La policía iraquí asaltó a última hora de la tarde la sede del consejo provincial, poniendo fin a la ocupación por parte del comando armado.
"La policía tardó una hora en limpiar el edificio", anunció hacia las 18H30 (15H30 GMT) un responsable del comando de operaciones de la provincia de Salahedin, que hablaba bajo anonimato en este ex feudo del ex presidente Sadam Husein, derrocado en 2003 por una invasión estadounidense.
Un responsable del puesto policial del hospital general de Tikrit afirmó que el ataque había causado 58 muertos y 97 heridos y que seis "terroristas" también habían muerto. Anteriormente había informado de 41 muertos y 95 heridos.
Este ataque, el más sangriento cometido en dos meses en Irak, no fue reivindicado de momento.
Los asaltantes, vestidos con uniformes del ejército iraquí y equipados con chalecos cargados de explosivos, habían tomado el control del edificio, situado en pleno centro de Tikrit, a primera hora de la tarde, aprovechando el pánico provocado por un primer atentado suicida frente al local.
El ataque comenzó a las 12H40 (09H40 GMT) cuando un kamikaze hizo estallar su cinturón con explosivos en la entrada de la sede del consejo provincial, antes de que los otros miembros del comando ingresaran en el edificio, indicó a la AFP un responsable de la policía de Tikrit.
"Tomaron el control del edificio y dispararon contra los policías que trataban de acercarse", agregó.
Veinte minutos más tarde, en el momento en que los refuerzos de la policía llegaban al lugar, estalló un coche bomba estacionado cerca del edificio.
"El coronel Imad Nofan, director de un departamento de la policía de Salahedin, y su adjunto perecieron en la explosión del coche bomba", agregó.
También murió un periodista iraquí, Sabah al Bazi, que trabajaba para numerosos medios de comunicación extranjeros, según fuentes concordantes.
Durante varias horas tuvo lugar un enfrentamiento armado entre las fuerzas de seguridad iraquíes y los asaltantes atrincherados en el interior del edificio que disparaban contra todo el que intentaba acercarse.
Antiguo bastión de la insurrección sunita, la provincia de Salahedin sigue siendo escenario de múltiples atentados. El 18 de enero, al menos 50 personas murieron y 150 resultaron heridas en un atentado suicida cometido contra un centro de reclutamiento de la policía en Tikrit.
El ataque del martes recuerda al cometido el pasado 31 de octubre por un comando armado que se introdujo y se atrincheró hasta la muerte en plena misa en la catedral siriaca católica de Bagdad, o el del 13 junio, cuando cinco kamikazes resistieron durante horas en el Banco Central antes de hacerse estallar.
Ambas operaciones fueron reivindicadas por el Estado Islámico en Irak, rama local de Al Qaida.
"La policía tardó una hora en limpiar el edificio", anunció hacia las 18H30 (15H30 GMT) un responsable del comando de operaciones de la provincia de Salahedin, que hablaba bajo anonimato en este ex feudo del ex presidente Sadam Husein, derrocado en 2003 por una invasión estadounidense.
Un responsable del puesto policial del hospital general de Tikrit afirmó que el ataque había causado 58 muertos y 97 heridos y que seis "terroristas" también habían muerto. Anteriormente había informado de 41 muertos y 95 heridos.
Este ataque, el más sangriento cometido en dos meses en Irak, no fue reivindicado de momento.
Los asaltantes, vestidos con uniformes del ejército iraquí y equipados con chalecos cargados de explosivos, habían tomado el control del edificio, situado en pleno centro de Tikrit, a primera hora de la tarde, aprovechando el pánico provocado por un primer atentado suicida frente al local.
El ataque comenzó a las 12H40 (09H40 GMT) cuando un kamikaze hizo estallar su cinturón con explosivos en la entrada de la sede del consejo provincial, antes de que los otros miembros del comando ingresaran en el edificio, indicó a la AFP un responsable de la policía de Tikrit.
"Tomaron el control del edificio y dispararon contra los policías que trataban de acercarse", agregó.
Veinte minutos más tarde, en el momento en que los refuerzos de la policía llegaban al lugar, estalló un coche bomba estacionado cerca del edificio.
"El coronel Imad Nofan, director de un departamento de la policía de Salahedin, y su adjunto perecieron en la explosión del coche bomba", agregó.
También murió un periodista iraquí, Sabah al Bazi, que trabajaba para numerosos medios de comunicación extranjeros, según fuentes concordantes.
Durante varias horas tuvo lugar un enfrentamiento armado entre las fuerzas de seguridad iraquíes y los asaltantes atrincherados en el interior del edificio que disparaban contra todo el que intentaba acercarse.
Antiguo bastión de la insurrección sunita, la provincia de Salahedin sigue siendo escenario de múltiples atentados. El 18 de enero, al menos 50 personas murieron y 150 resultaron heridas en un atentado suicida cometido contra un centro de reclutamiento de la policía en Tikrit.
El ataque del martes recuerda al cometido el pasado 31 de octubre por un comando armado que se introdujo y se atrincheró hasta la muerte en plena misa en la catedral siriaca católica de Bagdad, o el del 13 junio, cuando cinco kamikazes resistieron durante horas en el Banco Central antes de hacerse estallar.
Ambas operaciones fueron reivindicadas por el Estado Islámico en Irak, rama local de Al Qaida.