"Se espera una participación de 500.000 personas, entre fieles, curiosos, investigadores, turistas y periodistas", cuenta a la AFP la "Mae" (sacerdotisa) Susana Andrade, presidenta de la Federación Afroumbandista del Uruguay y diputada suplente por el Frente Amplio (partido de gobierno).
Iemanjá (conocida en otros países de América Latina como Yemanyá) representa la energía del mar, está asociada a la fertilidad y al progreso, y es una de las deidades a la que rinde culto la religión afroumbandista, llegada a América a través de los esclavos africanos.
La naturaleza en todas sus formas es venerada en esta religión.
"El origen de la celebración es en Nigeria pero con la migración forzada cruza el Atlántico y llega hasta acá", recuerda Andrade. "Es como si hoy fuese el cumpleaños de Iemanjá y lo que hacemos es un ritual a cielo abierto", agrega.
Durante el festejo, los fieles vestidos de blanco se acercan a la costa o ríos para llevarle "presentes" (regalos) a la diosa, ofrendas que van desde cantos, danzas, flores, velas hasta comida.
Hace tiempo que el homenaje a Iemanjá dejó de ser una instancia limitada a los practicantes de la religión. "Se ha transformado en una tradición ciudadana y en una manifestación popular. Es una fiesta de integración que releva la importancia de los dones de la naturaleza. También es un atractivo turístico muy importante", destacó Andrade.
Ante la llegada masiva de público a las playas, las autoridades de la Intendencia de Montevideo (alcaldía) dispusieron desvíos en el tránsito y servicios especiales de limpieza posteriores a la celebración.
Iemanjá (conocida en otros países de América Latina como Yemanyá) representa la energía del mar, está asociada a la fertilidad y al progreso, y es una de las deidades a la que rinde culto la religión afroumbandista, llegada a América a través de los esclavos africanos.
La naturaleza en todas sus formas es venerada en esta religión.
"El origen de la celebración es en Nigeria pero con la migración forzada cruza el Atlántico y llega hasta acá", recuerda Andrade. "Es como si hoy fuese el cumpleaños de Iemanjá y lo que hacemos es un ritual a cielo abierto", agrega.
Durante el festejo, los fieles vestidos de blanco se acercan a la costa o ríos para llevarle "presentes" (regalos) a la diosa, ofrendas que van desde cantos, danzas, flores, velas hasta comida.
Hace tiempo que el homenaje a Iemanjá dejó de ser una instancia limitada a los practicantes de la religión. "Se ha transformado en una tradición ciudadana y en una manifestación popular. Es una fiesta de integración que releva la importancia de los dones de la naturaleza. También es un atractivo turístico muy importante", destacó Andrade.
Ante la llegada masiva de público a las playas, las autoridades de la Intendencia de Montevideo (alcaldía) dispusieron desvíos en el tránsito y servicios especiales de limpieza posteriores a la celebración.