El estudio, realizado por un equipo de la universidad neozelandesa de Otago, se ha centrado en calibrar el tiempo pasado delante del televisor por un millar de niños nacidos en 1972 y 1973, seguidos diez años, de los 5 a los 15 de edad.
Una vez cumplidos 26 años, el estudio señala una estrecha correlación entre el tiempo transcurrido delante de la pequeña pantalla siendo niños y el comportamiento agresivo o antisocial del adulto joven.
"El riesgo de ser condenado aumenta un 30% por cada hora pasada delante de la televisión por término medio cada noche de la semana", declara Bob Hancox, coautor del estudio conocido esta semana.
Una vez cumplidos 26 años, el estudio señala una estrecha correlación entre el tiempo transcurrido delante de la pequeña pantalla siendo niños y el comportamiento agresivo o antisocial del adulto joven.
"El riesgo de ser condenado aumenta un 30% por cada hora pasada delante de la televisión por término medio cada noche de la semana", declara Bob Hancox, coautor del estudio conocido esta semana.