El ejército ha enviado refuerzos a la zona, especialmente a Jos, ciudad encrucijada entre los musulmanes que habitan al norte del país y los cristianos que viven en el sur. Varias iglesias y mezquitas han sido incendiadas en los enfrentamientos de los dos últimos días.
Los enfrentamientos entre la banda de los Hausas (musulmanes) y la banda de los Berons (cristianos) comenzaron por una disputa en las elecciones del gobierno local.
"He contado 218 cuerpos en la mezquita de Masalaci. Hay muchos cuerpos en las calles", ha asegurado un empleado de la Cruz Roja que ha pedido no ser identificado.
Este balance de víctimas no incluye las registradas en los hospitales, muchas de ellas quemadas vivas, o aquellas que se encontraban en el interior de los templos, por lo que la cifra podría aumentar.
La Cruz Roja asegura que cerca de 7.000 personas han abandonado sus hogares y han buscado refugio en edificios estatales y centros religiosos. El gobierno del estado de Plateau, cuya capital es Jos, asegura en un comunicado que las tropas tienen orden de disparar para establecer el orden y poner fin a la violencia.
Disparos y explosiones han sido escuchados en la ciudad, aunque gran parte de las ciudades permanecen desiertas. El ejército ha establecido varios puestos de control y ha comenzado a retirar los cadáveres de las calles.
No se trata de los primeros choques religiosos en Nigeria, el país más poblado de África. En el año 2001, la ciudad de Jos fue también escenario de combates que se saldaron con cientos de muerto. Tres años antes, el escenario de la violencia fue Yelwa, lo que llevo al entonces presidente Olusegun Obasanjo a declarar el estado de emergencia .
Los enfrentamientos entre la banda de los Hausas (musulmanes) y la banda de los Berons (cristianos) comenzaron por una disputa en las elecciones del gobierno local.
"He contado 218 cuerpos en la mezquita de Masalaci. Hay muchos cuerpos en las calles", ha asegurado un empleado de la Cruz Roja que ha pedido no ser identificado.
Este balance de víctimas no incluye las registradas en los hospitales, muchas de ellas quemadas vivas, o aquellas que se encontraban en el interior de los templos, por lo que la cifra podría aumentar.
La Cruz Roja asegura que cerca de 7.000 personas han abandonado sus hogares y han buscado refugio en edificios estatales y centros religiosos. El gobierno del estado de Plateau, cuya capital es Jos, asegura en un comunicado que las tropas tienen orden de disparar para establecer el orden y poner fin a la violencia.
Disparos y explosiones han sido escuchados en la ciudad, aunque gran parte de las ciudades permanecen desiertas. El ejército ha establecido varios puestos de control y ha comenzado a retirar los cadáveres de las calles.
No se trata de los primeros choques religiosos en Nigeria, el país más poblado de África. En el año 2001, la ciudad de Jos fue también escenario de combates que se saldaron con cientos de muerto. Tres años antes, el escenario de la violencia fue Yelwa, lo que llevo al entonces presidente Olusegun Obasanjo a declarar el estado de emergencia .