"Dejamos decenas de muertos, talvez incluso un centenar, entre los islamistas en Konna. Controlamos la ciudad. Toda la ciudad", afirmó el sábado a la AFP el teniente Ousmane Fané, del Estado Mayor que tiene a su cargo la zona de combate.
El presidente francés, François Hollande, declaró el sábado por la noche en declaración en el palacio del Elíseo que se frenó "a nuestros adversarios" en Mali.
El presidente francés agregó que Francia, al intervenir en Mali, "no tiene otro objetivo que la lucha contra el terrorismo". "Francia no tiene más interés particular que el de proteger a un país amigo", añadió.
"Por eso su acción es apoyada por el conjunto de la comunidad internacional y saludada por todos los países africanos", agregó.
"Nuestra misión no ha terminado", subrayó Hollande. "Consiste en preparar el despliegue de una fuerza de intervención africana".
Hollande reconoció por su parte que la operación en Somalia para tratar de liberar a un rehén francés "no tuvo éxito", pero subrayó que la acción "confirma la determinación de Francia de no ceder al chantaje de los terroristas".
Ocho rehenes franceses siguen en manos de grupos islamistas en el Sahel.
El ministro de Defensa de Francia, Jean-Yves Le Drian, dijo que la "Operación Serval" tuvo su primera víctima francesa el viernes, un piloto a cargo de operaciones aéreas de apoyo a las tropas malienses de infantería en Konna.
Francia también desplegó soldados en Bamako, bajo control gubernamental en todo momento desde que los grupos islamistas armados tomaron el norte de Malí el pasado abril, al calor de un golpe de Estado ocurrido un mes antes. Según Le Drian, el objetivo de Francia es "garantizar la seguridad de (sus) ciudadanos" en la capital, unos 6.000.
El viernes, la aviación francesa apoyó a las tropas malienses para recuperar el control de la ciudad de Konna, caída la víspera en manos de los islamistas, que emprendieron una campaña hacia el sur del país, camino de Bamako.
El ejército de Bamako reivindicó el control total de esa ciudad estratégica del centro del país, tras limpiar este sábado "los últimos focos de resistencia" islamista.
Los testigos contactados por la AFP dijeron haber visto decenas de cadáveres en la zona, de hombres vestidos con túnicas árabes y turbantes. Una fuente de la seguridad regional dijo haber contado "al menos 46 islamistas" muertos.
Según esa fuente de la seguridad, los islamistas murieron el viernes "en ataques aéreos franceses y en ataques del ejército maliense".
El ministro Le Drian indicó este sábado que el ataque del viernes de los helicópteros franceses, "en apoyo al ejército maliense, permitió la destrucción de numerosas unidades terroristas", y "detuvo su avance".
El funcionario indicó que "en este combate intenso, uno de nuestros pilotos (...) fue mortalmente herido".
Las Fuerzas Armadas de Malí se han visto impotentes desde el golpe de Estado de marzo, y ante la rebelión en el norte, lanzada inicialmente por los islamistas y los rebeldes tuareg, de orientación laica y deseosos de instaurar un Estado independiente en la zona.
Semanas más tarde, los grupos islamistas armados como Al Qaida en el Magreb Islámico y Ansar Din se impusieron a los tuareg, y se hicieron con el control de todo el norte de Malí, un territorio tan extenso como Francia.
Desde entonces se destacaron por haber impuesto una interpretación rigorista de la ley islámica en las principales ciudades, azotando, amputando y hasta ejecutando a los infractores, y haber destruido antiquísimos mausoleos de santos musulmanes, que consideran como una herejía.
La ONU ha aprobado el envío de una fuerza militar regional a Malí para desalojar a los islamistas del norte del país, que no parece que vaya a estar operativa antes de varios meses.
Francia envió el viernes una carta al Consejo de Seguridad de la ONU para acelerar el despliegue de la fuerza multinacional africana, que contará con 3.300 soldados.
De momento, Nigeria contribuyó también mandando a Malí a un equipo técnico militar y al futuro comandante de la fuerza africana.
Estados Unidos, que dice "compartir el objetivo de Francia de retirar a los terroristas su santuario en la región", planea dar un apoyo "logístico", suministro en vuelo y aviones no tripulados de vigilancia, según un alto responsable estadounidense.
Frente a la urgencia, Burkina Faso, Níger y Senegal anunciaron el sábado el despliegue de un batallón de "500 hombres".
El presidente francés anunció también el sábado que ordenó reforzar "lo antes posible" las medidas antiterroristas en Francia, luego de la intervención del ejército francés en Malí contra grupos islamistas armados.
