
El patriarca de la iglesia cristiana ortodoxa etíope, Paulos.
Miles de personas se reunieron en Adis Abeba para los funerales del abuna Paulos, que murió la semana pasada a los 76 años.
Entre 2.000 y 3.000 personas, incluidos numerosos sacerdotes, monjas y responsables políticos etíopes, asistieron a las celebraciones en la Iglesia Santa Selassie de la capital del país. Los etíopes también se agruparon al exterior del edificio, a pesar de la intensa lluvia.
El abuna Paulos era desde 1992 el más alto representante de la Iglesia ortodoxa de Etiopía. Era también uno de los presidentes del Consejo Ecuménico de las Iglesias, organización que dice agrupar a 349 Iglesias cristianas en el mundo.
Nacido en 1935 en la región norteña de Tigré, hijo de un sacerdote, fue a su vez cura, sacerdote y obispo. Encarcelado en 1976 por el régimen militar de Derg, presidido por Mengistu Haile Mariam, huyó a Estados Unidos a su liberación. No volvió a Etiopía hasta 1991, poco después de la conquista del poder por parte de Meles Zenawi a la cabeza de la rebelión.
Casi dos tercios de los cerca de 84 millones de etíopes son cristianos y la mayoría siguen el rito ortodoxo. Etiopía alberga algunos de los lugares cristianos más antiguos de África, entre otros un conjunto único de once iglesias medievales talladas en roca del siglo XII, en Lalibela, en el norte del país, clasificado patrimonio mundial de la humanidad por la Unesco.
Sucesión aplazada
Con el anuncio de la muerte del abuna Paulos, seguido cinco días después de la del primer ministro Meles Zenawi, del que el patriarca era reputado muy cercano, Etiopía ha perdido en los últimos días a dos grandes figuras de estas dos últimas décadas. Meles dirigía Etiopía desde 1991, donde personificaba el poder.
Los funerales del primer ministro, muerto a los 57 años en un hospital de Bruselas, serán el 2 de septiembre, según anunció este jueves el Gobierno.
Una sesión parlamentaria estaba prevista el jueves por la mañana para investir al viceprimer ministro, Hailemariam Dasalegn, como primer ministro. Pero fue anulada, oficialmente para permitir a los diputados respetar el duelo nacional decretado hasta los funerales.
"El Parlamento pide poder (observar) el duelo del primer ministro", explicó el portavoz del gobierno Bereket Simon, sin dar fecha nueva para la sesión. Puede ocurrir "en todo momento", declaró simplemente.
Según el gobierno, está previsto que Hailemariam mantenga el puesto hasta 2015, fecha teórica de las próximas legislativas.
Pero analistas recordaron hasta que punto Meles encarnaba el poder y hasta que punto toda sucesión era complicada de anticipar. Algunos preveían incluso luchas de poderes y la posibilidad de que otras personalidades se posicionaran para tomar su puesto.
El primer ministro etíope estaba enfermo desde hacía un año, según Adis Abeba, y no se le había visto en público desde junio.
El jueves, los medios oficiales seguían rindiendo homenaje a su difunto dirigente. El diario en lengua amárica, el idioma vernáculo de Etiopía, Reporter, dedicaba de nuevo su portada al dirigente con una gran foto.
Entre 2.000 y 3.000 personas, incluidos numerosos sacerdotes, monjas y responsables políticos etíopes, asistieron a las celebraciones en la Iglesia Santa Selassie de la capital del país. Los etíopes también se agruparon al exterior del edificio, a pesar de la intensa lluvia.
El abuna Paulos era desde 1992 el más alto representante de la Iglesia ortodoxa de Etiopía. Era también uno de los presidentes del Consejo Ecuménico de las Iglesias, organización que dice agrupar a 349 Iglesias cristianas en el mundo.
Nacido en 1935 en la región norteña de Tigré, hijo de un sacerdote, fue a su vez cura, sacerdote y obispo. Encarcelado en 1976 por el régimen militar de Derg, presidido por Mengistu Haile Mariam, huyó a Estados Unidos a su liberación. No volvió a Etiopía hasta 1991, poco después de la conquista del poder por parte de Meles Zenawi a la cabeza de la rebelión.
Casi dos tercios de los cerca de 84 millones de etíopes son cristianos y la mayoría siguen el rito ortodoxo. Etiopía alberga algunos de los lugares cristianos más antiguos de África, entre otros un conjunto único de once iglesias medievales talladas en roca del siglo XII, en Lalibela, en el norte del país, clasificado patrimonio mundial de la humanidad por la Unesco.
Sucesión aplazada
Con el anuncio de la muerte del abuna Paulos, seguido cinco días después de la del primer ministro Meles Zenawi, del que el patriarca era reputado muy cercano, Etiopía ha perdido en los últimos días a dos grandes figuras de estas dos últimas décadas. Meles dirigía Etiopía desde 1991, donde personificaba el poder.
Los funerales del primer ministro, muerto a los 57 años en un hospital de Bruselas, serán el 2 de septiembre, según anunció este jueves el Gobierno.
Una sesión parlamentaria estaba prevista el jueves por la mañana para investir al viceprimer ministro, Hailemariam Dasalegn, como primer ministro. Pero fue anulada, oficialmente para permitir a los diputados respetar el duelo nacional decretado hasta los funerales.
"El Parlamento pide poder (observar) el duelo del primer ministro", explicó el portavoz del gobierno Bereket Simon, sin dar fecha nueva para la sesión. Puede ocurrir "en todo momento", declaró simplemente.
Según el gobierno, está previsto que Hailemariam mantenga el puesto hasta 2015, fecha teórica de las próximas legislativas.
Pero analistas recordaron hasta que punto Meles encarnaba el poder y hasta que punto toda sucesión era complicada de anticipar. Algunos preveían incluso luchas de poderes y la posibilidad de que otras personalidades se posicionaran para tomar su puesto.
El primer ministro etíope estaba enfermo desde hacía un año, según Adis Abeba, y no se le había visto en público desde junio.
El jueves, los medios oficiales seguían rindiendo homenaje a su difunto dirigente. El diario en lengua amárica, el idioma vernáculo de Etiopía, Reporter, dedicaba de nuevo su portada al dirigente con una gran foto.