Este primer traspaso de poder de un presidente afgano elegido democráticamente a otro es considerado como una prueba decisiva para este país que deberá demostrar su estabilidad cuando las fuerzas de la coalición abandonen el territorio a finales de año.
Como ningún candidato obtuvo más del 50% de los votos, habrá una segunda vuelta, el 7 de junio, declaró durante una conferencia de prensa en Kabul Ahmad Yusuf Nuristani, presidente de la Comisión Electoral Independiente (IEC).
Detrás de Abdulá y Ghani, Zalmai Rasul, cercano al presidente Hamid Karzai y considerado el candidato del gobierno saliente, solo consiguió el 11,5% de los sufragios, según los resultados.
Los resultados definitivos serán dados a conocer el 14 de mayo, una vez examinadas las denuncias de fraude, señaló Nuristani.
La Comisión Electoral de Quejas indicó haber recibido más de 1.200 reclamos sobre "votos ficticios", "escasez de papeletas" e incluso votantes "influenciados".
Abdulá Abdulá, de 53 años, llegó segundo en la primera vuelta de la elección presidencial de 2009, con más del 30% de los votos. Pero se retiró tras denunciar fraudes masivos, provocando de facto la reelección del presidente Karzai.
Ashraf Ghani, de 64 años, obtuvo en 2009 el cuarto lugar, con 2,94% de los votos. Pero a diferencia de los últimos comicios, en los cuales Ghani fue percibido como un candidato liso o incluso transparente, esta vez dirigió una apasionante campaña con discursos palpitantes.
Cerca de 6,9 millones de afganos acudieron a las urnas para la primera vuelta el pasado 5 de abril, sobre un electorado estimado a 13,5 millones de personas. La elección se desarrolló sin mayores incidentes a pesar de las amenazas de los talibanes.
El presidente de la Comisión Electoral anunció el sábado que el 36% de las votantes fueron mujeres, una cifra que plasma la evolución de los derechos de las mujeres desde el fin del régimen talibán (1996-2001), a pesar de que este país musulmán sigue siendo muy conservador.
"Pienso que esta elección salió bien, nos sentimos satisfechos y pienso que estamos listos para una segunda vuelta", se congratuló Nuristani.
El representante especial de la ONU en Afganistán, Jan Kubis, saludó también el buen desarrollo de estos comicios y llamó a las autoridades a seguir por este camino.
En las calles de Kabul, la perspectiva de una segunda vuelta, y las complicaciones que ésto implica, sobre todo en términos de seguridad, no dejaban a la gente indiferente.
"Hubiésemos preferido tener un vencedor tras la primera vuelta, nos hubiese evitado gastar más dinero para la segunda vuelta", estimó Zaki, un electricista.
Ocho candidatos aspiraban a suceder a Karzai, el único presidente que ha tenido este violento país de 28 millones de habitantes desde la caída del régimen talibán en 2001 y al que la Constitución prohibía presentarse a un tercer mandato.