
Una unidad de la guerrilla guatemalteca, en 1982.
"Falta resolver un acuerdo de paz, y es el acuerdo social, las causas del conflicto armado siguen vigentes", afirmó el mandatario en un acto en el Patio de la Paz, en el interior del antiguo Palacio de Gobierno (centro) donde un 29 de diciembre de 1996 las partes en conflicto firmaron la paz.
"Es latente, eso está ahí, las causas, no se ha avanzado lo suficiente para que en Guatemala podamos vivir en paz y en reconciliación", insistió el mandatario socialdemócrata al ser nombrado embajador de los acuerdos de Paz.
La distinción le fue otorgada debido a que fue designado para realizar el cambio de la rosa en el monumento a la paz, un privilegio que es otorgado el 29 de cada mes a personas o instituciones que trabajan a favor de la pacificación en este país centroamericano.
Los actos para conmemorar los 15 años de paz se iniciaron en la mañana de este jueves con una ceremonia maya, luego hubo una liturgia católica y en la noche está previsto un concierto con artistas guatemaltecos en la plaza central.
En su discurso de unos nueve minutos, el gobernante reconoció la labor de líderes de las aldeas más golpeadas por el conflicto y adelantó la posible publicación de un libro llamado "Ixcán grande, Paz grande" para finales del próximo año, donde relatara sus vivencias en esas comunidades entre 1991 y 1997.
Colom -que entregará el cargo el 14 de enero al general derechista Otto Pérez, quien participó en la guerra civil y firmó en nombre del Ejército los acuerdos de paz- laboró en el Fondo de Paz en esa época y visitó los lugares en conflicto.
Asimismo, el mandatario lamentó que las desigualdades persistan y que el país siga dividido "entre las dos Guatemalas", la de los pobres y la de los ricos.
Entre los logros, enumeró el acceso a la educación y salud, así como la reducción de la desnutrición, la cual según la ONU alcanza al 49% de los niños menores de cinco años, la tasa más alta de Latinoamérica y quinta en el mundo.
En tanto, el presidente electo dijo este jueves que relanzará los compromisos adquiridos en 1996 debido al rezago en que se encuentran, tomando en cuenta que él fue signatario por parte del Ejército.
De acuerdo con Pérez, en el país "siguen presentes la misma pobreza y exclusión; aún persiste la falta de oportunidades para el área rural y los pueblos indígenas".
En Guatemala el 54% de los 14,3 millones de habitantes viven en la pobreza, pero en los pueblos indígenas (42% de la población), alcanza 80%, según datos oficiales.
La meta es "reenfocar los compromisos que 15 años después no se han cumplido, sabemos que es una tarea difícil y compleja", comentó a periodistas el futuro gobernante.
La guerra guatemalteca dejó 200.000 muertos o desaparecidos, según un informe de la ONU presentado en 1999.
"Es latente, eso está ahí, las causas, no se ha avanzado lo suficiente para que en Guatemala podamos vivir en paz y en reconciliación", insistió el mandatario socialdemócrata al ser nombrado embajador de los acuerdos de Paz.
La distinción le fue otorgada debido a que fue designado para realizar el cambio de la rosa en el monumento a la paz, un privilegio que es otorgado el 29 de cada mes a personas o instituciones que trabajan a favor de la pacificación en este país centroamericano.
Los actos para conmemorar los 15 años de paz se iniciaron en la mañana de este jueves con una ceremonia maya, luego hubo una liturgia católica y en la noche está previsto un concierto con artistas guatemaltecos en la plaza central.
En su discurso de unos nueve minutos, el gobernante reconoció la labor de líderes de las aldeas más golpeadas por el conflicto y adelantó la posible publicación de un libro llamado "Ixcán grande, Paz grande" para finales del próximo año, donde relatara sus vivencias en esas comunidades entre 1991 y 1997.
Colom -que entregará el cargo el 14 de enero al general derechista Otto Pérez, quien participó en la guerra civil y firmó en nombre del Ejército los acuerdos de paz- laboró en el Fondo de Paz en esa época y visitó los lugares en conflicto.
Asimismo, el mandatario lamentó que las desigualdades persistan y que el país siga dividido "entre las dos Guatemalas", la de los pobres y la de los ricos.
Entre los logros, enumeró el acceso a la educación y salud, así como la reducción de la desnutrición, la cual según la ONU alcanza al 49% de los niños menores de cinco años, la tasa más alta de Latinoamérica y quinta en el mundo.
En tanto, el presidente electo dijo este jueves que relanzará los compromisos adquiridos en 1996 debido al rezago en que se encuentran, tomando en cuenta que él fue signatario por parte del Ejército.
De acuerdo con Pérez, en el país "siguen presentes la misma pobreza y exclusión; aún persiste la falta de oportunidades para el área rural y los pueblos indígenas".
En Guatemala el 54% de los 14,3 millones de habitantes viven en la pobreza, pero en los pueblos indígenas (42% de la población), alcanza 80%, según datos oficiales.
La meta es "reenfocar los compromisos que 15 años después no se han cumplido, sabemos que es una tarea difícil y compleja", comentó a periodistas el futuro gobernante.
La guerra guatemalteca dejó 200.000 muertos o desaparecidos, según un informe de la ONU presentado en 1999.