
El gobierno pidió esta semana, sin resultados, que se dejara sin efecto el llamado a la huelga que ha llevado al cierre de bancos, comercios y oficinas en varias grandes ciudades del país de 1.200 millones de habitantes.
"Es una ocasión histórica. Por primera vez, todos los grandes sindicatos están juntos para protestar contra las políticas antilaborales del gobierno", subrayó a la AFP el secretario general del Congreso Indio de Sindicatos, Gurudas Dasgupta.
Los sindicatos reivindican la instauración de un salario mínimo a nivel nacional, la obtención de contratos de duración indefinida para 50 millones de trabajadores temporales y medidas para impedir a los grandes jefes de la industria que vulneren el derecho al trabajo.
Esta huelga general manifiesta también el descontento popular por la carestía de la vida, la corrupción o la reducción del Estado en el sector público.
El poder, socavado por una serie de escándalos de corrupción, trata desde hace meses de luchar contra la inflación mediante una política monetaria agresiva. Pero los efectos tardan en sentirse y la subida de precios ha empeorado las condiciones de vida de millones de hogares modestos.
No obstante, la inflación interanual registró en enero su nivel más bajo desde hace 26 meses, a 6,55%, abriendo la vía a un eventual flexibilización monetaria para hacer frente a la desaceleración de la economía y apuntalar la esperanza de que la caída de precios se prolongue.
"Es una ocasión histórica. Por primera vez, todos los grandes sindicatos están juntos para protestar contra las políticas antilaborales del gobierno", subrayó a la AFP el secretario general del Congreso Indio de Sindicatos, Gurudas Dasgupta.
Los sindicatos reivindican la instauración de un salario mínimo a nivel nacional, la obtención de contratos de duración indefinida para 50 millones de trabajadores temporales y medidas para impedir a los grandes jefes de la industria que vulneren el derecho al trabajo.
Esta huelga general manifiesta también el descontento popular por la carestía de la vida, la corrupción o la reducción del Estado en el sector público.
El poder, socavado por una serie de escándalos de corrupción, trata desde hace meses de luchar contra la inflación mediante una política monetaria agresiva. Pero los efectos tardan en sentirse y la subida de precios ha empeorado las condiciones de vida de millones de hogares modestos.
No obstante, la inflación interanual registró en enero su nivel más bajo desde hace 26 meses, a 6,55%, abriendo la vía a un eventual flexibilización monetaria para hacer frente a la desaceleración de la economía y apuntalar la esperanza de que la caída de precios se prolongue.