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Política
Manifestantes en Barcelona.
Los sindicatos españoles también habían llamado a manifestarse ese mismo día en todo el país en el marco de una jornada europea contra la austeridad convocada en la víspera de una cumbre que el jueves y viernes debe cerrar en Bruselas el nuevo tratado europeo de disciplina presupuestaria.
En Barcelona, 25.000 estudiantes según la policía, 70.000 según los organizadores, se movilizaron para denunciar "la estafa social" de los recortes presupuestarios destinados a luchar contra la crisis.
"No pagaremos su estafa" y "Salvemos la universidad pública", proclamaban dos grandes pancartas que abrían el cortejo.
Cuando la marcha llegó a la altura de la bolsa, un grupo comenzó a lanzar "objetos contundentes" contra el edificio y la policía, que cargó para dispersarlos e hizo varias detenciones.
Un grupo de jóvenes, algunos con el rostro cubierto, rompió cristales de un banco y prendió fuego a contenedores de basura y otro mobiliario urbano.
La entrada principal del Congreso Mundial de la telefonía móvil, que se celebra en Barcelona, fue cerrada como medida de seguridad.
Los estudiantes se manifestaban también contra la violencia policial en anteriores protestas.
En Valencia (este), una manifestación de estudiantes acabó el 20 de febrero con una carga policial que se saldó con decenas de detenidos y varios heridos, con imágenes que conmocionaron al país.
"Recortan en la escuela pública. No nos dan trabajo y cuando protestamos democráticamente, nos pegan con total impunidad", dijo a la AFP el secretario general del sindicato nacional de estudiantes, Tohil Delgado, denunciando que en Valencia "más de 65 institutos sufren cortes de calefacción y de electricidad".
"No hemos creado esta crisis pero la pagamos en toda la extensión de la palabra", agregó.
Los estudiantes habían convocado manifestaciones en unas 40 ciudades del país para protestar contra las medidas de austeridad del nuevo gobierno conservador, que busca atajar un déficit que en 2011 alcanzó el 8,51% del PIB, muy por encima del 6% previsto.
Estudiantes y sindicatos protestaban también contra la reforma laboral decidida para intentar crear empleo en un país con desempleo récord del 22,85%.
Convocados por los sindicatos Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores, unas mil personas se congregaron a última hora de la tarde en la céntrica Puerta del Sol de Madrid, en torno a una enorme pancarta que decía: "Abajo a la reforma laboral y los recortes. Huelga general".
Entre los manifestantes se podía ver la ya emblemática camiseta verde del movimiento de protesta de los profesores y otras con eslóganes como "bomberos quemados".
"Con los recortes y las reformas las cosas están yendo cada vez peor, las personas tienen cada vez más dificultades para llegar a fin de mes", lamentaba Ana Suárez, de 46 años, funcionaria del ministerio de Justicia.
Horas antes, en el mismo lugar se habían manifestado los estudiantes tras una gran pancarta con un mensaje irónico: "Bienvenidos al mercado laboral: 'el trabajo os hará libres'", en referencia a un desempleo que afecta a uno de cada dos jóvenes.
"Todos los recortes y medidas laborales dificultan la entrada de los jóvenes en la vida laboral. Cuando termine la facultad, el futuro lo veo muy negro", dijo Diego Parejo, un estudiante de 21 años, que acudió a manifestarse ante el ministerio de Educación en Madrid.
Para él, "el trabajo precario va a ser la norma para miles de jóvenes. ¿Cómo voy a pagar el alquiler en Madrid con un sueldo de 400 euros (538,2 dólares) al mes?", se lamentó.
En Barcelona, 25.000 estudiantes según la policía, 70.000 según los organizadores, se movilizaron para denunciar "la estafa social" de los recortes presupuestarios destinados a luchar contra la crisis.
"No pagaremos su estafa" y "Salvemos la universidad pública", proclamaban dos grandes pancartas que abrían el cortejo.
Cuando la marcha llegó a la altura de la bolsa, un grupo comenzó a lanzar "objetos contundentes" contra el edificio y la policía, que cargó para dispersarlos e hizo varias detenciones.
Un grupo de jóvenes, algunos con el rostro cubierto, rompió cristales de un banco y prendió fuego a contenedores de basura y otro mobiliario urbano.
La entrada principal del Congreso Mundial de la telefonía móvil, que se celebra en Barcelona, fue cerrada como medida de seguridad.
Los estudiantes se manifestaban también contra la violencia policial en anteriores protestas.
En Valencia (este), una manifestación de estudiantes acabó el 20 de febrero con una carga policial que se saldó con decenas de detenidos y varios heridos, con imágenes que conmocionaron al país.
"Recortan en la escuela pública. No nos dan trabajo y cuando protestamos democráticamente, nos pegan con total impunidad", dijo a la AFP el secretario general del sindicato nacional de estudiantes, Tohil Delgado, denunciando que en Valencia "más de 65 institutos sufren cortes de calefacción y de electricidad".
"No hemos creado esta crisis pero la pagamos en toda la extensión de la palabra", agregó.
Los estudiantes habían convocado manifestaciones en unas 40 ciudades del país para protestar contra las medidas de austeridad del nuevo gobierno conservador, que busca atajar un déficit que en 2011 alcanzó el 8,51% del PIB, muy por encima del 6% previsto.
Estudiantes y sindicatos protestaban también contra la reforma laboral decidida para intentar crear empleo en un país con desempleo récord del 22,85%.
Convocados por los sindicatos Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores, unas mil personas se congregaron a última hora de la tarde en la céntrica Puerta del Sol de Madrid, en torno a una enorme pancarta que decía: "Abajo a la reforma laboral y los recortes. Huelga general".
Entre los manifestantes se podía ver la ya emblemática camiseta verde del movimiento de protesta de los profesores y otras con eslóganes como "bomberos quemados".
"Con los recortes y las reformas las cosas están yendo cada vez peor, las personas tienen cada vez más dificultades para llegar a fin de mes", lamentaba Ana Suárez, de 46 años, funcionaria del ministerio de Justicia.
Horas antes, en el mismo lugar se habían manifestado los estudiantes tras una gran pancarta con un mensaje irónico: "Bienvenidos al mercado laboral: 'el trabajo os hará libres'", en referencia a un desempleo que afecta a uno de cada dos jóvenes.
"Todos los recortes y medidas laborales dificultan la entrada de los jóvenes en la vida laboral. Cuando termine la facultad, el futuro lo veo muy negro", dijo Diego Parejo, un estudiante de 21 años, que acudió a manifestarse ante el ministerio de Educación en Madrid.
Para él, "el trabajo precario va a ser la norma para miles de jóvenes. ¿Cómo voy a pagar el alquiler en Madrid con un sueldo de 400 euros (538,2 dólares) al mes?", se lamentó.
