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Juan Manuel Santos
“Si podemos sentarnos nuevamente a lograr algún tipo de acuerdo para dejar de matarnos y sobre todo para que en forma definitiva el ELN siga el ejemplo de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), lo haremos”, dijo Santos.
El mandatario explicó que parte de su disposición a pensar en sentarse en Quito con la guerrilla es el cese del fuego unilateral decretado por la organización armada con motivo de las elecciones parlamentarias, tregua que inicia mañana y se extiende hasta el próximo 13 de marzo.
Santos apuntó que se encuentra buscando el momento coyuntural para que este grupo “entregue las armas y se integre a la democracia, pues eso es lo mejor que podría pasarle al país”.
El más reciente ataque del ELN en contra de la Fuerza Pública se registró el 27 de febrero, cuando la guerrilla detonó explosivos en una zona rural del noroeste del país, matando a cinco soldados.
Un día después de ese atentado, Santos dijo encontrarse en un “dilema”, pues no estaba seguro si seguir insistiendo en la negociación o levantarse del todo de la mesa.
Las negociaciones entre el Gobierno y el ELN empezaron hace un año en Quito. Tras cuatro rondas de diálogo, el acuerdo más importante hasta ahora fue una tregua bilateral entre el 1 de octubre de 2017 y el pasado 9 de enero.
Ambas partes se habían mostrado dispuestas a prorrogar el cese del fuego cuando empezara el quinto ciclo de negociaciones, lo cual estaba previsto para el 8 de enero.
Sin embargo, el inicio de esa fase de diálogo se pospuso para el 10 de enero. Con la finalización del cese de fuego sin un acuerdo para extenderlo, el ELN reanudó de inmediato sus ataques.
La ofensiva con explosivos contra blancos de la fuerza pública y la infraestructura petrolera llevó a Santos a suspender indefinidamente la negociación y a pedir reiteradamente al ELN que tenga coherencia entre sus palabras sobre la paz y sus acciones.
El mandatario explicó que parte de su disposición a pensar en sentarse en Quito con la guerrilla es el cese del fuego unilateral decretado por la organización armada con motivo de las elecciones parlamentarias, tregua que inicia mañana y se extiende hasta el próximo 13 de marzo.
Santos apuntó que se encuentra buscando el momento coyuntural para que este grupo “entregue las armas y se integre a la democracia, pues eso es lo mejor que podría pasarle al país”.
El más reciente ataque del ELN en contra de la Fuerza Pública se registró el 27 de febrero, cuando la guerrilla detonó explosivos en una zona rural del noroeste del país, matando a cinco soldados.
Un día después de ese atentado, Santos dijo encontrarse en un “dilema”, pues no estaba seguro si seguir insistiendo en la negociación o levantarse del todo de la mesa.
Las negociaciones entre el Gobierno y el ELN empezaron hace un año en Quito. Tras cuatro rondas de diálogo, el acuerdo más importante hasta ahora fue una tregua bilateral entre el 1 de octubre de 2017 y el pasado 9 de enero.
Ambas partes se habían mostrado dispuestas a prorrogar el cese del fuego cuando empezara el quinto ciclo de negociaciones, lo cual estaba previsto para el 8 de enero.
Sin embargo, el inicio de esa fase de diálogo se pospuso para el 10 de enero. Con la finalización del cese de fuego sin un acuerdo para extenderlo, el ELN reanudó de inmediato sus ataques.
La ofensiva con explosivos contra blancos de la fuerza pública y la infraestructura petrolera llevó a Santos a suspender indefinidamente la negociación y a pedir reiteradamente al ELN que tenga coherencia entre sus palabras sobre la paz y sus acciones.
