Las manifestaciones tuvieron lugar tras dos días de sangrientos disturbios en la capital de la República Democrática del Congo que han provocado 28 muertos, según una ONG congoleña, y cinco según las autoridades.
El arzobispo de Kinshasa, Laurent Monsengwo, exhortó al gobierno a que cesen de "matar" a los ciudadanos y a no cambiar la ley electoral.
"Algunos políticos, con las fuerzas del orden, siembran la desolación y crean inseguridad general", afirmó el arzobispo Laurent Monsengwo en un comunicado recibido por la AFP.
"Condenamos esa actitud que causó la muerte de personas y lanzamos este enérgico llamado: ¡cesen de matar a su pueblo!", agregó.
"Esta mañana estamos en plena operación porque hay un movimiento (de estudiantes) cerca del Unikin" (universidad de Kinshasa) declaró un portavoz policial, Israël Mutumbo.
Una periodista de la AFP escuchó dos disparos en el campus universitario, cuando un pequeño grupo de policías se enfrentaba a decenas de estudiantes que gritaban "¡Kabila lárgate!", en alusión al presidente del país, Joseph Kabila.
En el barrio de Ndjili, cercano al aeropuerto internacional, un grupo de jóvenes destruyó un puesto policial gritando consignas contra el general Celestin Kanyama, jefe de la policía de Kinshasa.
Los disturbios estallaron el lunes en Kinshasa en protesta por la posible adopción de una controvertida ley electoral que podría posponer la elección presidencial y permitirle al presidente Kabila permanecer en el cargo más allá de su mandato, que termina en 2016.
El miércoles internet no funcionaba y los servicios 3G y SMS de la telefonía móvil tampoco.
Las emisiones de Radio Francia Internacional (RFI), una radio muy escuchada en Africa, estuvieron momentáneamente indisponibles por razones que se desconocen.
La mayoría de las escuelas de la capital estaban cerradas el miércoles, indicaron los habitantes a la AFP.
El histórico opositor a Kabila, Etienne Tshisekedi, 82 años, lanzó el martes desde Bruselas un llamado al pueblo congoleño para que siga "movilizado en forma permanente" para acabar con el "régimen que agoniza".
Las manifestaciones tienen lugar dos meses después del derrocamiento del presidente Blaise Compaoré en Burkina Faso.
Blaise Compaoré, que estaba desde hacía 27 años en el poder, fue derrocado al cabo de manifestaciones masivas contra una modificación de la constitución para permitir una nueva reelección.
La República Democrática del Congo (RDC), uno de los países más pobres del mundo, quedó devastado por dos guerras civiles entre 1996 y 2003 después de tres décadas de dictadura de Mobutu Sese Seko.
Joseph Kabila llegó a la presidencia tras el asesinato de su padre, Laurent-Désiré Kabila, en 2001.
Laurent-Désiré Kabila había desalojado a Mobutu del poder en 1996 tras varios años de guerrilla.
Joseph Kabila fue electo presidente en 2006, en las primeras elecciones libres después de independizarse de Bélgica en 1960.
Kabila fue reelecto en noviembre de 2011 por un mandato de cinco años en elecciones que la oposición calificó de fraudulentas.
La Constitución no le permite aspirar a un tercer mandato.
La ola de protestas surgió debido a un proyecto de censo de la población, aprobado esta semana por los diputados y en discusión en el Senado, que podría provocar un aplazamiento de la elección presidencial.
El gobierno, que en un primer momento había admitido la posibilidad de que el censo atrasara la elección, dijo que las elecciones presidenciales y legislativas no estaban condicionadas por el censo.