Erdogan evacúa a la fuerza último bastión de los manifestantes turcos en Estambul


ESTAMBUL. - La policía turca desalojó el sábado por la fuerza a los últimos manifestantes que ocupaban el parque Gezi de Estambul, epicentro de las protestas contra el gobierno que agitan a Turquía desde hace dos semanas, luego de un nuevo ultimátum del primer ministro Recep Tayyip Erdogan.



Erdogan evacúa a la fuerza último bastión de los manifestantes turcos en Estambul
Cuando faltaba poco para las 21H00 locales (18H00 GMT) las fuerzas de seguridad ingresaron en el parque Gezi y desalojaron en varios minutos a sus miles de ocupantes envolviéndoles en una nube de gas lacrimógeno.
Las tiendas en las que los ocupantes del parque se disponían a pasar la noche fueron destruidas, sus pancartas arrancadas y decenas de personas fueron detenidas, constataron periodistas de la AFP.
"Entraron por la fuerza, con mucho gas. Nos pegaron, incluso a las mujeres", contó a la AFP uno de los manifestantes, Ader Tefiq.
La policía persiguió a los manifestantes por las calles cercanas e incluso dentro del hall de un hotel de lujo que fue alcanzado por los cañones de agua y gaseado.
Según el colectivo Solidaridad Taksim, que reúne a 116 asociaciones y dirige la ocupación del parque Gezi, "cientos" de personas resultaron heridas durante la operación. El gobernador de Estambul, Huseyin Avni Mutlu, proporcionó un balance de 29 heridos.
El vice primer ministro, Huseyin Celik, celebró la evacuación del parque. "Espero que podamos olvidar todo esto, como un mal sueño o una pesadilla", dijo.
Solidaridad Taksim condenó la operación que "transformó el parque Gezi, Estambul y el país en zona de guerra". "Este brutal ataque dirigido por la policía debe parar. El partido político en el poder será responsable de los acontecimientos", añadió.
Apenas se conoció el desalojo del parque decenas de miles de personas salieron a las calles de Estambul con la intención de marchar hacia la plaza Taksim.
"Nuestras reivindicaciones van más allá de los límites del parque Gezi, ahora se trata de un movimiento contra el gobierno", declaró a la AFP una estudiante.
La actuación policial se prolongó durante toda la noche, apoyada por gas, cañones de agua y disparos de balas de goma, para dispersar a la multitud en varias calles de la ciudad, especialmente cerca del Bósforo.
Al amanecer, los camiones de limpieza continuaban sus tareas en la plaza Taksim y en el campamento Gezi para borrar las huellas de la protesta que comenzó el 31 de mayo y se saldó con cuatro muertos y más de 7.500 heridos en el país.
En Ankara, la capital, miles de personas se manifestaron a última hora de la noche. No se señaló ningún incidente. Los manifestantes también salieron a las calles en Izmir (oeste).
A última hora de la tarde del sábado, el jefe de gobierno había lanzado una nueva advertencia a los manifestantes en un discurso pronunciado delante de varias decenas de miles de partidarios reunidos en un lejano suburbio de Ankara.
"Mañana tenemos una reunión pública en Estambul. Lo digo claramente: si la plaza Taksim no es evacuada, las fuerzas de seguridad de este país sabrán evacuarla", lanzó Erdogan con el tono firme que adoptó desde que comenzaron las protestas.
Horas antes, Solidaridad Taksim anunció su rechazo a evacuar el lugar a pesar de los gestos conciliadores del gobierno en nombre de la "resistencia contra cualquier injusticia en nuestro país".
La víspera Erdogan se comprometió a detener el proyecto de urbanización del parque Gezi hasta que la justicia se pronuncie sobre su legalidad.
El 31 de mayo la policía intervino para dispersar violentamente a los activistas ecologistas que protestaban contra la destrucción anunciada del parque Gezi y de sus 600 plátanos en el marco de un cuestionado proyecto urbanístico en la plaza Taksim.
La indignación provocada por esta operación motivó la más importante ola de protestas contra el gobierno islamista-conservador turco desde que llegó al poder en 2002. En numerosas ciudades del país decenas de miles de manifestantes exigieron la dimisión de Erdogan, acusado de autoritarismo y de querer islamizar la sociedad turca.
Erdogan, confiado en el respaldo de la mayoría de la población y cuyo Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) arrasó con el 50% de los votos en las legislativas de 2011, adoptó una posición muy firme frente a los manifestantes.
El domingo, el primer ministro participará nuevamente en una reunión pública con decenas de miles de manifestantes en Estambul.
La brutalidad policial y la intransigencia de Erdogan frente a los manifestantes le valieron numerosas críticas desde el extranjero, principalmente de Estados Unidos y de la Unión Europea.
Domingo, 16 de Junio 2013
AFP (Agencia France-Presse)
           


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