Francia "debe tomar todas las precauciones necesarias aquí" por la amenaza terrorista y debe "proceder a vigilar los edificios públicos y nuestras infraestructuras de transporte", declaró el presidente francés en su discurso en el Elíseo.
El presidente francés, François Hollande, declaró el sábado por la noche en declaración en el palacio del Elíseo que se frenó "a nuestros adversarios" en Mali.
El presidente francés agregó que Francia, al intervenir en Mali, "no tiene otro objetivo que la lucha contra el terrorismo". "Francia no tiene más interés particular que el de proteger a un país amigo", añadió.
"Por eso su acción es apoyada por el conjunto de la comunidad internacional y saludada por todos los países africanos", agregó.
"Nuestra misión no ha terminado", subrayó Hollande. "Consiste en preparar el despliegue de una fuerza de intervención africana".
Hollande reconoció por su parte que la operación en Somalia para tratar de liberar a un rehén francés "no tuvo éxito", pero subrayó que la acción "confirma la determinación de Francia de no ceder al chantaje de los terroristas".
Ocho rehenes franceses siguen en manos de grupos islamistas en el Sahel.
El ministro de Defensa de Francia, Jean-Yves Le Drian, dijo que la "Operación Serval" tuvo su primera víctima francesa el viernes, un piloto a cargo de operaciones aéreas de apoyo a las tropas malienses de infantería en Konna.
Francia también desplegó soldados en Bamako, bajo control gubernamental en todo momento desde que los grupos islamistas armados tomaron el norte de Malí el pasado abril, al calor de un golpe de Estado ocurrido un mes antes. Según Le Drian, el objetivo de Francia es "garantizar la seguridad de (sus) ciudadanos" en la capital, unos 6.000.
El viernes, la aviación francesa apoyó a las tropas malienses para recuperar el control de la ciudad de Konna, caída la víspera en manos de los islamistas, que emprendieron una campaña hacia el sur del país, camino de Bamako.
El ejército de Bamako reivindicó el control total de esa ciudad estratégica del centro del país, tras limpiar este sábado "los últimos focos de resistencia" islamista.
Los testigos contactados por la AFP dijeron haber visto decenas de cadáveres en la zona, de hombres vestidos con túnicas árabes y turbantes. Una fuente de la seguridad regional dijo haber contado "al menos 46 islamistas" muertos.
Según esa fuente de la seguridad, los islamistas murieron el viernes "en ataques aéreos franceses y en ataques del ejército maliense".
El ministro Le Drian indicó este sábado que el ataque del viernes de los helicópteros franceses, "en apoyo al ejército maliense, permitió la destrucción de numerosas unidades terroristas", y "detuvo su avance".
El funcionario indicó que "en este combate intenso, uno de nuestros pilotos (...) fue mortalmente herido".
Las Fuerzas Armadas de Malí se han visto impotentes desde el golpe de Estado de marzo, y ante la rebelión en el norte, lanzada inicialmente por los islamistas y los rebeldes tuareg, de orientación laica y deseosos de instaurar un Estado independiente en la zona.
Semanas más tarde, los grupos islamistas armados como Al Qaida en el Magreb Islámico y Ansar Din se impusieron a los tuareg, y se hicieron con el control de todo el norte de Malí, un territorio tan extenso como Francia.
Desde entonces se destacaron por haber impuesto una interpretación rigorista de la ley islámica en las principales ciudades, azotando, amputando y hasta ejecutando a los infractores, y haber destruido antiquísimos mausoleos de santos musulmanes, que consideran como una herejía.
La ONU ha aprobado el envío de una fuerza militar regional a Malí para desalojar a los islamistas del norte del país, que no parece que vaya a estar operativa antes de varios meses.
Francia envió el viernes una carta al Consejo de Seguridad de la ONU para acelerar el despliegue de la fuerza multinacional africana, que contará con 3.300 soldados.
De momento, Nigeria contribuyó también mandando a Malí a un equipo técnico militar y al futuro comandante de la fuerza africana.
Estados Unidos, que dice "compartir el objetivo de Francia de retirar a los terroristas su santuario en la región", planea dar un apoyo "logístico", suministro en vuelo y aviones no tripulados de vigilancia, según un alto responsable estadounidense.
Frente a la urgencia, Burkina Faso, Níger y Senegal anunciaron el sábado el despliegue de un batallón de "500 hombres".
El presidente francés anunció también el sábado que ordenó reforzar "lo antes posible" las medidas antiterroristas en Francia, luego de la intervención del ejército francés en Malí contra grupos islamistas armados.
Francia "debe tomar todas las precauciones necesarias aquí" por la amenaza terrorista y debe "proceder a vigilar los edificios públicos y nuestras infraestructuras de transporte", declaró el presidente francés en su discurso en el Elíseo.