Dominique de Villepin
Villepin, de 56 años, que también es ex ministro de Relaciones Exteriores y del Interior y ex hombre de confianza del anterior presidente francés, Jacques Chirac, enfiló baterías contra Sarkozy.
Ante unos 6.000 militantes, De Villepin, que se hizo conocido a nivel internacional por su discurso en Naciones Unidas en 2003 contra la guerra en Irak, lanzó el movimiento República Solidaria invocando al general Charles de Gaulle.
De Villepin dijo situarse en la línea de los grandes resistentes "que respondieron en 1940 al llamado de un general desconocido" y de los "ciudadanos" que lucharon en "1789 contra el absolutismo".
Francia celebró el viernes el 70 aniversario del llamado a la resistencia lanzado por De Gaulle el 18 de junio de 1940 desde Londres durante la ocupación alemana.
No "aceptamos que se desmonte ladrillo por ladrillo lo que son los fundamentos de nuestra República", dijo Villepin, miembro del partido UMP (centro derecha) de Sarkozy.
"Para rehabilitar la política hay que imaginar un movimiento nuevo, independiente. No otro partido más, sino un movimiento de misión", dijo.
En su discurso se refirió asimismo a la "lógica de los chivos expiatorios" que según él surge del debate sobre la identidad nacional en Francia, lanzado por el actual gobierno, así como al atentado a la "independencia" de Francia con el regreso "al comando integrado de la OTAN".
Villepin abogó por el regreso de la voz de Francia en el contexto mundial y deploró que "Francia deje morir a sus soldados en Afganistán".
El ex primer ministro abogó asimismo por una fiscalía independiente de los poderes políticos.
Villepin será juzgado de nuevo en 2011 en apelación en el controvertido proceso Clearstream, iniciado por iniciativa del presidente Sarkozy, quien lo demando al sospechar que participó en una campaña para desprestigiarlo antes de las pasadas elecciones presidenciales.
"Necesito de ustedes, de su valor para cambiar el rumbo de los asuntos, para lograr arranque de Francia", concluyó.
En las encuestas, Villepin aparece por el momento con sólo 7 u 8% de intenciones de voto para 2012, pero goza de una popularidad de 49%, muy por encima de la de Sarkozy, que ha caído en las preferencias del público hasta el 33% o 34%.
Ante unos 6.000 militantes, De Villepin, que se hizo conocido a nivel internacional por su discurso en Naciones Unidas en 2003 contra la guerra en Irak, lanzó el movimiento República Solidaria invocando al general Charles de Gaulle.
De Villepin dijo situarse en la línea de los grandes resistentes "que respondieron en 1940 al llamado de un general desconocido" y de los "ciudadanos" que lucharon en "1789 contra el absolutismo".
Francia celebró el viernes el 70 aniversario del llamado a la resistencia lanzado por De Gaulle el 18 de junio de 1940 desde Londres durante la ocupación alemana.
No "aceptamos que se desmonte ladrillo por ladrillo lo que son los fundamentos de nuestra República", dijo Villepin, miembro del partido UMP (centro derecha) de Sarkozy.
"Para rehabilitar la política hay que imaginar un movimiento nuevo, independiente. No otro partido más, sino un movimiento de misión", dijo.
En su discurso se refirió asimismo a la "lógica de los chivos expiatorios" que según él surge del debate sobre la identidad nacional en Francia, lanzado por el actual gobierno, así como al atentado a la "independencia" de Francia con el regreso "al comando integrado de la OTAN".
Villepin abogó por el regreso de la voz de Francia en el contexto mundial y deploró que "Francia deje morir a sus soldados en Afganistán".
El ex primer ministro abogó asimismo por una fiscalía independiente de los poderes políticos.
Villepin será juzgado de nuevo en 2011 en apelación en el controvertido proceso Clearstream, iniciado por iniciativa del presidente Sarkozy, quien lo demando al sospechar que participó en una campaña para desprestigiarlo antes de las pasadas elecciones presidenciales.
"Necesito de ustedes, de su valor para cambiar el rumbo de los asuntos, para lograr arranque de Francia", concluyó.
En las encuestas, Villepin aparece por el momento con sólo 7 u 8% de intenciones de voto para 2012, pero goza de una popularidad de 49%, muy por encima de la de Sarkozy, que ha caído en las preferencias del público hasta el 33% o 34%.