Soldados y policías, apoyados por combatientes de tribus aliadas, libraban el domingo en el sur de Ramadi combates violentos contra los insurgentes, miembros del llamado Estado Islámico en Irak y en Levante (EIIL, vinculado a Al Qaida), según un oficial de policía y un periodista de la AFP.
Por el momento no se conoce el balance de estos combates.
El ministro de Defensa interino, Saadun al Dulaimi, se trasladó a Ramadi para supervisar las operaciones. La totalidad, o ciertas partes de varios sectores claves, entre ellos Malaab, Street 60, Humeira y Albu Jabar, fueron arrebatados a los insurgentes, indicaron oficiales de policía.
Los insurgentes, que cuentan además de los miembros del EIIL otros grupos armados y combatientes de tribus antigubernamentales, tomaron el control de varios barrios de Ramadi y la totalidad de la vecina ciudad de Faluya, a unos 60 km de la capital, a principios de enero.
Según la ONU, más de 140.000 personas han huido de las violencias en la provincia de Al Anbar, cuya capital es Ramadi.
En el resto del país, ataques en Bagdad y en su periferia, así como en el norte de la capital causaron la muerte de 21 personas, según fuentes médicas y de seguridad.
Los actos más mortíferos tuvieron lugar en la ciudad de Baiji, en donde dos ataques contra un campamento de Sahwas - las milicias anti Al Qaida - dejaron ocho muertos y 17 heridos.
Asimismo, trece personas murieron en ataques en las regiones de Bagdad, Balad, Taji, Mosúl y Kirkuk.
Enero fue el mes más mortífero en Irak desde abril de 2008, con un saldo de 1.000 muertos, según datos oficiales.