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Tsipras-a la izquierda-y Juncker-.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker calificó este jueves, tras una corta noche de sueño, de "largas y difíciles" las negociaciones con el primer ministro griego Alexis Tsipras sobre la entrega de una vital ayuda financiera a Atenas.
"Solo he dormido tres horas tras haber tenido una conversación, una negociación larga y difícil con el primer ministro griego" indicó Juncker.
"Debemos preparar la próxima ronda de negociaciones" añadió, confirmando implícitamente que de momento no hay acuerdo, tras una ronda de conversaciones en las que participó también el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.
Al cabo de esa ronda, Grecia y sus acreedores se separaron en la madrugada del jueves sin un acuerdo sobre las reformas que exigen los socios de Atenas en la zona euro para avalar la entrega de un último tramo del rescate financiero al país, de 7.200 millones de euros.
Juncker no precisó cuándo se celebraría esa nueva ronda. Según Dijsselbloem, "dentro de algunos días" se reanudarán las conversaciones.
Varias fuentes europeas indicaron este jueves que una nueva reunión podría celebrarse el mismo viernes por la noche en Bruselas, con Tsipras, Juncker y Dijsselbloem, pero ello "queda por confirmar".
Tras la reunión de Bruselas, Tsipras saludó los puntos positivos y las perspectivas de compromiso ante el plan presentado por los acreedores --FMI, Comisión Europea, Banco Central Europeo--, pero también enumeró las divergencias con la oferta de reformas y medidas presupuestarias propuestas por su propio gobierno.
El ministro griego de Finanzas Yanis Varoufakis dijo el jueves que la conclusión de un acuerdo depende de la "convergencia" de las posiciones de la UE y el FMI. "Cuanto mas se acerca el final de las negociaciones, más la posición de los acreedores se endurece (...) pero el objetivo es más bien que haya una convergencia entre ellos", dijo a la radio 90.2FM.
El tiempo apremia para Grecia, que prácticamente no tiene liquidez. El viernes Atenas debe saldar 300 millones de euros con el FMI, un primer pago de un total de 1.600 millones previstos para este mes en medio del temor a una salida de Grecia de la zona euro. También debe hacer frente, a nivel interno, al pago de salarios de funcionarios y de pensiones.
Una fuente cercana a la gestión de la deuda griega indicó el jueves a la AFP que los fondos están disponibles para hacer frente a este vencimiento, pero su pago efectivo es una cuestión de índole política.
Al término de la reunión en Bruselas, Tsipras había estimado que el plan propuesto por sus acreedores "tiene muchos puntos que nadie puede considerar como una base para la discusión".
"Hablamos de un país (Grecia) que estos últimos cinco años sufrió una gran catástrofe financiera, con una contracción de su economía del 25% luego de cinco años de dura austeridad. Las propuestas que conllevan un recorte de las pensiones más bajas o un aumento del IVA a la electricidad no pueden ser las bases para una discusión", sentenció.
Por su parte, el secretario general de Syriza, el partido de izquierda radical en el poder, Tasos Koronakis, reiteró el jueves que las propuestas de los acreedores "no pueden ser una base de un acuerdo", en declaraciones a la cadena Skai.
Los acreedores de Grecia habían esbozado una propuesta de reformas y ajustes, luego de una reunión el lunes entre Juncker, el presidente francés François Hollande, la canciller alemana Angela Merkel, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, y la directora gerente del FMI, Christine Lagarde.
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, había admitido que la propuesta era "exigente" pero que apuntaba a "garantizar el futuro de Grecia en la zona euro".
Al día siguiente de la "difícil" ronda de negociación en Bruselas, la bolsa de Atenas abrió este jueves en clara baja (-3%) aunque limitaba las pérdidas a media jornada (-2,22%).
"Solo he dormido tres horas tras haber tenido una conversación, una negociación larga y difícil con el primer ministro griego" indicó Juncker.
"Debemos preparar la próxima ronda de negociaciones" añadió, confirmando implícitamente que de momento no hay acuerdo, tras una ronda de conversaciones en las que participó también el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.
Al cabo de esa ronda, Grecia y sus acreedores se separaron en la madrugada del jueves sin un acuerdo sobre las reformas que exigen los socios de Atenas en la zona euro para avalar la entrega de un último tramo del rescate financiero al país, de 7.200 millones de euros.
Juncker no precisó cuándo se celebraría esa nueva ronda. Según Dijsselbloem, "dentro de algunos días" se reanudarán las conversaciones.
Varias fuentes europeas indicaron este jueves que una nueva reunión podría celebrarse el mismo viernes por la noche en Bruselas, con Tsipras, Juncker y Dijsselbloem, pero ello "queda por confirmar".
Tras la reunión de Bruselas, Tsipras saludó los puntos positivos y las perspectivas de compromiso ante el plan presentado por los acreedores --FMI, Comisión Europea, Banco Central Europeo--, pero también enumeró las divergencias con la oferta de reformas y medidas presupuestarias propuestas por su propio gobierno.
El ministro griego de Finanzas Yanis Varoufakis dijo el jueves que la conclusión de un acuerdo depende de la "convergencia" de las posiciones de la UE y el FMI. "Cuanto mas se acerca el final de las negociaciones, más la posición de los acreedores se endurece (...) pero el objetivo es más bien que haya una convergencia entre ellos", dijo a la radio 90.2FM.
El tiempo apremia para Grecia, que prácticamente no tiene liquidez. El viernes Atenas debe saldar 300 millones de euros con el FMI, un primer pago de un total de 1.600 millones previstos para este mes en medio del temor a una salida de Grecia de la zona euro. También debe hacer frente, a nivel interno, al pago de salarios de funcionarios y de pensiones.
Una fuente cercana a la gestión de la deuda griega indicó el jueves a la AFP que los fondos están disponibles para hacer frente a este vencimiento, pero su pago efectivo es una cuestión de índole política.
- No al plan de los acreedores -
Al término de la reunión en Bruselas, Tsipras había estimado que el plan propuesto por sus acreedores "tiene muchos puntos que nadie puede considerar como una base para la discusión".
"Hablamos de un país (Grecia) que estos últimos cinco años sufrió una gran catástrofe financiera, con una contracción de su economía del 25% luego de cinco años de dura austeridad. Las propuestas que conllevan un recorte de las pensiones más bajas o un aumento del IVA a la electricidad no pueden ser las bases para una discusión", sentenció.
Por su parte, el secretario general de Syriza, el partido de izquierda radical en el poder, Tasos Koronakis, reiteró el jueves que las propuestas de los acreedores "no pueden ser una base de un acuerdo", en declaraciones a la cadena Skai.
Los acreedores de Grecia habían esbozado una propuesta de reformas y ajustes, luego de una reunión el lunes entre Juncker, el presidente francés François Hollande, la canciller alemana Angela Merkel, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, y la directora gerente del FMI, Christine Lagarde.
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, había admitido que la propuesta era "exigente" pero que apuntaba a "garantizar el futuro de Grecia en la zona euro".
Al día siguiente de la "difícil" ronda de negociación en Bruselas, la bolsa de Atenas abrió este jueves en clara baja (-3%) aunque limitaba las pérdidas a media jornada (-2,22%).
