BEIRUT, 26 abril 2009 (AFP) -
Durante la visita, Clinton, que viajó a Beirut tras haber visitado Irak y Kuwait, se reunió con el presidente libanés Michel Suleiman y visitó la tumba del ex primer ministro Rafic Hariri, asesinado a principios de 2005 en un atentado en el que se sospecha de la implicación de Siria, que ésta niega.
"He venido a expresar el apoyo del presidente (estadounidense Barack Obama) al pueblo de Líbano, por un Líbano independiente y soberano y por elecciones libres (...) y sin injerencias", declaró a la prensa la secretaria de Estado al término de su encuentro con Suleiman.
Las elecciones legislativas del 7 de junio constituyen los primeros comicios nacionales en Líbano desde la ola de violencia de mayo de 2008, la más grave tras el fin de la guerra civil en 1990.
Cuando se le preguntó sobre la posibilidad de una victoria del Hezbolá y de sus aliados de la minoría, Clinton se negó a "especular".
Un responsable del Departamento de Estado que no quiso ser identificado afirmó por su parte a la AFP que en caso de victoria del movimiento chiita, Washington esperaría a conocer la composición y el programa del nuevo gobierno.
El Hezbolá figura en la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos desde 1997 y la nueva administración de Barak Obama afirmó que sólo hablará con el movimiento apoyado por Siria e Irán cuando éste haya reconocido a Israel y renunciado a la violencia.
El "partido de Dios" fue protagonista del conflicto con Israel que dejó más de 1.200 muertos en Líbano durante el verano boreal de 2006. Por parte israelí, el balance fue de 160 muertos, en su mayoría militares.
En una entrevista con la AFP realizada a mediados de abril, el número dos del Hezbolá, el jeque Naim Kasem, consideró que los países occidentales no pueden seguir ignorando a su movimiento.
"Uno de los embajadores europeos nos informó de que los estadounidenses tratarían con cualquier gobierno (libanés) pese a que desean la victoria" de la mayoría antisiria, afirmó.
La nueva administración estadounidense ya decidió lanzar un diálogo con Siria, ex potencia tutelar de Líbano con la que mantiene tensas relaciones desde hace años.
Ante la prensa, Hillary Clinton se esforzó por "tranquilizar a todos los ciudadanos libaneses". "Estados Unidos no hará jamás acuerdos con Siria que traicionen a Líbano, ni al pueblo libanés", afirmó.
Clinton también saludó el intercambio de embajadores entre Beirut y Damasco, por primera vez desde su independencia hace más de 60 años. Y reiteró el apoyo de su país al tribunal especial encargado de juzgar a los presuntos autores de atentados en Líbano, entre ellos el asesinato de Hariri.
sl/jz/gk/acc/gc
© 1994-2009 Agence France-Presse
Durante la visita, Clinton, que viajó a Beirut tras haber visitado Irak y Kuwait, se reunió con el presidente libanés Michel Suleiman y visitó la tumba del ex primer ministro Rafic Hariri, asesinado a principios de 2005 en un atentado en el que se sospecha de la implicación de Siria, que ésta niega.
"He venido a expresar el apoyo del presidente (estadounidense Barack Obama) al pueblo de Líbano, por un Líbano independiente y soberano y por elecciones libres (...) y sin injerencias", declaró a la prensa la secretaria de Estado al término de su encuentro con Suleiman.
Las elecciones legislativas del 7 de junio constituyen los primeros comicios nacionales en Líbano desde la ola de violencia de mayo de 2008, la más grave tras el fin de la guerra civil en 1990.
Cuando se le preguntó sobre la posibilidad de una victoria del Hezbolá y de sus aliados de la minoría, Clinton se negó a "especular".
Un responsable del Departamento de Estado que no quiso ser identificado afirmó por su parte a la AFP que en caso de victoria del movimiento chiita, Washington esperaría a conocer la composición y el programa del nuevo gobierno.
El Hezbolá figura en la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos desde 1997 y la nueva administración de Barak Obama afirmó que sólo hablará con el movimiento apoyado por Siria e Irán cuando éste haya reconocido a Israel y renunciado a la violencia.
El "partido de Dios" fue protagonista del conflicto con Israel que dejó más de 1.200 muertos en Líbano durante el verano boreal de 2006. Por parte israelí, el balance fue de 160 muertos, en su mayoría militares.
En una entrevista con la AFP realizada a mediados de abril, el número dos del Hezbolá, el jeque Naim Kasem, consideró que los países occidentales no pueden seguir ignorando a su movimiento.
"Uno de los embajadores europeos nos informó de que los estadounidenses tratarían con cualquier gobierno (libanés) pese a que desean la victoria" de la mayoría antisiria, afirmó.
La nueva administración estadounidense ya decidió lanzar un diálogo con Siria, ex potencia tutelar de Líbano con la que mantiene tensas relaciones desde hace años.
Ante la prensa, Hillary Clinton se esforzó por "tranquilizar a todos los ciudadanos libaneses". "Estados Unidos no hará jamás acuerdos con Siria que traicionen a Líbano, ni al pueblo libanés", afirmó.
Clinton también saludó el intercambio de embajadores entre Beirut y Damasco, por primera vez desde su independencia hace más de 60 años. Y reiteró el apoyo de su país al tribunal especial encargado de juzgar a los presuntos autores de atentados en Líbano, entre ellos el asesinato de Hariri.
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