) - En una jornada que se vio transtornada por la decisión del presidente chino, Hu Jintao, de adelantar en un día el retorno a su país por causa de un terremoto que mató a 760 personas, los jefes de estado realizaron la IV Cumbre del Grupo IBSA (India, Brasil y Sudáfrica por su sigla en inglés) y la II Cumbre de BRIC (Brasil, Rusia, India y China), además de una maratón de encuentros bilaterales.
Después de dedicarse en reuniones bilaterales a discutir eventuales salidas a las crecientes presiones internacionales por sanciones a Irán, los cuatro gigantes se concentraron en su pedido de construir una nueva arquitectura política y financiera global, tal como lo hicieron en su primera cumbre en 2009.
Al fin de la II Cumbre de BRIC, el primer ministro de India, Manmohan Singh, apuntó que el objetivo principal del grupo es contribuir a la construcción "de un nuevo orden mundial más democrático, justo y multipolar".
En su declaración final apuntaron que "el mundo precisa de una arquitectura financiera reformada y más estable, que torne a la economía global más resistente a futuras crisis".
El brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el chino Hu, el ruso Dimitri Medvedev y el indio Singh se reunieron durante poco más de dos horas en la sede de la cancillería y, ante lo apretado de la agenda, decidieron concentrarse en la discusión de aspectos financieros y políticos.
De acuerdo con el principal asesor de Lula para asuntos internacionales, Marco Aurelio Garcia, la cuestión de Irán había dominado las reuniones bilaterales que el presidente brasileño mantuvo previamente con Hu y Singh.
Por ello "los presidentes decidieron no abordar el tema (de Irán) en la plenaria y concentrarse en los temas relativos a gobernanza global", explicó.
Lula había conversado sobre el tema también con el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, presente en Brasilia para la Cumbre de IBSA.
De acuerdo con el canciller brasileño, Celso Amorim, en esas reuniones fueron identificadas "grandes afinidades" en los puntos de vista con China e India, sobre mantener la vía de las negociaciones con Irán conducidas por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).
Las potencias occidentales creen que Irán busca desviar su programa nuclear civil para construir armas y buscan entorpecerlo por medio de nuevas sanciones de la ONU. Teherán niega que busque construir bombas nucleares.
"Pensamos que las sanciones afectan más a los débiles y los vulnerables que al gobierno" de Irán, dijo Amorim. Las sanciones, dijo reiterando la postura de su gobierno, "pueden incluso ser contraproducentes para el objetivo" que se busca.
A su vez, el diplomático brasileño Piragibe Tarragó dijo a la prensa que "en la reunión que el presidente Lula mantuvo con Jacob Zuma los dos mandatarios estuvieron de acuerdo en la conveniencia de agotar las oportunidades de diálogo (con Irán) antes de analizar otras opciones".
China, un gigante con plaza permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, ya expresó su apoyo a la continuidad de las negociaciones entre la AIEA e Irán, al tiempo que Brasil, un miembro temporario de ese organismo, es abiertamente contrario a la adopción de sanciones contra Teherán.
Del BRIC, Rusia es la que parece más decidida a sostener las presiones en favor de las sanciones.
Hace apenas una semana, Medvedev y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, mantuvieron una histórica reunión en Praga para firmar un acuerdo de desarme nuclear, y el líder ruso expresó su frustración ante la falta de "propuestas constructivas" por parte de la República Islámica.
Amorim, sin embargo, matizó la posición brasileña al añadir que en todas las reuniones bilaterales Lula admitió que la continuidad de las negociaciones "requiere flexibilidad del gobierno iraní".
Lula visitará Irán en mayo.
Después de dedicarse en reuniones bilaterales a discutir eventuales salidas a las crecientes presiones internacionales por sanciones a Irán, los cuatro gigantes se concentraron en su pedido de construir una nueva arquitectura política y financiera global, tal como lo hicieron en su primera cumbre en 2009.
Al fin de la II Cumbre de BRIC, el primer ministro de India, Manmohan Singh, apuntó que el objetivo principal del grupo es contribuir a la construcción "de un nuevo orden mundial más democrático, justo y multipolar".
En su declaración final apuntaron que "el mundo precisa de una arquitectura financiera reformada y más estable, que torne a la economía global más resistente a futuras crisis".
El brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el chino Hu, el ruso Dimitri Medvedev y el indio Singh se reunieron durante poco más de dos horas en la sede de la cancillería y, ante lo apretado de la agenda, decidieron concentrarse en la discusión de aspectos financieros y políticos.
De acuerdo con el principal asesor de Lula para asuntos internacionales, Marco Aurelio Garcia, la cuestión de Irán había dominado las reuniones bilaterales que el presidente brasileño mantuvo previamente con Hu y Singh.
Por ello "los presidentes decidieron no abordar el tema (de Irán) en la plenaria y concentrarse en los temas relativos a gobernanza global", explicó.
Lula había conversado sobre el tema también con el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, presente en Brasilia para la Cumbre de IBSA.
De acuerdo con el canciller brasileño, Celso Amorim, en esas reuniones fueron identificadas "grandes afinidades" en los puntos de vista con China e India, sobre mantener la vía de las negociaciones con Irán conducidas por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).
Las potencias occidentales creen que Irán busca desviar su programa nuclear civil para construir armas y buscan entorpecerlo por medio de nuevas sanciones de la ONU. Teherán niega que busque construir bombas nucleares.
"Pensamos que las sanciones afectan más a los débiles y los vulnerables que al gobierno" de Irán, dijo Amorim. Las sanciones, dijo reiterando la postura de su gobierno, "pueden incluso ser contraproducentes para el objetivo" que se busca.
A su vez, el diplomático brasileño Piragibe Tarragó dijo a la prensa que "en la reunión que el presidente Lula mantuvo con Jacob Zuma los dos mandatarios estuvieron de acuerdo en la conveniencia de agotar las oportunidades de diálogo (con Irán) antes de analizar otras opciones".
China, un gigante con plaza permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, ya expresó su apoyo a la continuidad de las negociaciones entre la AIEA e Irán, al tiempo que Brasil, un miembro temporario de ese organismo, es abiertamente contrario a la adopción de sanciones contra Teherán.
Del BRIC, Rusia es la que parece más decidida a sostener las presiones en favor de las sanciones.
Hace apenas una semana, Medvedev y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, mantuvieron una histórica reunión en Praga para firmar un acuerdo de desarme nuclear, y el líder ruso expresó su frustración ante la falta de "propuestas constructivas" por parte de la República Islámica.
Amorim, sin embargo, matizó la posición brasileña al añadir que en todas las reuniones bilaterales Lula admitió que la continuidad de las negociaciones "requiere flexibilidad del gobierno iraní".
Lula visitará Irán en mayo.