El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, llevó a cabo el viernes y el sábado intensas negociaciones en Kabul con el presidente afgano, Hamid Karzai, sobre un Acuerdo Bilateral de Seguridad (BSA, por sus siglas en inglés).
Este texto, en el que ambos países trabajan desde hace once meses, debe definir las modalidades de la presencia estadounidense en Afganistán cuando termine la misión de combate de la OTAN, a fines de 2014, así como el número de bases norteamericanas en ese país y el estatuto de los soldados de Estados Unidos en la zona.
"Hemos llegado a una serie de acuerdos", sobre todo respecto a las modalidades de intervención de un contingente norteamericano, declaró el sábado por la noche el mandatario afgano durante una conferencia de prensa conjunta con Kerry en el palacio presidencial de Kabul.
Sin embargo, Karzai indicó que la cuestión de la inmunidad jurídica de los soldados estadounidenses, solicitada reiteradamente por Washington, no fue resuelta. "No hay consenso sobre esta cuestión", dijo.
"Debemos subrayar que si esta cuestión (de la inmunidad) no es resuelta, lamentablemente no podrá haber un acuerdo bilateral de seguridad", advirtió por su parte el secretario de Estado norteamericano.
Un responsable del Departamento de Estado, anticipando eventuales dificultades, había sugerido poco antes que Kerry muy probablemente no partiría con un acuerdo antes de marcharse de Afganistán para acudir a Londres, pero que deseaba "irse de Kabul luego de haber resuelto la mayor cantidad posible de cuestiones".
Pero en el avión que llevaba a Kerry a Londres, un responsable estadounidense se mostró más optimista. "Llegamos a un acuerdo de base sobre todos los puntos importantes", declaró y afirmó incluso que la cuestión de la inmunidad figuraba en el texto en preparación.
Este es un elemento fundamental para Washington, que exige que sus soldados acusados de crímenes en Afganistán sean juzgados por jurisdicciones estadounidenses y no afganas.
El presidente Karzai indicó que el tema será sometido a la Loya Jirga, la gran asamblea de jefes tribales y representantes de la sociedad afgana.
Resolver este problema "va más allá de la autoridad del gobierno" afgano, afirmó.
Otro tema de desacuerdo se centraba en las demandas de estadounidenses para llevar a cabo operaciones militares unilaterales contra los insurgentes, pero al parecer Karzai obtuvo lo que quería.
"No habrá operaciones o acciones arbitrarias por parte de los estadounidenses y habrá garantías escritas en cuanto a la protección de la vida y de los bienes de los afganos", indicó Karzai.
Por otra parte, las intensas negociaciones -- unas 15 horas el viernes y sábado -- permitieron a ambos países encontrar un terreno común en muchos otros puntos "esenciales", se congratuló Kerry.
Estados Unidos quiere finalizar el BSA rápidamente, antes de fines de octubre, según habían establecido el presidente norteamericano, Barack Obama, y Karzai.
Concluir este texto es urgente ya que la mayoría de los 87.000 soldados de la OTAN deben retirarse de Afganistán antes de diciembre de 2014.
La retirada de los efectivos internacionales hace temer que se desate una oleada de violencia en Afganistán, un país que sufre el azote de los fundamentalistas talibanes expulsados del poder en 2001 por una coalición militar.
Además, en 2014 Afganistán celebrará elecciones presidenciales en las que Karzai, tal y como establece la Constitución del país, no puede aspirar a un tercer mandato.
John Kerry llegó este domingo a Londres, donde está previsto un encuentro con su homóloga europea, Catherine Ashton, en el que abordarán el tema nuclear iraní. Asimismo, el canciller estadounidense se reunirá en la capital británica con el emisario de la ONU y de la Liga Árabe en Siria, Al Ajdar Brahimi.